Según representante de los jubilados, los reportes del Banco Central de la Caja Bancaria indican que no habrá dinero para sus beneficiarios en el 2022; en tanto, José Caballero, presidente de la Caja, quien a su vez fue denunciado por administración irregular, se reunió con Hugo Velázquez en un intento de ganar un trampolín político. Los afectados sospechan que este encuentro fue con el objetivo de obtener apoyo político del vicepresidente, teniendo en cuenta que Caballero va tras una banca en el Senado de la mano del “Toro”.
La desorientada movida de Hugo Velázquez con miras a las elecciones generales del 2023 desencadena reuniones y alianzas con quienes cuentan con un terrorífico antecedente en la función pública o con aquellos que han sabido aprovecharse de cargos de poder para sacar algún provecho personal.
El caso de la agobiante situación de la Caja Bancaria atribuida a su presidente, quien ahora se acopla a la fila de impresentables aliados de Velázquez, es otra fallida estrategia para captar votos de una ciudadanía harta de la corrupción y la inoperancia.
En la noche del pasado lunes 29 de noviembre, el vicepresidente Hugo Velázquez, ya en plana campaña electoral, se reunió con el presidente de la Caja Bancaria, José Caballero, y otros miembros del directorio, lo que causó la movilización de los jubilados bancarios, dado que, según los mismos, existe un trasfondo político en este encuentro, teniendo en cuenta que Caballero aspira a ocupar un lugar en el Senado en el 2023 por el movimiento del “Toro”.
Los jubilados están en profundo desacuerdo con esta actividad, por lo que realizaron una manifestación y afirmaron que de esta forma se politiza una institución que nunca antes había tomado partido por ningún candidato.
“Hicimos una manifestación ayer, en primer lugar porque se trató de una reunión política y la Caja Bancaria no debe responder a ningún partido político. De hecho, nosotros los jubilados y los bancarios en general, por más de que tengamos nuestras preferencias políticas, la Caja Bancaria nunca estuvo sujeta a ningún acto de este tipo”, señaló Fernando Aguayo, presidente de la Asociación de Jubilados de Bancos Privados.
Desde el 2017 llueven las denuncias por irregularidades administrativas en contra de José Caballero y ahora los jubilados denuncian que la Caja está próxima a quebrar.
“Según los últimos reportes del BCP, para el 2022, que ya es a la vuelta de la esquina, la Caja ya no tendría fondos suficientes para cubrir los pagos de las jubilaciones, o sea los aportes ya no serían suficientes para cubrir los pagos”, aseveró Aguayo.
De esta forma, mientras el pago de haberes a los jubilados bancarios está en jaque, su presidente no tiene mejor opción que hacer campaña política con Velázquez y asegurar su futuro, mientras deja a su suerte a quienes han aportado durante toda su vida.
EN BUSCA DE UN PADRINO POLÍTICO
El cuestionado José Caballero enfrenta una causa penal por lesión de confianza. Su candidatura para ocupar una banca en el Senado y su acercamiento a Hugo Velázquez hacen sospechar a los jubilados que se trata de una búsqueda de un padrino político.
“Vemos nosotros que esta gente, José Caballero y los demás acusados, está buscando el apoyo de este sector de Velázquez, justamente teniendo en cuenta esta acusación que están soportando actualmente”, aseveró Aguayo.
Aguayo señala que en 30 años como bancario es la primera vez que la Caja simpatiza con un candidato político y que justo coincide con una causa penal que enfrenta el presidente de dicha institución.
“Como activo y como jubilado es la primera vez que sucede una cosa así, coincidentemente estando acusada toda la plana directiva de la Caja, entonces evidentemente están buscando soporte político y están queriendo entrar al Congreso. El presidente está queriendo ingresar como senador, evidentemente está buscando ingresar al Parlamento para tener inmunidad porque están teniendo impunidad mediante el padrinazgo. Una vez que entren al Congreso, ya van a ser inmunes por el tema de los fueros, detrás de eso está esta gente”, arremetió Aguayo.
FINANZAS EN DECLIVE
Al cierre del ejercicio financiero del 2015, anterior a la asunción de José Caballero en enero del 2016, la institución gozaba de una prosperidad económica que incluso arrojaba un superávit de G. 916.000 millones.
Para el 2017, tras un año de gestión de Caballero, la Caja empezó a registrar un déficit multimillonario. “Dos años más tarde, la Caja Bancaria ya estaba con un déficit actuarial de US$ 273 millones, de un superávit se pasó a un déficit astronómico”, señaló Aguayo.
En el 2020, la fiscala Fátima Capurro acusó a José Caballero y a otros miembros del directorio por lesión de confianza en grado de autores, luego de que se haya producido un perjuicio a la Caja que ascendía a US$ 374.000.000.
Este descalabro financiero fue ocasionado por el aumento descontrolado de gastos de la Caja y por una obra de ampliación de la sede social de la Caja quinta Ykua Ybumi. El mismo Banco Central se había pronunciado por este caso y manifestó en su momento que el monto que se pretendía destinar, el que alcanzaba los G. 1.296.229.353, no correspondía, pero de todas formas lo ejecutaron.
Mientras se concretan arreglos y alianzas políticas, los jubilados bancarios están en riesgo, pero no solamente ellos, sino también los aportantes, dado que si la Caja quiebra, no habrá recursos para que puedan retirar sus aportes.
SEPA MÁS
Doble contabilidad en la Caja Bancaria
El presidente de la Asociación de Jubilados de Bancos Privados, Fernando Aguayo, mencionó que la Contraloría General de la República también se había manifestado en su momento denunciando la existencia de una doble contabilidad en la Caja Bancaria.
“Todos los años hay superávit, pero todo esto es una farsa porque la contabilidad que él está llevando es una que no refleja lo que realmente está sucediendo en la Caja. Ellos llevan doble contabilidad y eso está denunciado por la Contraloría”, aseguró.