En el 2007, el entonces fiscal de Delitos Económicos René Fernández concluyó una investigación en la que no se obtuvieron indicios de enriquecimiento ilícito de uno de los políticos más cuestionados precisamente por los millonarios bienes que acumuló de manera extraordinaria en la función pública.
- Por Rossana Escobar M.
- rossana.escobar@gruponacion.com.py
Con un informe traído de los pelos en el que se aduce incluso falta de documentaciones de varios ingresos, el ahora ministro Anticorrupción, René Fernández, blanqueó los bienes del ex mandatario Nicanor Duarte Frutos un año antes de que este dejara el cargo. El dictamen tiene fecha 9 de marzo del 2007 y lleva la firma de los fiscales de Delitos Económicos en ese momento Fernández y Liliana Alcaraz.
“Esta representación fiscal considera que agotadas las diligencias de recolección de elementos de convicción y basados en las experticias practicadas, no se han obtenido indicios que señalen la existencia de hechos penalmente relevantes en relación a la hipótesis fáctica que ha sido fijada al momento de la iniciación de la investigación, es decir, la existencia de un hecho punible de enriquecimiento ilegítimo en la función pública”, señala la parte final del informe firmado por los agentes de Delitos Económicos, otro documento que evidencia que Duarte Frutos nunca fue investigado en puridad por la fortuna que amasó estando en cargos públicos.
Irónico, pero uno de los blanqueadores del político mago de las finanzas es el ministro Anticorrupción del gobierno de Mario Abdo Benítez.
El resultado del dictamen de Fernández y Alcaraz se sustenta en un informe pericial que en teoría analizó los bienes (ingresos y egresos) del ex mandatario a partir de marzo de 1999 hasta enero del 2001 y del 15 de agosto del 2003 hasta febrero del 2006. Los resultados fueron “razonables y proporcionados” para los salarios que percibía como ministro de Educación y presidente de la República, además de otras fuentes lícitas de ingresos que han sido debidamente acreditadas en la presente investigación, sugiere el referido documento que Duarte Frutos usa como defensa en varias instituciones de control. Sin embargo, en el mismo escrito figura que no existieron documentos que avalen esas “otras fuentes de ingreso” atribuidas a dividendos de acciones/inversiones y se consideró como parte del paquete de ganancias la venta de ganado.
El informe consideró un préstamo declarado por Duarte Frutos para las inversiones en acciones que le generaron las extraordinarias ganancias. Sin embargo, en la manifestación de bienes del ex presidente solo aparece “cuentas a pagar”, sin especificar a qué entidad o acreedor particular.
Las estratégicas inversiones de Duarte Frutos cayeron en lo normal para los investigadores al punto de que la famosa estancia en el Chaco, que fuera escándalo en su momento, fue blanqueada con el argumento de que se adquirió una semana antes de asumir la Presidencia de la República.
Un estudio de correspondencia realizado en el 2008 por el ex contralor Octavio Airaldi enfocado en los mismos años vio lo que Fernández y equipo no pudieron ver. El resultado, que incluso se hizo con base en datos básicamente declarados, le salió negativo a Duarte Frutos.
Para Airaldi, resultó increíble que las colocaciones financieras generen extraordinarias rentas mensuales (tasa de rentabilidad 160% anual sobre capital invertido), que superaban el 50% del total de ingresos mensuales declarados del recurrente. Cabe remarcar que estas ganancias no estaban documentadas, según una consideración subrayada en el informe firmado por Fernández y Alcaraz que blanqueó a Duarte Frutos.
El análisis de la Contraloría también remarcó que el saldo disponible en caja/bancos representaba 7,34 veces más que sus ingresos normales (sueldo asignado más gasto de representación), más sus ingresos extraordinarios, en época de ministro.
Meses después del demoledor dictamen que también el ex contralor remitió a Fernández, los mismos agentes pretendieron reabrir la causa mediante una acción ante la Corte Suprema de Justicia, pero fue rechazada.
En el 2016, el abogado Nelson Argaña presentó otra denuncia por enriquecimiento ilícito y según dictamen de la fiscala Yolanda Portillo, quien interinaba la dirección de la Unidad de Delitos Económicos, existían méritos suficientes para reabrir la causa, pero el fiscal Rodrigo Estigarribia, asignado para el efecto, tampoco vio ni encontró nada.
Estigarribia se había encerrado en el argumento de que no se puede investigar dos veces por una misma causa a una persona.
Lo cierto es que el potentado político que fuera un modesto periodista antes de ocupar cargos públicos tiene millones de dólares en inmuebles, ganado, etc. Aunque en sus declaraciones juradas se fue balanceando su patrimonio con deudas que en algunos casos superaban ampliamente lo que tiene, lo que supone un buen y oscuro garante para las financiaciones que declaró.
SEPA MÁS
Quemado por no transparentar
Nicanor Duarte Frutos, actualmente director de Yacyretá, fue denunciado por un periodista del Grupo Nación por no proveer rendición de gastos de publicidad y transferencias sociales.
Piloteó con publicación de estadísticas generales para salvarse del resultado negativo que pueda resultar del amparo presentado por este holding de medios. Sin embargo, la ciudadanía, como otros medios de comunicación, se hicieron eco de que son básicos los datos difundidos en el portal institucional y no desglosan los detalles solicitados por el periodista.
Se espera que esta semana la jueza Alice de Lorenzi emita alguna resolución. Organizaciones de transparencia como abogados expertos en el tema han dado testimonio de la jugada de Nicanor para no proveer la información requerida y han coincidido en que es una violación de la Ley de Acceso a la Información Pública.