Tienen edificaciones de hasta 50 años de antigüedad con todo tipo de problemas, desde grietas, humedad, goteras, entre otros males que ponen en peligro la seguridad de toda la comunidad educativa. Son los padres quienes intentan realizar mejoras, pero los recursos para todas las reparaciones son limitados, tanto es así que niños y niñas deben usar todavía baños de madera con problemas de agua.
- Unidad de Investigación Nación Media
En Itapúa las condiciones desoladoras de las instituciones educativas no son diferentes a las de la mayoría de los puntos del país. Hay estructuras que datan de los años 70 y 80 y necesitan con urgencia refacción y mantenimiento, porque la seguridad de los alumnos y docentes está en riesgo. Sin embargo, a pesar de las solicitudes, no reciben respuestas por parte del Gobierno central.
En la escuela Arcángel O. Benedetti, del barrio San Juan, distrito de San Juan del Paraná, tuvieron que clausurar definitivamente varias aulas, aunque toda la institución está en situación de riesgo, porque los materiales de la edificación tienen cerca de 50 años.
“Necesitamos cambiar techos y paredes, los materiales son muy antiguos y tienen casi 50 años, entonces se van derrumbando las paredes, se van hundiendo los pisos, se va para abajo”, dijo la directora Sandra Laguna.
Tanto es el peligro, que incluso, si llegara a ceder la estructura los que estén adentro podrían correr el riesgo de quedar atrapados entre los escombros, comentó la directora. “Realmente estamos en riesgo, es un riesgo tanto para los niños como para los docentes que acudimos a trabajar todos los días. Es más, dicen que si se llega a caer ya no nos va a dar tiempo para salir afuera”, añadió.
Para no perder el año, en los salones que están un poco mejor unieron los grados. “A pesar del riesgo estamos dando clases, seguimos haciendo proyectos y buscando la manera de sacar la educación adelante”, concluyó Laguna.
REFACCIÓN TOTAL
La escuela María Auxiliadora, que está situada en la zona de Puerto Triunfo, del distrito de Natalio, también necesita una atención de urgencia. Este centro de enseñanza está en una zona rural, la infraestructura fue construida ya en los años 70 y 80, y actualmente ya se encuentra bastante deteriorada.
“La parte del techo necesita una refacción total porque son tejas de esos años y tiene goteras, y hay partes que se rompieron y la ACE (Asociación Cooperadora Escolar) logró reparar algunas partes, pero realmente muy poca asistencia tenemos del MEC”, comentó el director Osmar Orrego.
Agregó que los sanitarios representan un riesgo para los docentes y estudiantes, pues por el deterioro ya corre peligro de derrumbe. Además de la decadencia y la necesidad urgente de refacción edilicia, Orrego mencionó que necesitan una sala especial, un espacio con todas las comodidades para los más pequeños del nivel inicial.
BAÑO DE MADERA
La escuela Don Ángel Zarza, del barrio Uru Sapucai de Encarnación, también es otra de las olvidadas del MEC y del Gobierno. La directora, Ilda Toppi Irala, indicó que desde hace varios años que vienen solicitando asistencia para las refacciones para las aulas, y nuevas construcciones, como por ejemplo la construcción de un baño nuevo porque el que tienen es de madera.
“Que nos construyan un baño nuevo y que esté más cerca de la institución. El bañito que tenemos es muy precario, es pequeño y no cuenta ni con luz”, manifestó la docente, quien agregó que incluso a veces no pueden estirar la cadena del inodoro por falta de agua.
Mencionó que en días de lluvia no pueden usar el baño, por más precario que sea, porque terminarán empapados al llegar hasta ese punto.
Por último, dijo que del Gobierno no reciben ninguna asistencia en este aspecto, y reclama que la reparación o cambio del “techo es la necesidad urgente”, por las filtraciones.