Las revelaciones de unas cuentas bancarias por valor de USD 21 millones a nombre de dos empresas que tienen como beneficiario final al expresidente Mario Abdo Benítez junto con su esposa Silvana López Moreira, generó un sustancioso debate en el programa “Mina en casa” del domingo último, sobre las posibilidades que tiene Paraguay, principalmente a través de su Ministerio Público de poder profundizar investigaciones que esclarezcan oficialmente el caso.
- Por Rossana Escobar M.
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La mesa del programa “Mina en casa” reunió en la edición de ayer domingo a profesionales del sector privado, altos funcionarios y exfuncionarios del Estado en un debate de gran relevancia en torno al escándalo que sacude al expresidente Mario Abdo Benítez, a quien, junto con su esposa Silvana López Moreira, publicaciones de un periodista argentino atribuyen el ocultamiento de USD 21 millones en cuentas bancarias a nombre de dos empresas en paraíso fiscal de las islas Seychelles.
Los invitados fueron Armindo Torres, director de Declaraciones Juradas de la Contraloría General de la República; Éver Otazú, gerente general de Impuestos Internos de la Dirección Nacional de Impuestos Tributarios (DNIT); Rossana Escobar, periodista de Investigación del Diario La Nación; Carlos Palacios, abogado de Derecho Bancario y Societario; y Juan Emilio Oviedo, exfiscal de Asuntos Internacionales del Ministerio Público.
La opinión predominante en la mesa se orientó hacia la necesidad que tiene el Paraguay de esclarecer un hecho escandaloso de acumulación de fortuna que tiene en el ojo de la tormenta a un expresidente, en este caso Abdo Benítez. En este contexto, el exfiscal de Asuntos Internacionales, Juan Emilio Oviedo, explicó didácticamente la oportunidad que tiene el país de profundizar investigaciones que brinden informaciones de manera oficial que puedan dar luz al asunto.
En el marco de esa oportunidad país, mencionada por exfiscal Oviedo, el Ministerio Público tiene un rol clave e ineludible, asignado como autoridad central para el cumplimiento de los tratados y las obligaciones internacionales.
“El Ministerio Público tiene ya hace varios años, varias décadas, herramientas jurídicas y operativas como para accionar y excitar a la jurisdicción de otro país a que comparta información que pueda realizar la trazabilidad de cuentas bancarias de dinero, realizar medidas cautelares para poder congelar bien en el extranjero y eventualmente solicitar repatriación de fondos provenientes de algún hecho punible”, refirió Oviedo.
Sostuvo que Paraguay tiene la convención de Palermo del año 2000 sobre crimen organizado trasnacional que tiene más de 160 países signatarios. Así también, la Convención de las Naciones Unidas contra la corrupción que tiene casi 190 signatarios, “donde nosotros seguramente no tenemos todos los tratados bilaterales, pero invocando esos instrumentos se establecen las formas para una cooperación internacional para solicitar la extradición de alguien, para congelar o repatriar bienes producto por ejemplo del lavado de dinero”, dijo y agregó que incluso se redujeron la cantidad de trámites para la obtención de información desde los bancos que están obligados a la provisión de datos veraces.
TRATO DIRECTO ENTRE FISCALÍAS
“En el caso de las islas Seychelles, la autoridad central es la oficina del fiscal general. Entonces hay un trato directo entre ambas fiscalías, salvo que la fiscalía paraguaya requiera una intervención judicial, por ejemplo, para embargar una cuenta”, explicó Oviedo. Por su parte, el director de la Contraloría, Armindo Torres, subrayó que se encuentran imposibilitados en dictaminar sobre la correspondencia o no de bienes de Abdo, debido a que los organismos pertinentes como el Ministerio Público no proporcionaron los resultados de investigaciones con relación al movimiento ganancial de sus empresas de asfalto que no fueron consignados en su declaración jurada al dejar el cargo.
Cabe recordar que las distribuidoras de asfalto Aldia SA y Createc SA del expresidente Abdo facturaron 70 veces más durante su gobierno, pero estas multimillonarias ganancias en torno a los USD 45 millones fueron ocultas bajo la figura de fondos de reserva y no impactan en su crecimiento patrimonial.
“A mí me llama la atención es que si el presidente, en su declaración jurada de salida, no reveló este incremento patrimonial que tuvieron sus empresas. De entrada me parece una omisión gravísima porque si yo soy titular de una empresa que tiene acciones de determinado valor al momento que yo asumí el cargo y estas ganancias exorbitantes se generaron durante mi presidencia, el hecho que haya decidido durante las asambleas no recibir dividendo y haber tomado la decisión de llevar todas estas utilidades a cuentas de reservas, eso genera un incremento patrimonial en las empresas que correlativamente lleva a un incremento en el valor de la participación accionaria que tienen los accionistas en esas empresas. Si yo cuando entré declaré que mi participación accionaria en la empresa valía 100, pero al salir el patrimonio de estas empresas que se incrementó no sé cuánto… eso también debería declararse como el nuevo valor de mi participación accionaria”, manifestó el abogado Carlos Palacios.