La famosa Navidad Sustentable en su primera edición fue otro grosero caso en el esquema desvío de fondos en la administración de Miguel Prieto, burlando procesos de Contrataciones Públicas a través de comisiones vecinales utilizadas como simples intermediarias para endosar cheques, en este caso para facturación de una tienda de ropas y frazadas que de la nada aparece vendiendo materiales de construcción, pinturas, etc. por G. 1.715 millones.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
Bien describió el interventor asignado en la Municipalidad de Ciudad del Este “el sistema cuidadosamente planificado para el desvío de fondos públicos” en la administración Prieto, en el que según explicó toma relevancia el rol de las comisiones vecinales usadas como intermediarias para el blanqueo del esquema.
Es así que en los años duros de la pandemia por el covid -19 aseguraron facturaciones empresas de maletín creadas por el entorno de Prieto para asegurar transferencias, detrás de comisiones vecinales, principalmente. Surgieron nombres de operadores políticos, parientes de su exnovia Vanessa Florentín, actual asesora de la Municipalidad con importantes acopios de contratos que vulneran principios de compras públicas, específicamente en precios y calidad.
Solo en el 2020 liberaron órdenes de compra por G. 3.042 millones. Comisiones no cumplían su rol comunitario, sino sirvieron para eludir la Ley de Contrataciones Públicas sin ningún tipo de control ni las garantías de la contraprestación efectivo de las adquisiciones y servicios. Bajo este sistema parientes de la ex de Prieto amasaron millones gracias a contratos de manera directa y hasta cobraban la totalidad de lo adjudicado sin las actas de recepción definitiva en algunos casos.
NAVIDAD SUSTENTABLE, OTRA MANIOBRA
La primera Navidad Sustentable surge como otro caso relevante en el esquema descripto. Un “proyecto” que en los papeles se atribuye a los vecinos, en la realidad fue mentado en las oficinas de la Municipalidad, como en las ejecuciones anteriores ya difundidas. Es así que con un ingenioso plan que usó como gancho “la renovación de la imagen de Ciudad del Este como una comunidad”, sacaron a través de la Comisión de Apoyo a Eventos de Interés Social, Cultural y Deportivos, G. 2.009 millones de las arcas de la institución, de los cuales G. 1.715 millones otorgaron a una ropería y tienda de frazadas, esquivando todas las normas de contratación pública en concepto de compras fuera de su rubro, consistente en materiales de la construcción.
Al mismo estilo de Tía Chela y otros casos, simularon una millonaria compra de materiales de construcción como varillas, cementos, arena, perfilería, pinturas, herramientas y una extensa lista de artículos de ferretería a L & C Import – Export SA que en la realidad vende frazadas, ropa, toallas, mercería en general. El negocio está representado por Alexis Brizuela y entre los socios figura el nombre de Mario Larroza a quien identifican como otro conocido operador de Miguel Prieto, privilegiado con facturaciones a la Municipalidad a través de comisiones vecinales.
El manejo discrecional de estos recursos, sin control, trazabilidad, descaradamente se ejecutó para la facturación de los amigos, ya que toda la estructura municipal fue movilizada para realizar los trabajos. Empleados de la institución fueron los que trabajaron desde el reciclaje de varios de los elementos necesarios hasta el montaje y desmontaje de las piezas y adornos. Se esquivaron principios de calidad, precio y trazabilidad que garantice la provisión conforme a los pagos.
Nuestro medio visitó la tienda de toallas L&C y efectivamente constató que el responsable del negocio es Alexis Brizuela, según lo mencionado por una amable joven que nos atendió y proporcionó sus datos, que coinciden incluso con el número de teléfono que obran en las facturas emitidas a la organización de vecinos. Consultada sobre los materiales que vendieron a la Municipalidad mediante una comisión vecinal, la señorita identificada como “la hija de la dueña”, dijo que ella se encarga del negocio de las ropas que “es mi área”, pero que el negocio es enorme y están guardados en otro lugar.