El juez penal de Garan­tías Miguel Tadeo Fernández ordenó la prisión preventiva en la Agru­pación Especializada del ex jefe de la Comisaría 4ª Metro­politana, comisario Hugo Ayala, imputado por frus­tración de la persecución y ejecución penal, realización de los hechos por funciona­rios, asociación criminal en grado de autoría y por la Ley 1.340/88 y sus modificato­rias, que reprimen el tráfico ilícito de sustancias estupe­facientes y delitos conexos por haber permitido que un agente policial sea custodio de Eduardo Aparecido de Almeida, alias “Piska”, quien sería el líder regional del Pri­mer Comando Capital (PCC).

La resolución se conoció luego de la audiencia de imposición de medida, rea­lizada en el Palacio de Justi­cia. El magistrado concedió medidas alternativas a la pri­sión al abogado Jorge Cris­taldo, procesado por frus­tración de la persecución y ejecución penal, asociación criminal en grado de autoría. Cristaldo debe cumplir las siguientes medidas: compa­recencia de forma mensual ante el juzgado, la prohibi­ción de salir del país y cam­biar de domicilio sin autori­zación del juzgado. Además, tiene la fianza personal del abogado Silvio Escobar de G. 100 millones.

Con relación al agente poli­cial Carlos Mendoza, quien supuestamente era el custo­dio del líder regional del PCC, la Fiscalía amplió la imputa­ción por asociación criminal y el juez le ratificó la prisión preventiva.

De acuerdo al acta de imputa­ción, existe fuerte sospecha de que el abogado Cristaldo sería el encargado de realizar trámites dentro del territorio nacional y facilitar documen­tos que le permitían el libre tránsito a “Piska” y Marcelo Moreira Prado, impidiendo de esta manera el cumplimiento de las órdenes de detención de los ciudadanos brasile­ños obrantes en la República Federativa del Brasil, ya que serían miembros activos del PCC.

Además, el abogado brindaba apoyo logístico facilitándo­les alquiler de inmuebles, vehículos de alta gama, así como cuentas bancarias por medio de las que ingresarían sumas de dinero del extran­jero, otorgándoles aparien­cia lícita a Almeida y Moreira.