Luego de que este medio publicara que los miembros del órgano rector del Sinafocal, conformado por representantes de centrales obreras como la CUT, eran los mismos que se estaban beneficiando con grandes transferencias para organizar cursos de capacitación laboral, la Asinfocap repudió el hecho mediante un comunicado. Los institutos sostienen que los sindicalistas no pueden ser juez y parte a la vez.

Por Jhohanni Fiorini

Periodista de Investigación del GN

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La Asociación de Ins­tituciones de Forma­ción y Capacitación del Paraguay (Asinfocap) expresó su “profunda indignación por el manejo de los recur­sos financieros genuinos del Sinafocal” mediante una dura nota dirigida a la ministra de Trabajo, Carla Bacigalupo. El escrito, que fue entregado el pasado viernes 22 de enero, se da en el marco de las publi­caciones que viene realizando este medio sobre las llamati­vas transferencias con gigan­tescos presupuestos que son dirigidos a centrales obreras y fundaciones.

Aseguraron que se están direccionando errónea­mente astronómicos montos a centrales obreras, gremios y ONGs mediante el objeto del gasto 842 (transferencias) a través de firmas de conve­nios. “No se encuentran bajo el control de la Dirección Nacional de Contrataciones Públicas (DNCP), por lo que consideramos que estos con­venios firmados por el Sina­focal están direccionados a instituciones que en su gran mayoría no están habilitadas para tales fines”, sostienen.

Carla Bacigalupo, ministra de Trabajo.

El documento firmado por el presidente de la entidad, Sil­vino Amarilla, manifiesta que estas prácticas de repar­tir dinero a ONGs y centrales obreras anulan las compe­tencias para contratar pro­veedores de instituciones de educación superior y técnica calificadas y con experiencia en cursos de formación pro­fesional. Asimismo, asegu­ran que se limita el acceso a precios más competitivos por cursos (costos más bajos) para el uso eficiente de los recur­sos financieros limitados del Sinafocal.

Recuerdan además que las centrales obreras (CNT, CUT y CGT) son integrantes del sistema como miembros del órgano rector, según lo esta­blece la Ley 1652/00 de crea­ción del Sinafocal. “Consi­deramos que se encuentran infringiendo la citada ley al convertirse en juez y parte a la vez, que elaboran, aprueban y ejecutan sus propios progra­mas de formación y capacita­ción laboral”, reza parte de la nota.

Nota de la Asinfocap dirigida a la ministra Carla Bacigalupo.

En este sentido, cabe desta­car que dentro del órgano rec­tor se encuentran por ejemplo Pedro Giménez, de la Cen­tral Unitaria de Trabajado­res (CUT); Dionisio Palma, en representación de la Cen­tral Nacional de Trabajadores (CNT), y Sonia Leguizamón, presidenta de la Central Gene­ral del Trabajo (CGT). Todas estas organizaciones recibie­ron en promedio G. 400 millo­nes cada una el año pasado para organizar cursos.

Igualmente, los educadores manifestaron su total des­acuerdo con lo declarado por Alfredo Mongelós, secretario técnico del Sinafocal, quien dijo que los cursos mediante transferencias son de alta tec­nología o para capacitacio­nes que no pueden hacerse por medio de licitaciones. La Asinfocap respondió que las capacitaciones impartidas por las ONGs corresponden a los mismos cursos con con­tenidos programáticos simi­lares, pero con menor carga horaria en algunos casos.

La CUT recibió una jugosa suma para organizar cursos de decoración de eventos.

“Es importante resaltar que en las licitaciones se exige un nivel alto de perfil docente tanto en la formación acadé­mica y contar con experien­cias como docente y en tra­bajos de la especialidad a ser impartida, los cuales son eva­luados por el comité de evalua­dores del Sinafocal, de manera de garantizar la calidad en el servicio de capacitación”, recordaron.

Los institutos también con­tradijeron lo que dijo Monge­lós sobre que supuestamente el ente a su cargo lleva a cabo actualizaciones de las mallas curriculares y contenidos programáticos. Al respecto, manifestaron que, basados en la experiencia técnica sobre las mallas curriculares y con­tenidos programáticos, “no responden en su gran mayo­ría a la oferta y demanda del mercado en la formación pro­fesional a nivel país y/o en las tecnologías digitales”.

Finalmente, los miembros de la Asinfocap solicitaron a la ministra Bacigalupo que los recursos financieros genui­nos del Sinafocal sean canali­zados por medio de licitaciones públicas nacionales reguladas por la Ley 2051/03 de Contra­taciones Públicas. Argumen­taron que esta “constituye una alta exigencia y transparencia en el uso de los fondos públicos. Asimismo, es una herramienta que fomenta la trazabilidad a través del PBC y la calidad del servicio”.

AUMENTAZO EN TRANSFERENCIAS

Gracias a los documentos proveídos por el Ministerio de Trabajo, Empleo y Segu­ridad Social (Mtess), se pudo corroborar que, mediante una clara evasión al proceso de Contrataciones Públicas, el Sinafocal ha venido reali­zando una serie de transferen­cias para financiar cursos de capacitación laboral dictados por diferentes oenegés, entre las que se incluyen centrales de trabajadores. De hecho, se aumentó considerable­mente el monto correspon­diente a estas transferencias (rubro 842), ya que de los G. 9.259 millones ejecutados en el 2019 se pasó a más de G. 20 mil millones en el 2020.

Un aumento más que signi­ficativo, sobre todo teniendo en cuenta que por medio de la Dirección Nacional de Con­trataciones Públicas (DNCP) solo se llevó a cabo una lici­tación de G. 13.775 millones para cursos de capacitación laboral, que hasta la fecha no ha podido ser ejecutada debido a las numerosas pro­testas con las que cuenta. Esto deja entrever que se está desti­nando más dinero por medio de las transferencias antes que para las licitaciones.

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