Familiares de Richard Pereira, joven víctima de policías “gatillo fácil”, lamentan las dilaciones que traban el inicio del juicio oral y público del suboficial Jhonie Osvaldo Orihuela y el comisario Jorge Zárate.
Richar Pereira, padre del joven afectado, solicitó este martes reunirse con el ministro Raúl Torres Kirmser, presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), con el objetivo que pueda correr e iniciar de una vez el juzgamiento de los acusados por la Fiscalía de realizar el procedimiento irregular que afectó a su hijo.
En comunicación con la 780 AM, Peirera señaló que el juicio oral no puede aún iniciar por las numerosas chicanas presentadas por los abogados de los procesados.
“Seguiremos luchando hasta que el caso concluya, pese a sentirnos decepcionados con la Justicia por los incidentes creados”, acotó.
Dijo además que no les queda otra que llegar cada semana a la sede de la máxima instancia judicial para mendigar por un poco de justicia. “Estamos cabizbajos, pero seguiremos luchando”, reiteró.
Agregó que espera un retorno positivo por parte de la Corte Suprema de Justicia, siendo que es triste recurrir a la prensa para tener respuestas. “La Justicia debería poner cartas desde el primer momento2”, consideró.
Antecedentes
El pasado 6 de diciembre se pospuso por tercera vez el inicio del juicio oral y público para el suboficial Jhonie Osvaldo Orihuela y el comisario Jorge Zárate, cuyos abogados presentaron una nueva recusación en contra de los jueces miembros del Tribunal de Sentencia.
Ahora, un Tribunal de Apelación deberá confirmar o apartar a los jueces de Sentencia integrado por Fabian Weinsensee, Juan Pablo Mendoza y Laura Ocampo.
La fiscal del caso, Pamela Pérez, solicitó 25 años de cárcel para el suboficial Orihuela imputado por homicidio doloso en grado de tentativa y lesión grave, tras ser señalado como el responsable de efectuar el disparo que sufrió el joven, este uniformado guarda reclusión en la Agrupación Especializada.
En tanto que para el comisario Zárate pidió 5 años de prisión, el exjefe policial cuenta con prisión domiciliaria.
La agente señaló que los policías plantaron evidencias falsas, al colocar un arma que no funcionaba en la mano de la víctima, para poder contar con una coartada de supuesta reacción policial ante una amenaza. Una cámara de circuito cerrado captó la escena donde el uniformado dispara al joven.