El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, puso a su hijo Mario Abdo Díaz Benza a manejar la próspera distribuidora de asfalto de contratistas del Estado que él mismo había declarado de su propiedad hasta asumir el cargo y que, según documentos oficiales, escrituras públicas, documentos de la última asamblea ordinaria, revelan utilidades multimillonarias que en un solo año (2021) aumentaron 1.290% en relación con el 2017.

Almacenamientos y Distribución de Asfaltos SA (Aldia), firma que figura en las Declaraciones Juradas de Bienes y Rentas del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, presentadas hasta asumir el cargo, además de aumentar 450% sus valores de importación en años de fuerte crisis económica por la pandemia del covid-19, también generó millonarias utilidades en tiempos en que las empresas no dedicadas al rubro “de oro” promovido desde el Gobierno pasaron mal, muchas incluso tuvieron que cerrar.

Es sabido de la bandera insignia del oficialismo con la cantidad de rutas que fueron licitadas desde la asunción de Abdo Benítez, gracias a la articulación del candidato elegido Arnoldo Wiens desde el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), que potenció las operaciones de la empresa asfáltica con exponencial crecimiento en utilidades netas comparadas entre el año 2017 y el cierre del ejercicio anterior (2021).

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Declaración Jurada de Abdo Benítez con acciones en Aldia consignadas al asumir el cargo de presidente de la República.

El presidente Mario Abdo se ocultó detrás de su hijo del primer matrimonio, Mario Abdo Díaz Benza, a quien puso en su representación de la próspera distribuidora de asfalto de los contratistas del Estado, según el acta de asamblea de fecha 27 de abril del 2022, proveída por el Ministerio de Hacienda vía Ley de Acceso a la Información Pública.

Aldia es la principal proveedora de asfalto de las constructoras con multimillonarios contratos con el Estado, principalmente en el MOPC.

La distribuidora que pasó bajo la representación del hijo de Abdo Benítez, en el año 2021 generó utilidades netas de G. 92.647 millones, muy de la mano con el aluvión de licitaciones para obras de rutas que desde el MOPC realizó el hoy precandidato del oficialismo colorado a la Presidencia. Cabe recordar que, según escritura número 13 de la firma Aldia, protocolizada el 30/05/2018, la compañía contaba con una utilidad neta del ejercicio 2017 de G. 6.665 millones, de los cuales G. 4.000 millones fueron para integrar más acciones.

El presidente de la República otorgó poder de representación a su hijo Mario Abdo Díaz Benza en distribuidora que vende asfalto a contratistas del Estado.

La diferencia entre las utilidades del 2017 de Aldia, antes que Marito asuma la Presidencia, y las del 2021, es de G. 85.982 millones; es decir, en un solo período facturó 13 veces más en relación con el año de su llegada como inquilino del Palacio de López, y desde que su administración priorizara por sobre cualquier cosa la construcción de rutas de la mano de Wiens. En plena pandemia y cuyos mayores desembolsos por contratos vinieron después.

Mario Abdo Benítez tiene depositadas en Aldia SA 8.750 acciones de G. 1.000.000 cada una, totalizando G. 8.750 millones, lo que representa el 87,50% del total del capital integrado de la sociedad. Es decir, es el dueño mayoritario del negocio.

SE PREPARÓ

Mario Abdo Benítez incrementó exponencialmente sus activos en acciones tras su renuncia al cargo de senador nacional y antes de asumir la Presidencia de la República, como se observa en sus declaraciones de bienes y rentas presentadas ante la Contraloría General de la República (CGR).

Con 92.647 millones de utilidades cerró el 2021 la firma Almacenamiento y Distribución de Asfaltos SA (Aldia SA), que tiene como accionista mayoritario al presidente de la República, Mario Abdo Benítez, que puso a su hijo Mario Abdo Díaz Benza en su representación.

En el 2013, antes de ingresar a ocupar una banca en la Cámara de Senadores, el mandatario declaró que tenía acciones por valor de G. 3.000 millones en la empresa Almacenamiento y Distribución de Asfaltos SA (Aldia). No hay que olvidar que el 1 de marzo del 2018 renunció a su función como legislador nacional, y el 15 de agosto debía empezar a ocupar la silla presidencial.

En ese contexto de renuncia, específicamente el 27 de marzo del 2018, Abdo Benítez declara ante la Contraloría que aumentaron sus acciones en Aldia y ya sumaban 4.375. Pero, en cinco meses, poco antes de su asunción, registró más acciones en la firma del rubro de rutas, pues, según su declaración jurada del 27 de agosto del 2018, sus activos en dicha firma habían subido de nuevo a 8.750 acciones.

