María Epifanía González, más recordada como la mamá de “Joselo”, joven involucrado en un negocio que guardaba relación con el acta de contratación de potencia de Itaipú, estrenó alto cargo en el banco Atlas, propiedad de los dueños de Abc Color. Su paso al sector privado puede calificarse como un premio, considerando las alertas no generadas de las cantidades millonarias que transfería el extinto presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Nicolás Leoz, a la entidad financiera que hoy se convierte en su lugar de trabajo.

María Epifanía Gon­zález, ex titular de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), fue contratada por el banco Atlas, propiedad de la fami­lia Zuccolillo.

La ex funcionaria había sido muy cuestionada por no avanzar en la investigación del caso de desvío de fon­dos de la Conmebol durante los casi un año que estuvo al frente de la institución. Este hecho hace que resulte llama­tivo su nuevo nombramiento como la responsable del área de cumplimiento y preven­ción de lavado de dinero en el banco de la familia Zucco­lillo, ya que esta empresa era utilizada por el ex titular de la Confederación Sudameri­cana de Fútbol (Conmebol), José Nicolás Leoz, para depo­sitar dinero desviado del fut­bol, según las pesquisas de carácter internacional que condenaron las acciones del extinto mandamás de la orga­nización.

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Este medio corroboró el cargo que tiene González ahora mediante llamadas telefónicas al banco donde aseguraron que efectiva­mente ya forma parte de la nómina de empleados. El puesto de la ex ministra de Seprelad en Atlas está rela­cionado al área de cumpli­miento y prevención de lavado de dinero, pero no pudimos comunicarnos con ella, porque en la entidad señalaron que se está ubi­cando y todavía no cuenta con un número de interno.

De un cargo en el que debía combatir el lavado de dinero pasó a una entidad financiera sumida en el escándalo pre­cisamente salpicada por este delito.

Cabe resaltar que este medio intentó tener la versión de la propia María Epifanía, pero esta no contestó a ninguno de los mensajes ni llamadas plenamente identificados. Este comportamiento tam­bién llama poderosamente la atención porque el pasado miércoles volvió a saltar el caso de los desvíos de fondos de la Conmebol debido al alla­namiento que hizo la Fiscalía en la sede central del banco Atlas, y desde entonces la ex titular de Seprelad se llamó a silencio, como escondién­dose de las consultas sobre los trascendidos.

Además de González, la fis­cala Liliana Alcaraz, quien lleva adelante el caso junto con su colega Francisco Cabrera, tampoco ha que­rido brindar declaraciones sobre el hecho.

De acuerdo al propio Minis­terio Público, el allanamiento de los fiscales en el banco Atlas se dio en el marco de una denuncia recibida. “La constitución fiscal fue a los fines de retirar documenta­ciones que son necesarias para el curso de la investi­gación y así también recabar datos. La denuncia fue formulada por la Conmebol en la Unidad Especializada de Lavado de Dinero”, reza la publicación de la Fiscalía en sus redes sociales.

Cabe recordar que el actual presidente de la Conme­bol, Alejandro Domínguez, había denunciado en el 2017 la conexión entre Nicolás Leoz y su amigo Aldo Zuc­colillo, para desviar fondos del ente mediante el banco que se encargaba de guar­dar la plata del ex presidente del fútbol sudamericano, y durante los más de tres años posteriores, los entes rec­tores, como la Seprelad, no realizaron ningún tipo de acción contra los bancos involucrados. Hasta ahora alegan “reservas” de proce­dimiento para que el caso siga durmiendo.

MEDIOS Y AMISTADES

No hay que olvidar que el banco Atlas es parte del grupo empresarial de la familia Zuccolillo, también propietaria del diario Abc Color, históricamente utili­zado para proteger los inte­reses económicos del clan, por ende el resguardo de la buena imagen del banco Atlas. Pasan completamente desapercibidos para el citado medio los hechos que sacuden a la entidad bancaria.

Todo indica que había bue­nas relaciones con González o ahora se dieron cuenta de sus conocimientos sobre el rubro del lavado de dinero. Sin embargo, además de la ex funcionaria estraté­gica dentro del monitoreo del circuito financiero, al parecer los Zuccolillo como sus leales tienen amista­des clave. Es vox populi en los pasillos del Ministerio Público la amistad y bue­nas relaciones entre la fis­cala Liliana Alcaraz y una de las voceras más antiguas del medio periodístico de la familia. La versión cobra lógica porque la agente del Ministerio Público actúo con demasiada reserva en la constitución en el banco Atlas, cuando los grandes casos como este suelen ser realizados con mucho ruido a través de la prensa.

En el Ministerio Público parecen querer tapar los trámites antes que facili­tar información sobre los hechos.

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