Las multimillonarias ganancias de las empresas del expresidente Mario Abdo Benítez ocultas como reservas operativas y cuyo destino resulta un verdadero misterio, puesto que no se observan movimientos que avalen que se aplicaron para los fines constituidos, tiene otra arista aún más compleja sobre la ruta del dinero. Y es que el 66 % de los montos declarados como reservas, equivalen a cuentas consignadas a nombre de deudores por ventas que superan ampliamente los declarados por estos clientes.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@nacionmedia.com
El análisis de correspondencia de bienes al expresidente de la República Mario Abdo Benítez que tiene varada a la Contraloría General de la República (CGR) en su conclusión desde hace exactamente un año, tiene cabos sueltos que resultan urgentes de enlazar tras el escándalo desatado con el descubrimiento de indicios de unos USD 21 millones guardados por el exmandatario en un paraíso fiscal, en Seychelles, África.
Ganancias multimillonarias de las empresas distribuidoras de asfalto de Abdo que fueron de hasta 70 veces según confirmó la Contraloría, no se visualizan en su declaración jurada de bienes, tampoco generaron ingresos para el fisco porque fueron enviadas a un fondo de reservas consistente en un recurso que aplica para inversiones y de esta forma exceptúa de pago de impuestos a los dividendos y utilidades conocido con sus silgas (IDU). De esta forma, no se puede dictaminar si hay o no correspondencia de bienes o evasión impositiva a través de las empresas Aldia SA y Createc SA.
Para la interpretación final de la Contraloría resulta clave identificar el origen de unos G. 40.000 millones recurso detallado como “inversiones a largo plazo” de Aldia SA. El monto resulta llamativo y fue advertido por la administración tributaria por el aumento considerable en el 2023 que en términos porcentuales equivale un incremento del 2.799% con relación al año anterior.
“Se verifica que estas inversiones radican mayoritariamente en colocaciones de capital en el sistema financiero que implican liquidez para su correspondiente obtención. En ese sentido, es preciso establecer la trazabilidad de las operaciones para determinar si el capital utilizado proviene de pagos de los deudores por ventas, disponibilidades bancarias, venta de activos u otras fuentes”, es decir, se desconoce el origen del multimillonario monto, subraya el estudio de Contraloría.
En cuanto a las reservas operativas existen datos aún más sospechosos porque podría encubrir un desproporcional aumento de bienes y evasión de impuestos. El 90 % de las ganancias de ambas empresas equivalentes a G. 292.000 millones fueron a fondos de reservas operativas; sin embargo, no existen movimientos que avalen la utilización para los fines constituidos, según el informe preliminar del organismo de control.
DEUDORES POR VENTAS
Precisamente, el 66 % de los montos declarados como fondos de reservas operativas equivalen a la cuenta de deudores por ventas. El activo declarado tanto por Aldia SA y Createc SA de deudas de sus clientes son muy superiores al detalle de las cuentas pasivas declaradas por sus clientes, en algunos casos hasta inexistentes, según el análisis de sus estados financieros.
“A partir de los clientes que componen la cuenta DEUDORES POR VENTAS detallados en los Estados Financieros, se procedió a cruzar con el detalle de la cuenta pasiva PROVEEDORES LOCALES declarado por los clientes en sus respectivos estados financieros, donde se verificó que algunos clientes declararon montos inferiores conforme se detalla a continuación”, refiere el estudio de la CGR y que se grafica en el cuadro adjunto a este artículo. La incongruencia se verifica en los estados financieros de ambas empresas mencionadas.
Así también el reporte del ente contralor señala que tanto en Aldia SA como Createc SA declaran “subcuentas CHEQUES DE PAGO DIFERIDO, OTROS CLIENTES y DOCUMENTOS A COBRAR - PAGARÉS; los cuales no pueden ser verificados atendiendo a que el contribuyente no detalló en su Nota a los Estados Financieros los clientes que componen esas cuentas”.
Estas últimas observaciones mencionadas tornan bastante delicadas las maniobras en las empresas del expresidente ya que no existen garantías del destino final de las reservas, montos por los cuales no se tributa. Hasta sugieren especulaciones de que la plata pudo haberse retirado, fue otro lado y se rellenó con deudas que, de entrada, ya son sospechosas porque en varios casos no son reconocidas por los clientes, son inferiores o simplemente no existen en el pasivo de los mismos.