La defensa legal de Rubén Figueredo, presidente de la Fundación Itá Enramada, presentó una apelación contra la condena de 2 años que recibió el ambientalista por el cargo de procesamiento ilícito de desechos en su propiedad, en este caso, por el acopio de pilas.
La Abogada Rosa Martínez de Vachetta expresó que estuvieron trabajando con la defensa técnica y encontraron 20 puntos que el Tribunal de Sentencia desatendió. “El tribunal erró en la aplicación del artículo 200 del Código Penal, el cual fue utilizado por la Fiscalía para acusar”, aseveró.
“Ni recinto especial, ni normativa”
En contacto con la 800 AM, la abogada expresó que la Fiscalía dijo que Figueredo almacenó las pilas fuera de los lugares previstos ya que que tales lugares no existen. “Quedó probado en juicio que tanto los municipios de Asunción ni Lambaré no tienen ni tenían el recinto especial para el acopio transitorio de pilas, baterías, focos, desechos informáticos”, afirmó.
Además, refirió la letrada que tampoco existía en su momento la normativa legal para el procesamiento de estos desechos. Apuntó que la normativa en cuestión salió recién el 18 de setiembre de este año y que hasta ahora no fue reglamentada.
“La Secretaría del Ambiente dijo el 25 de octubre pasado que todavía tiene 180 días para reglamentar y que a partir de ahí recién es obligatorio para los municipios poner en práctica la norma e instalar los recintos adecuados para los desechos”, dijo.
“Carencia estructural”
En ese marco, cuestionó la decisión de la Fiscalía al acusar a un individuo cuando en realidad se trata de una carencia estructural del Estado Paraguayo. “El Poder Judicial no quiso entender la situación del gobierno que no tenía ni normativa ni centro de acopio, sin embargo, le imponen condena a un individuo que reclamaba normativa y llamaba atención sobre la toxicidad de estos elementos”, aseveró.
El ambientalista Rubén Figueredo fue condenado el pasado viernes 20 de octubre, a dos años de pena privativa pero con suspensión de la condena, por el cargo de procesamiento ilícito de desechos en su propiedad.
Figueredo junta desde hace 20 años, pilas y las coloca dentro de su propiedad que se encuentra ubicada en Itá Enramada, Asunción, a metros del Río Paraguay.