En los últimos 3 días los medios se hicieron eco de una decena de robos y asaltos ocurridos en distintos puntos del país, a esto hay que sumar cinco asesinatos, dos de ellos con indicios de ser casos de sicariato. Además, los escalofriantes números oficiales revelan que el 2021 superó al 2020 en cuanto a hechos punibles denunciados.

Una preocupante e innegable reali­dad es el alto nivel de inseguridad que crece a medida que pasan los días, esto mientras el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, sigue atornillado en el cargo pese a su inoperancia sin mayores estrategias para tranquilizar.

Mediante un repaso de publicaciones periodísticas, se pudo contabilizar que en los últimos tres días hubo al menos una decena de casos de robos y violentos asaltos ocu­rridos en distintas partes del país como Asunción, Encar­nación, Concepción, Ciudad del Este, entre otras. A esto se deben sumar cinco asesina­tos, dos de ellos con caracte­rísticas de un sicariato.

Invitación al canal de WhatsApp de La Nación PY
Asaltos no cesan; ni los hospitales se salvan de los delincuentes.

La ciudadanía ya no está segura prácticamente en nin­gún lugar, dado que los asaltos y robos ocurren en todo tipo de lugares; en la vía pública, en los hospitales, casas parti­culares, comercios, etc.

Todo esto ocurre en coinci­dencia con la divulgación de las estadísticas oficiales de inseguridad que confirman la deficiente gestión de Giuzzio, cuyas consecuencias termina pagando la ciudadanía.

Asalto a una casa de electro­domésticos en Minga Guasu, a un local de cobranza de Paraguarí, a una estación de servicios en Itá; robo de medi­camentos y alimentos a una unidad sanitaria en Concep­ción; una mujer fue despojada de su celular mientras estaba en su propia vereda; el robo a un domicilio en Encarna­ción, donde se llevaron G. 35 millones y joyas que estaban guardados en una caja fuerte, forman parte del listado de hechos que ocurrieron entre el lunes y la jornada de ayer.

Los asesinatos con indicios de sicariato se suman a la inseguridad.

A esta innegable ola de asaltos que va en ascenso, le siguen también los cinco asesina­tos de los que los medios de prensa se hicieron eco. En la tarde de ayer, se registró un asesinato con todas las carac­terísticas de un sicariato en Cerro Cora’i, Amambay, unos desconocidos asesinaron a un hombre que se encontraba en un lavadero. En la madrugada del miércoles, un dirigente campesino de San Pedro fue asesinado y hay sospechas de que se trata de un hecho de sicariato.

Una mujer fue asesinada de varios disparos en Yasy Cañy, un guardia de seguridad fue acribillado en Pedro Juan Caballero y un hombre fue asesinado por desconocidos en la vía pública en Hernan­darias, todos estos hechos ocurrieron ayer miércoles.

A todos estos sucesos conta­bilizados mediante la prensa, se suman los datos oficiales en materia de seguridad que dejan en evidencia la inoperancia del ministro Arnaldo Giuzzio y cómo su gestión empeora a medida que pasan los días.

En los 12 meses del 2021 los hechos punibles denunciados ascendieron a 48.118, número que creció 6.451 si hacemos una comparación con el 2020, año en que las denuncias lle­garon a 41.667, estos datos fueron compartidos por el programa “La caja negra”, emitido por Unicanal.

La desbordante delincuen­cia e inseguridad preocupa a la ciudadanía, pero al pare­cer no a Giuzzio, quién no se ha pronunciado acerca de estos escandalosos núme­ros. Los operativos encabe­zados por el ministro para mejorar la seguridad han terminado en profundos fra­casos, tal es el caso del ope­rativo Año Paha, el que fue implementado en la cercanía de las fiestas de fin de año y el que no pudo disminuir los hurtos y asaltos.

Existe también un clan Giuzzio colgado del Estado

Hijo de Giuzzio forma parte de su clan dentro de la función pública.

Su hermano, hijo y cuñado “mago”, ubicados en la función pública.

El clientelismo también pri­vilegia a los Giuzzio.

El ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, tiene parentela en cargos públi­cos, una de ellas en la ins­titución donde prestó ser­vicio por largos años, el Ministerio Público.

El caso de acomodo más reciente es el de su hijo, Gian­luca Giuzzio, que fue apadri­nado por los Salomón y ubi­cado como director de Prensa en la Municipalidad de San Lorenzo. Lo ubicó en el cargo bajo la figura de cargo de con­fianza y de acuerdo a la pla­nilla de diciembre, el hijo de Giuzzio percibió la suma de G. 8.430.000.

Es la segunda vez que el joven entra por la ventana a una institución pública. Hasta el año pasado fue funciona­rio de la Secretaría Nacional de la Juventud (SNJ), insti­tución en la que coinciden­temente “Felipito” Salomón fue ministro.

El cuñado de Giuzzio, Miguel Ángel Valdovinos, conocido “mago de las finanzas”, está en la Dirección Nacional de Aduana (DNA). Por varios años su sueldo fue de solo G. 5 millones; sin embargo, con este modesto ingreso cons­tituyó empresa de G. 1.000 millones, de acuerdo a las publicaciones periodísticas, además de erigir una quinta en Areguá, cotizada en unos US$ 500.000.

El hermano de Giuzzio, Wal­ter Moisés, es asistente fiscal en el Ministerio Público, su salario es de G. 7.025.447, y de acuerdo a la planilla ingresó a la institución en el 2009, año en que el actual ministro era fiscal Anticorrupción.

Dejanos tu comentario