El especialista Enrique López Arce explicó que el año que cerró fue de los más duros para conseguir un empleo digno y cobrar el salario mínimo legal vigente, a esto se le suma que varios de ellos no recibieron aún el aguinaldo del 2022. En el país hay aproximadamente 500 mil jornaleros, más 188 mil que están con subempleos y 238 mil personas están desempleadas. Asimismo, agregó que aproximadamente 1 millón de trabajadores prestan servicios en pequeñas y medianas empresas, varios de ellos sin percibir al menos G. 2.550.307 al mes.
- Por Santiago Rodríguez
- santiago.rodriguez@nacionmedia.com
La falta de empleo y las informalidades laborales son el yugo con el que miles de paraguayos deben cargar constantemente, especialmente cuando la economía nacional sigue golpeada tras la pandemia del covid-19 y por la inflación, entre otros factores que frenaron la creación de fuentes de empleo en el 2022, el cual para el abogado especialista, Enrique López Arce, fue un año bastante duro para el repunte laboral.
Tal como explica el entrevistado, el empleo no está divorciado de la economía nacional, ya que depende de cómo le vaya al país para que se generen nuevas fuentes de trabajo como son la creación de nuevos comercios, ampliación de empresas consolidadas u obras de construcción, sean públicas o privadas.
Justamente esta baja generación de fuentes de empleos durante el año pasado es la que prácticamente obliga a miles de compatriotas a caer en la informalidad, haciendo que esta crezca, tal como muestran los datos del informe de la Encuesta Permanente de Hogares Continua del Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al tercer trimestre del 2022, en el cual se expone que actualmente hay 426 mil personas con problemas de empleo (238.352 desempleadas y 188.175 subempleadas).
INFORMALIDAD
En ese sentido, el abogado sostuvo que el principal problema con el que hoy día se debe lidiar es la informalidad reinante. Es que debido a esta coyuntura, al 70% de los trabajadores le son violentados sus derechos. Esto quiere decir que, tal y como está la situación, el problema no tiene que ver solamente con los pagos de aguinaldo, sino que a 7 de cada 10 trabajadores actualmente les son vulnerados sus derechos laborales, según López Arce y, por tanto, no tienen aguinaldos, horarios o remuneraciones adecuadas, ni menos aún una estabilidad en el trabajo. “De 10 trabajadores, solo 3 cuentan con seguridad social debido a la precariedad laboral en la que se encuentran”, refirió.
“Cuando a la economía le va mal, hay precariedad laboral. Entonces la empresa le dice a su trabajador. ‘Vos elegís, no te puedo más pagar el salario mínimo, pero te puedo pagar G. 1.500.000, ¿querés quedarte? De lo contrario te tengo que dejar ir’, eso es lo que ocurre, mucha gente pasó a la informalidad”, comentó el especialista.
Actualmente, un millón de personas dependen de empresas con entre 2 y 12 colaboradores, es decir, micro o pequeñas empresas, las cuales por lo general no cuentan con una estabilidad y, por lo tanto, no suelen superar el año. Esto, según López Arce, contribuyó a que varias de ellas no sobrevivieran a la pandemia debido a que no cuentan, en su mayoría, con la suficiente espalda financiera para afrontar fuertes crisis económicas.
“Nuestro desafío es que tengamos un mayor porcentaje de empresas grandes, más industrialización”, resaltó el abogado.
Por otro lado, además de los trabajadores dependientes de estas empresas, también se encuentran los jornaleros. Según López Arce, hoy día son 500 mil personas las que trabajan bajo dicha modalidad, entre ellas unos 260 mil trabajadores de la construcción y 200 mil corresponden a personal doméstico quienes, que en su gran mayoría, no alcanzan a percibir G. 2.550.307 al mes.