Hasta octubre del 2021, la suma de casos de sicariato mediatizados llegó a 20, lo que indica la ejecución de dos por día de estos golpes. Las estadísticas empeoraron, según un relevamiento mediático que hicimos de los últimos tres meses. Desde noviembre del año pasado hasta este enero del 2022, el conteo asciende a 26 asesinatos con esas características.
Al arrancar el año, en el primer mes ya se registraron 14 casos de sicariato en todo el país. El último acontecimiento ocurrido en una fiesta en San Bernardino donde dos personas perdieron la vida, dejó una vez más en descubierto el estado ausente en materia de estrategias de seguridad. Todo un país desprotegido y consternado ahora se pregunta ¿en manos de quién está nuestra seguridad?
Al cumplirse un año en la gestión del ministro Arnaldo Giuzzio llegamos a 46 casos de sicariato que han tomado estado público, no podemos asegurar que no existan otros mediatizados.
Los homicidios por encargo o ajustes de cuentas ya no son un problema solo en la frontera, su expansión continua viene atemorizando al departamento Central y otros lugares del territorio nacional.
Al flagelo del sicariato atribuido principalmente a los ajustes de cuentas entre narcotraficantes también hay que sumar los tantos asaltos, robos y delitos menores que en lo que va del año ya totalizan 48 casos.
Cabe subrayar los hechos de secuestros exprés como el caso del joven Peter Reimer, secuestrado en la estancia Guyra Campana de San Pedro en diciembre pasado cuando el ministro estaba de gira por Estados Unidos. Las estadísticas son contundentes, no hay mejora en la seguridad interna del país.