José Ignacio González Macchi, representante legal de Cinthia Poletti, admitió que su cliente hizo entrega del cuadro del pintor paraguayo Hernán Miranda en propias manos a Rodolfo Friedmann, pocos días después de la transferencia del dinero.
Con la generosidad de la plata del Estado, cuando aún era gobernador y capitalista de la empresa Eventos y Servicios SA, proveedora del almuerzo escolar al departamento del cual era titular, Rodolfo Friedmann se daba el lujo de ir de viaje, comprar lujosas camionetas a su esposa, además de ir a costosas vernissages.
Y fue en uno de estos eventos, uno que fue realizado por la empresaria Cinthia Poletti, que a Friedmann le atrajo un cuadro del pintor paraguayo Hernán Miranda, quien radica en Estados Unidos, y se decidió a negociar con la dueña de la obra de arte.
El abogado José Ignacio González Macchi, representante legal de la empresaria, manifestó que el mencionado cuadro del afamado pintor concepcionero fue entregado en propias manos a Friedmann por parte de su cliente, según manifestó en escrito enviado a los fiscales que intervienen en la causa, pocos días después de haberse realizado la transferencia de los 35 mil dólares desde la cuenta de ESSA.
“Junto con la señora Poletti hicimos el escrito en el que explica sobre el particular negocio con Friedmann, los detalles del cuadro, la referencia de la obra, la certificación de originalidad, el valor de la obra y la forma de pago que se realizó”, dijo González Macchi.
El mencionado profesional también indicó que la obra de arte había sido comprada por su cliente en el 2016 y en cada evento y exposición lo llegaba a exhibir y fue así que Friedmann le propuso la compra en el 2018 por 35 mil dólares, más del valor original.
Toda esta afirmación del representante legal de la empresaria Poletti desmiente lo declarado por Guillermo Duarte Cacavelos, abogado defensor del actual senador colorado Rodolfo Friedmann, quien le había dicho al fiscal interino de la causa, Francisco Cabrera, que su cliente no tiene dicha obra de arte y que aún lo sigue teniendo la empresaria.
Según el fiscal Cabrera, el abogado Duarte Cacavelos le había dicho que iría a retirar el mencionado cuadro del atelier de Poletti para ponerlo a disposición de la investigación.
El agente del Ministerio Público admitió que el cuadro era propiedad de Poletti y que a través de un escrito la empresaria dijo que vendió a Friedmann y que lo pagó con dinero de las cuentas de ESSA.
Además, el fiscal Cabrera ya anunció que cuando tenga dicha obra de arte lo pondrá a disposición de la Secretaría Nacional de Administración de Bienes Incautados y Comisados (Senabico) para que lo resguarde, ya que la misma tiene que estar bajo conservación y por su sutileza no puede estar en un depósito fiscal, además por el valor de la obra.