Mediante adjudicaciones directas, el ex intendente Diego Riveros repartió entre su entorno un aproximado de G. 1.200 millones para servicios de consultoría, obras y remodelaciones, para más con fuertes indicios de sobrefacturación.

  • “TIERRA DE NADIE”, DEL CANAL GEN

La transparencia no fue una de las carac­terísticas de la ges­tión de Diego Riveros, ex intendente de Caacupé, y que actualmente está nue­vamente en la puja para acceder al cargo. En la emi­sión de anoche de “Tierra de nadie” se reveló un kiosko manejado por el intendente durante su administración en la citada comuna, quien ahora busca su reelección.

Uno de los puntos más cues­tionados y que sobresalen de la administración de Rive­ros es la adjudicación de lici­taciones por sumas millona­rias a su entorno político, así como las pequeñas obras que costaron escandalosas sumas de dinero y los con­tratos de unas asesorías de “oro”, que en total ascendie­ron a unos G. 1.200 millones.

La administración de Diego Riveros contrató a VIZA de Víctor Zárate, quien ahora es su jefe de campaña.

“YO LE CEDÍ LA INTENDENCIA”

Porfirio Saucedo, presi­dente del Comité del Par­tido Liberal Radical Autén­tico (PLRA) de Caacupé, fue uno de los mimados del ex intendente, quien se alzó con G. 500 millones para la realización de obras, y que llamativamente es dueño de una empresa de venta de materiales de construcción.

“En cinco años y medio me dieron la oportunidad de trabajar, yo digo que es merecido. No niego mi partido, soy presidente del comité de la ciudad de Caacupé, yo le cedí la intendencia a él (Diego Riveros), yo iba a ser el intendente, los dos gana­mos”, expresó Saucedo.

MILLONES DE GUARANÍES EN CONSULTORÍAS

Aproximadamente otros G. 500 millones se destinaron a la contratación directa de servicios de consultorías. Víctor Zárate fue comisio­nado del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) a la Municipalidad de Caacupé en los años 2016 y 2017; en la comuna ocupó cargos de confianza.

Su empresa Viza fue la bene­ficiada con varios contratos para proveer consultorías al –en ese momento– inten­dente de Caacupé. Actual­mente, Zárate sigue for­mando parte del entorno de Riveros, pues ahora es su jefe de campaña.

En la municipalidad se mos­traron reacios para hablar con el equipo de investiga­ción de “Tierra de nadie” acerca de los trabajos que había hecho Viza. La admi­nistradora de la comuna, Rosa González, trató de defender las contratacio­nes alegando que los aseso­res jurídicos tiene roles limi­tados y que por ende se tuvo que tercerizar.

“Tenemos asesores jurídi­cos, pero solo hasta cierto punto trabajan, por ejem­plo, hasta la tercera notifi­cación y la demanda ya pasa a la gente de la consultora”, señaló González.

Cabe destacar que en nume­rosas ocasiones el equipo de investigación trató de obtener la versión de Víctor Zárate, pero este prefirió lla­marse a silencio.

La empresa de Porfirio Saucedo fue contratada para la realización de obras.

MARIDO DE LA JEFA DE GABINETE

Diego Riveros también premió al marido de su ex jefa de Gabinete en su momento, Esperanza Var­gas de Ugarte, la que actual­mente es presidenta del Comité del PLRA de la com­pañía de Cabañas y también es candidata a concejal por la misma lista de Riveros.

Arnaldo Ugarte Insfrán, esposo de Esperanza Vargas, fue adjudicado con contratos directos durante la admi­nistración de Riveros por la suma de G. 200 millones para supuestas construc­ciones y remodelaciones. Al igual que Zárate, este matri­monio prefirió no dar res­puestas ni aclaraciones, a pesar de que llegamos hasta una de sus propiedades, un centro recreativo, y pese a que se insistió con llamadas telefónicas.

UNA JUNTA OPERATIVA A LA INTENDENCIA

El llamativo modus ope­randi de Diego Riveros no pasó desapercibido a los ojos de los ciudadanos de Caa­cupé, quienes manifestaron estar hastiados del manejo arbitrario de recursos que se tuvo en la ciudad; así lo confirmó Mario Agüero en “Tierra de nadie”.

“Como ciudadanos estamos cansados de una adminis­tración municipal carente de control. Diego Riveros se manejó desde el 2015 con una junta completamente operativa a la intenden­cia. El municipio maneja aproximadamente unos G. 25.000 millones al año, entre Fonacide, royalties y recaudación propia, ese dinero manejado a su antojo a través de licitaciones no ha sido escrutado por la Junta”, lamentó Agüero.

Los contratos directos no fueron los únicos que llama­ron la atención de la admi­nistración de Riveros; el ex intendente gastó unos G. 700 millones para la cons­trucción de una capilla, que de acuerdo a lo expresado por expertos del rubro, no debió costar más de G. 35 millones, fue lo que declaró Agüero.

“Existe una plaza muy con­currida en el barrio Tupãsy Ycuá Héroes del Chaco, allí un habitual ganador de lici­taciones, como es el presi­dente del comité del PLRA, se llevó dos licitaciones para mejoras; sin embargo, la plaza está en estado de lamentable abandono, por ejemplo, en la licitación apa­rece una inversión millona­ria en una pérgola por más de G. 25 millones y esta ni siquiera existe en el lugar”, agregó Agüero.

El manejo descontrolado de Riveros en la comuna dejó un municipio con deu­das, puesto que a los fun­cionarios de la comuna se les deben salarios desde hace meses, mientras este y todo su entorno están expectantes de acceder nuevamente a la adminis­tración de la ciudad.

EX INTENDENTE ABRIÓ EL PARAGUAS Y DENUNCIÓ SUPUESTAS AGRESIONES

El equipo de investigación de “Tierra de nadie” buscó al ex inten­dente de Caacupé Diego Riveros para obtener su versión res­pecto a los casos que afectan a su administración y al primer ani­llo de su gestión.

La entrevista, que fue realizada en su empresa DR Empren­dimientos, se llevó a cabo con total normalidad y en ningún momento se mostró molesto por la visita que fue realizada pre­viamente a su quinta, a la que el equipo ingresó con la autoriza­ción del personal que trabaja allí.

Sin embargo, ante la inminente publicación periodística de su dudosa gestión, dio manotazos de ahogado y llamó a varias radios de Asunción, alegando que hubo amedrentamientos, atro­pellos e irrupciones en su propiedad por parte del equipo de “Tie­rra de nadie”, lo cual queda plenamente demostrado en videos que nunca sucedió.

Desde la visita a su quinta hasta la fecha, Riveros no presentó nin­guna denuncia ante las autoridades por las supuestas agresiones de las que fue víctima, lo que demuestra que solo buscaba una reacción mediática que resultó en su contra, pues solo obtuvo el descreimiento por parte de periodistas de otros medios.

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