Una de las últimas adjudicaciones de G. 5.200 millones por vía de la excepción para construcción de puentes, alarga el listado de contrataciones que realizó Miguel Prieto por casos de emergencia que solo fueron eficientes para dineral de desembolsos, ya que los resultados con relación a la urgencia argumentada están más que postergados.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
Cuando se creía que el desvencijado puente de lata que el país heredó del exministro de Obras Públicas Arnoldo Wiens y que está ahí al costado de Ñu Guasu oxidándose al sol, siendo consumido por la herrumbre, no tendría competencia, aparecieron los puentes de Miguel Prieto en algún recodo de Ciudad del Este.
Obras son amores, diría el dicho, pero en este caso, los grandes emprendimientos viales encarados por el intendente esteño no son más que mamotretos, verdaderas ofensas al ciudadano paranaense, que no sabe hasta cuándo vivirá la tortura de pagar sus impuestos, para que el jefe comunal los derroche en obras que no valen la pena. Sin embargo, habilitaron G. 5.200 millones y lo único que corrió sobre rieles es el pago de anticipo ya que los trabajos como la entrega tienen un atraso de más de 6 meses, pese a la urgencia impostergable que alegó la administración del cuestionado Prieto para contratar por vía de la excepción.
Estas últimas contrataciones del cuestionado Prieto lo tienen prácticamente con pie fuera de la Municipalidad de Ciudad del Este ya que no se trata de casos aislados, sino de un esquema arrastrado desde sus primeros años como intendente, tal como vienen alertando investigaciones periodísticas de nuestro medio.
Detrás de escandalosas maniobras en adjudicaciones por urgencia como las compras simuladas de alimentos en pandemia a la Tía Chela o al constructor de pozo artesiano, tío de la exnovia de Prieto de nombre Vanessa Florentín, siguieron cientos de casos fraudulentos, confirmados por la Contraloría General de la República y reconfirmados por el equipo interventor.
LOS PUENTES
En el caso de los puentes construidos por la empresa San Francisco Emprendimientos SA, que ganó una licitación para construir un puente por valor de G. 3.120 millones. A vistas del enorme costo que se consignó en los portales oficiales, se presagiaba que se haría un trabajo impecable, pero como todas las cosas que vienen de la intendencia de Miguel, eso no es dable.
La obra debía arrancar con el contrato firmado en setiembre del año pasado, con terminación fijada para diciembre de 2024, según el contrato de excepción con urgencia impostergable. Ciertamente el trabajo fue entregado, pero una foto vale tanto para exponer el burlesco paisaje que se tiene con la colocación del puente que, definitivamente, fue inflado en su costo para acabar mostrando su cara al sol con un diseño parecido a tareas plásticas de primaria. Luego, otro consorcio denominado M y E entró a la carrera licitatoria para ocuparse de una obra similar. Mismo proceso, mismo resultado, incluso, con un panorama peor, porque en el caso de este último consorcio, el trabajo que se adjudicó sigue dilatándose pese a que en tiempo récord que cocinaron un contrato que habilita hasta un monto de G. 2.080 millones.
En el caso de San Francisco, especula una publicidad engañosa. En uno de los remedos de puentes que iniciaron hay un cartel de mala muerte ubicado en algún punto cercano a esa obra, donde anuncian que la inversión es de apenas G. 66 millones y un poco más. Pero nadie contó que, en realidad, ese precio era por metro cuadrado o al menos ese es el cálculo más parecido que se puede considerar puesto que ya se abonó G. 479 millones y tienen disponible para completar un gasto de hasta G. 884 millones, mientras en el cartel muestran un monto de G. 66 millones. Entonces, la que parecía una obra barata terminó costando una barbaridad, seguramente mucho menos de lo que aparenta y con el resto del dinero en manos de los “dueños” de la Municipalidad, que hoy están viendo cómo la arena se les volvió movediza y el hundimiento les parece inminente.
Además de estas maniobras de derroche que van tomando estado público, la intervención sigue su curso en la Municipalidad, pese a la carestía documental y según vientos que soplan del Este, Miguel Prieto está a punto de acusar recibo por su demanda número 50, según ya adelantó la Contraloría Ciudadana de Ciudad del Este.