La crisis sanitaria que afecta a los pacientes oncológicos debe su origen en parte a la falta de infraestructura del Instituto de Previsión Social (IPS), cuyos asegurados se ven obligados a recurrir al sistema público en búsqueda de soluciones, situación que acelera la escasez de medicamentos en los centros de salud pública.
- “La caja negra”
En las últimas semanas, los pacientes oncológicos vienen expresando su angustia y desesperación al enfrentarse a terribles carencias. Los asegurados del IPS, institución que afronta problemas financieros heredados de la administración anterior, recurren al Instituto Nacional del Cáncer (Incan) y aceleran la disminución del stock de fármacos que están previstos para el tratamiento de los pacientes que asisten al sistema público.
Ante el crecimiento constante de la demanda de servicios de la previsional y de modo de brindar una atención integral, el IPS diseñó y adjudicó a finales de 2022 (durante la gestión de Vicente Bataglia) la construcción del nuevo Centro Hemato-oncológico.
La obra efectivamente inició en una parte del terreno del Parque de la Salud. Vistas aéreas a las que accedió “La caja negra” muestran el arranque de los trabajos; sin embargo, estos no prosiguieron y quedaron estancados debido a la falta de flujo financiero.
Para la construcción y refacción de hospitales, el IPS había celebrado en el año 2017 un fideicomiso con el Banco Atlas (del grupo Zuccolillo). La conclusión del Hospital Ingavi, la Policlínica, el Hospital Día y el Centro Hemato-oncológico son las obras que, según el contrato de fideicomiso, están financiadas por G. 828.000 millones de guaraníes, monto que fue depositado en el Banco Atlas.
Ingavi y la Policlínica fueron terminados y entregados en el 2022, no así el Centro Hemato-oncológico y el Hospital Día, que se encuentran en proceso de construcción, con un avance de solo 25 %.
Una auditoría externa ordenada por las actuales autoridades del IPS reveló que el banco Atlas y la anterior administración de la previsional usaron fondos de este contrato fiduciario para operaciones contrarias a las aprobadas por el Consejo de Administración. El monto esfumado entre el 2021 y 2022, fue de G. 828 mil millones. El dinero fue desviado durante el gobierno de Abdo para pagar obras de mantenimiento que no eran objeto del fideicomiso, lo cual generó el descalce financiero. Esto se hizo con el completo aval del banco de los Zuccolillo.
El Centro Hemato-oncológico fue establecido como prioridad ante la necesidad de dar respuestas a los pacientes que luchan contra el cáncer; sin embargo, no fue completado por la administración anterior. Ahora se requiere la suma de G. 216.000 millones aproximadamente para seguir con los trabajos de construcción.
AUDITORÍA
De acuerdo con la auditoría realizada por el IPS, el monto estimado para este centro fue de 336.000 millones de guaraníes, de los cuales se llegó a pagar 4.827 millones de guaraníes, al 31 de diciembre de 2023.
El informe elaborado por la consultora Griselda María Irala en enero de este año refiere que, según los antecedentes verificados, originalmente estaba previsto que las obras tendrían una duración de entre 7 y 10 meses, y la ejecución del Fideicomiso se inició en el año 2017. Sin embargo, casi al final de la administración anterior, el 11 de agosto de 2023 se pagó al Consorcio Hospitalario G. 4.827 millones en concepto de Certificado de Obras n.° 01 por la construcción del Hospital Hemato-oncológico. En tanto que el anticipo financiero de G. 10.844 millones fue pagado con fondos propios del IPS. El valor total del contrato adjudicado asciende a G. 216.880 millones y a la fecha, el fideicomiso ya no cuenta con fondos remanentes suficientes para financiar la ejecución completa de la obra.
En el documento se deja constancia que no se pudo evidenciar ninguna documentación relacionada con la reprogramación o modificación de este contrato que respalde los fondos asignados a obras distintas a las presupuestadas. Según lo manifestado por los responsables de las áreas de Infraestructura y de Mantenimiento, varias de estas obras no estarían concluidas; existiendo Certificados de Obra pendientes de pago y contratistas que están reclamando al IPS el pago de sus acreencias.
Para concretar el desvío de dinero, se incluyeron “Otros centros hospitalarios” como objeto de financiamiento, esto sin siquiera incluir un listado de lo que se pretendía construir. De esta manera, se utilizaron los recursos del fideicomiso en el mantenimiento de edificios administrativos, y se hicieron pagos con firmas no autorizadas.
Tampoco se comunicó a la Superintendencia de Bancos, como autoridad contralora de la Ejecución del Encargo Fiduciario, el listado de obras financiadas, el monto de los pagos a ser ejecutados, y la estabilidad de los flujos monetarios. En ese sentido, desde la previsional ya solicitaron al Banco Central del Paraguay informes sobre el caso que involucra al banco Atlas y al equipo abdista.
Así también, la actual administración, además de denunciar a la anterior por las falencias detectadas en el manejo de los fondos que debían destinarse a mejorar la atención a los asegurados, se encuentra actualmente articulando los trabajos para retomar la obra que una vez finalizada podrá brindar una atención acorde a la necesidad de los pacientes oncológicos.