La fiscal Teresa Rojas imputó por lesión corporal en ejercicio de las funciones públicas, con el agravante de lesión grave, a seis agentes de la Policía Nacional y pidió la prisión preventiva de los mismos, solicitud que un juzgado admitió.
En comunicación con la Radio 970 AM, la mencionada representante del Ministerio Público comentó que procedió a “formular la imputación y el pedido de medida cautelar para esas personas.”
“Hoy la juez hizo lugar al pedido de prisión preventiva y guardan reclusión. Son cinco policías varones y una mujer. Todos de la 7ª Metropolitana”, añadió.
“La expectativa es de 15 años de prisión por la lesión grave a este joven. Hace cuatro meses ocurrió esto y hasta hace unas semanas (la víctima) hacía sus necesidades a través de una sonda”, amplió Rojas.
El caso al que se refirió la fiscal es el hecho de presunta golpiza a un efectivo de las Fuerzas Armadas por parte de los policías aludidos en un hecho que, por su brutalidad, terminó afectando gravemente a la víctima en su zona genital.
“Va a tener secuelas físicas y psicológicas tratándose de una zona tan sensible. Hay un punto en la historia en la que sus victimarios difieren que es en cuanto al uso de la fuerza. La lesión fue producida por golpes y no por objetos punzantes. Tiene más lesiones en otras partes del cuerpo”, agregó la fiscal.
“Por el momento no tiene sensibilidad en esa parte de su cuerpo (el pene) y su pronostico (de restablecimiento funcional del miembro) es reservado”, finalizó.
EL CASO
Según divulgó ADN Digital, los imputados son “los agentes policiales José María Giménez Ruiz, Cevero López Alvarenga, Juan Benjamín Páez Roa, Luis Fernando Acosta Martínez y Eduvigis Estigarribia Mieres.”
Igualmente fue incluida en los cargos la suboficial ayudante Blanca Noemí Ferreira, expareja de la víctima.
De acuerdo a los datos, el militar habría agredido físicamente a la citada Ferreira, razón por la cual se habrían librado incluso dos órdenes de captura contra el mismo.
La mujer habría tendido una trampa a su expareja, citándolo para “conversar”. El encuentro se concretó, momento en que llegaron los policías y se desarrollaron los hechos que terminaron con la brutal golpiza.