El ex ministro Arnaldo Giuzzio, destituido por vinculaciones narco, dejó a un incondicional en un puesto de élite en el acceso a datos de inteligencia en investigaciones contra actividades criminales. Juan Manuel “JJ” Jara, alias Pepino, muy cuestionado por filtraciones de escuchas telefónicas que favorecieron a narcotraficantes, fue director de inteligencia de Giuzzio en la Senad, luego fue arreado por este al Ministerio del Interior cuando asumió como ministro y quedó en una función altamente sensible: “La Coordinación General con Organismos de Inteligencia”.

Cayó por vinculaciones narco al descubrirse que recibió favores de presunto narcotraficante, uno de los más buscados por el Brasil, pero a pesar de esto, se puede decir que el ex ministro de la Secretaría Nacional Anti­drogas (Senad) y del Interior Arnaldo Giuzzio sigue mane­jando unidades de inteligen­cia de investigaciones contra actividades criminales, en las que se incluyen precisamente operaciones antinarcóticas.

En estos días reconfirmamos que Giuzzio frecuenta la Senad y se pasea por la institución como si fuera un funcionario en cumplimiento de sus obli­gaciones.

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Arnaldo Giuzzio, ex ministro.

Aprovechando el beneficio que le otorga la Ley 6667 que rige para los ex altos funcionarios de la entidad antinarcótica de contar con servicio de seguri­dad hasta dos años después de haber dejado el cargo, abusa de su privilegio para seguir hus­meando en la Senad, además de otras oficinas de inteligen­cia del Estado donde tiene infil­trado a un personaje clave en las pesquisas al crimen orga­nizado, cuando precisamente el mismo fue destituido por su vínculo con Marcus Vini­cius Espíndola, uno de los pre­suntos capos narcos de mayor interés del Brasil.

Giuzzio se había ido de vacacio­nes junto con su familia en un vehículo que le prestó Espín­dola, sindicado narco a quien el ex ministro casi lo metió como proveedor en su ministerio.

Juan Jara, leal de Giuzzio.

Detrás del destape de las visitas frecuentes de Giuzzio a la Senad surgieron otros datos que com­prometen la actividad de más instituciones. Hace exacta­mente una semana, se lo vio también marcando presencia en la Dirección de Inteligencia del Palacio de Gobierno, acom­pañado de Juan Manuel “JJ” Jara, alias Pepino, incondicio­nal del ex ministro que quedó clavado en un puesto dentro del Ministerio del Interior creado exclusivamente para él.

“JJ” fue director de inteligen­cia de la Senad en los tiempos de Giuzzio y a quien este creó la “Coordinación General con Organismos de Inteligencia” en el Ministerio del Interior al asumir como ministro. Es así como, el incondicional se ubicó de intermediario entre las direcciones de Inteligencia y del Centro de Investigacio­nes contra Actividades Crimi­nales (CIAC), accediendo de manera directa a informacio­nes concernientes a las pes­quisas delictivas, al crimen organizado y a narcotrafi­cantes.

Por su cargo, a “JJ” se lo ve par­ticipar en reuniones de élite donde se tratan temas muy delicados de seguridad, estra­tegias, convenios y programas transnacionales contra la delincuencia organizada. Este nexo es perfectamente redu­cible a una fuente de informa­ción privilegiada y reservada, más aún para una persona que recibió favores de implicado en narcotráfico al que puede interesar datos provenientes del Estado.

Resolución mediante la cual Arnaldo Giuzzio creó la “Coordinación de Inteligencia”, donde sigue atornillado Juan Manuel “JJ” Jara, alias Pepino.

No hay que olvidar además los antecedentes de “negligencia” que salpicaron a la Senad en tiempos que se venían traba­jando operativos antinarcóti­cos y cuando Giuzzio estaba al frente de esta institución junto con “JJ” como director de Inte­ligencia. El boicot al operativo Araí I es un ejemplo, un tra­bajo que llevó más de 4 años tuvo que frenarse en el 2020 al descubrirse que se filtraron informaciones concernien­tes a las escuchas telefóni­cas. Hasta hoy no hay ningún sumario sobre el caso, denun­ciaban colegas como el comu­nicador Alfredo Guachiré en redes sociales.

Los antecedentes, malos procedimientos y hasta favo­res narcos que afectan al ex ministro Giuzzio, bien pueden indicar el riesgo que corren las instituciones de combate al crimen organizado con la presencia e infiltración de sus leales. Por algo en el ministe­rio del Interior como la pro­pia ministra de la Senad, Zully Rolón trataron de dar versiones que no dejen muy en evidencia las andanzas de Giuzzio ni de su incondicional.

La ministra de la Senad quiso alivianar la gravedad de las visitas de Giuzzio a su institu­ción alegando que es solo para acercar el vehículo de su uso al mantenimiento. Mientras que, en el Ministerio del Inte­rior nos costó obtener informa­ción sobre el cargo que ocupa “JJ”; después de muchas con­sultas a prensa y protocolo, nos confirmaron que es el coordi­nador de inteligencia de esta cartera.

Residencia de “JJ” en la ciudad de San Antonio, que declaró en G. 900 millones, refleja un importante nivel de vida.

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