Lo siguiente ya es historia conocida, de la mano de Wiens, el MOPC articuló un pico de licitaciones de pavimentación, y de paso la empresa del cual el Presidente es accionista mayoritario, creció 450% en importación de asfalto, entre el 2018 y el 2021.

Pero nada es chiquitajo, puesto que, según datos de la Dirección Nacional de Aduanas, de G. 23.515 millones en importación de asfalto en el 2018, las compras de la firma fundada por el Presidente treparon a G. 127.206 millones el año pasado.

El presidente de la República otorgó poder de representación a su hijo Mario Abdo Díaz Benza en distribuidora que vende asfalto a contratistas del Estado.

PODER PARA EL HIJO

Lo que se observa en el acta de la asamblea de Aldia del 2022 es que Mario Abdo Benítez, a través de un poder legal bajo escribanía, cedió su representación ante el directorio de la empresa a su hijo Mario Abdo Díaz Benza.

En el mismo documento consta que el presidente de la República tramitó una carta poder para que su hijo lo represente en Aldia ante la escribana pública Shirley Hermosa de Argaña un día antes de la asamblea, el 26 de abril del 2022, una herramienta legal estratégica para no aparecer en el negocio.

El presidente de la República otorgó poder de representación a su hijo Mario Abdo Díaz Benza en distribuidora que vende asfalto a contratistas del Estado.

Es importante señalar que el artículo 237 de la Carta Magna habla de las incompatibilidades del presidente y vicepresidente, y cita que no pueden ejercer cargos públicos o privados, remunerados o no, mientras duren en sus funciones. Tampoco pueden ejercer el comercio, la industria o actividad profesional alguna, debiendo dedicarse en exclusividad a sus funciones; sin embargo, Mario Abdo encontró una salida, puso a su hijo en la empresa que vende asfalto a contratistas del Estado.

Mientras la distribuidora del presidente facturaba, el pueblo sufría

Los propios profesionales de blanco salieron a manifestarse contra el Gobierno por la falta de insumos médicos, camas de terapia intensiva, vacunas y contra la corrupción de las compras covid.

En el 2021 el Paraguay pasó por la peor etapa de la pandemia del covid-19, período en el que superó las 16.600 muertes en medio de un año de crisis sanitaria en que faltaron insumos médicos, vacunas a tiempo e infraestructura.

El hastío de la población hacia el manejo del gobierno de Mario Abdo Benítez llevó a procesos de movilizaciones ciudadanas importantes, incluso médicos salieron a las calles a reclamar insumos, poniendo en jaque al gobierno de Mario Abdo Benítez.

Pero como si fuera poco, los pocos medicamentos del Ministerio de Salud y del IPS que había para personas internadas eran comercializadas en negro en las calles, según denuncias de familiares de pacientes.

El sistema sanitario colapsó por los casos de coronavirus, los contagios no cedían, Paraguay pasó a tener una de las peores tasas de contagios del covid-19 de América Latina, y las muertes superaban récords diarios de manera continua. En este escenario, los médicos estaban agotados de ver tanta muerte, sin insumos médicos, sin vacunas y sin camas para pacientes, y la cartera sanitaria había declarado alerta roja.

La corrupción, la ineficiencia e ineficacia llevó al Paraguay a tener pico de contagios de coronavirus, que colapsaron el sistema de salud y que se llevó miles de vidas.

La gestión por la compra de las vacunas había sido un fracaso rotundo, y un claro ejemplo es que hasta ahora el Mecanismo Covax adeuda una importante cantidad al Paraguay, puesto que mantiene aún congelados unos US$ 5.670.990 de la emergencia sanitaria.

Fue finalmente gracias a la cooperación de aliados estratégicos que se consiguieron lotes de biológicos para poder inmunizar a una cantidad importante de la población. Como aquel día histórico de julio del 2021, cuando gracias a una cooperación de la Casa Blanca, arribó al Paraguay las primeras un millón de dosis de Pfizer.

COSTOS ELEVADOS

Fue un período en el que el paraguayo se volvió más pobre, se agudizó el problema de la inflación, los precios de los productos se fueron por las nubes, principalmente los de la canasta básica. Esto, claramente como consecuencia de la deficiente política energética que derivó en una serie de reajustes de los precios de combustible.

La corrupción, la desidia y las muertes marcaron el 2021, sin embargo, la prioridad de la construcción en rutas llevó a que la empresa declarada por el presidente tenga un año más productivo en materia económica.

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