Olga Caballero, oenegeísta del clan Núñez-Defelippe y relevo de Soledad Núñez en un par de oenegés, una de ellas Alma Cívica, organización cuyo origen de financiamiento mantiene bajo siete llaves y en la que varios operadores de la Concertación Nacional fungieron de observadores voluntarios, inició un tour mediático como entrevistada para dar cátedra sobre democracia, mientras su empresa “sin fines de lucro” continúa valiéndose de instituciones públicas para sostener el negocio.

Rossana Escobar M., rossana.escobar@nacionmedia.com

La directora relevo en Alma Cívica del clan Núñez-Defelippe (Soledad Núñez y Bruno Defelippe), pareja de candidatos que fracasaron con la Concertación Nacional no escatima para hablar de democracia y dar lecciones de civismo, a diferencia de su manejo cuando se trata de proveer información que ataña al financiamiento de estas empresas llamadas oenegés. Olga Caballero, leal del clan, aparece en varias de las oenegés del matrimonio y es reemplazo de Núñez en Techo para mi País y Alma Cívica, esta última se constituyó en una base política interesante para la llegada de Núñez con varias autoridades políticas, ya que con el esquema de cursos de capacitación en gobernanza ingresaron a municipalidades y gobernaciones.

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En estos días, Caballero inició un tour mediático entre los que anunció unas “jornadas” de entrevistas en importante holding. La oenegeísta del clan Núñez-Defelippe se explayó en sus intervenciones sobre democracia, gobernanza, educación cívica, la política al servicio del bien común, y en ningún momento hizo referencia a los cuestionamientos que arrastra su ONG por el esquivo a la transparencia.

Las iniciativas políticas de la ONG que hoy dirige Caballero involucran al Estado, de hecho, en las actividades promocionadas en redes sociales se hace alusiones a “apoyo” de varias instituciones públicas. Cabe subrayar, además, que Alma Cívica viene abarcando espacios en gobernaciones municipalidades mediante “cursos” de capacitación en gobernanza y entre los “capacitadores” había algunos identificados como muy fanáticos de la Concertación Nacional, principalmente, de la excandidata a vicepresidenta de la República. En este contexto, no fue menos relevante la condición de observador que quiso tener de vuelta en las últimas elecciones generales, este organismo que finalmente desistió por los requerimientos de transparencia financiera y por tener en sus filas a Bruno Defelippe hasta el último instante de las postulaciones, según habían confirmado desde el Tribunal Superior de Justicia Electoral.

Evidentemente, el oxígeno económico de la ONG se respalda con estos proyectos que utilizan al Estado; sin embargo, nadie de la organización se digna en transparentar los gastos para entender quiénes realmente se encuentran en el interés de sostenerlos. Desde los órganos de control de movimiento financiero como es la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero (Seprelad), niegan información al respecto alegando que “son de carácter reservado”.

Parte de la escritura de constitución de Alma Cívica en la que figura Olga Caballero junto con el clan Núñez-Defelippe

VÍNCULOS CON EL CLAN NÚÑEZ-DEFELIPPE

Alma Cívica fue creada a fines de 2020 por Soledad Núñez junto con su esposo Bruno Defelippe y sus amigos de otras oenegés como Fernando Sosa Maciel, Federico González Caballero y Olga Caballero, según constan en los documentos proveídos por el Ministerio de Hacienda. Caballero también aparece como secretaria de Sendas Py, ONG que promueve las cuestionadas bicisendas y de la que es parte Defelippe. La mujer figura, además, en el staff de profesionales asociados a Conardi SA, conocida como OCA Consultora, contratista que se adjudicó el anteproyecto de la bicisenda. Entre los colaboradores de Alma Cívica está Catherine Lynn Kelly, tesorera de la ONG, según los documentos del Ministerio de Hacienda. Ella también pasó por otra ONG junto con el matrimonio y fue reclutada por Soledad Núñez como directora financiera al asumir el cargo de ministra de la Vivienda.

Diego Fernando Sosa Maciel, quien aparece en las escrituras de los Registros Públicos como cofundador de Alma Cívica, parte del primer consejo directivo de la ONG, fue voluntario de Techo Py junto con Soledad Núñez. Y con Bruno de Felippe están vinculados al proyecto Agendia, beneficiario de capital semilla apoyado por una empresa privada y también Conacyt.

Olga Caballero, relevo del clan Núñez en ONG, promocionó “jornada” de entrevistas en medios de comunicación, mientras oculta financiamiento de la organización que involucra al Estado

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