En esta segunda entrega de la entrevista al prestanombre arrepentido, Hugo Alexander Torales, cuenta las razones del enojo con su socio comercial Rodolfo Friedmann. Relata que fue amenazado por el actual ministro de Agricul­tura. Pone a disposición su teléfono celular para esclare­cer los hechos. Responsabiliza a Friedmann de cualquier cosa que pueda sucederle a él y su familia.

–¿Tenés una idea de cuánto fue el monto que te esta­faron?

–Sí. Creo que los papeles que están en la auditoría hablan por sí solos. Creo que tengo un informe pericial. No quiero hablar de montos, me parece irrelevante, pero es un dinero importante. Bastante impor­tante.

–¿Hoy cómo está la empresa? ¿Quién es el pre­sidente o presidenta?

–Creo que se quedó Lourdes González como presidenta. Pero no termina la historia ahí, me traen un montón de pape­les, e incluso yo digo que no voy a firmar. En ese momento aga­rra Friedmann y me tira una carpeta por la cara y me dice que si no firmo va a resolver las cosas a su manera.

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–¿Qué quiere decir eso?

–No sé qué quiere decir a su manera, pero esa fue la ame­naza que me hizo. Incluso, si me pasa algo, le responsabilizo directamente a Friedmann. No sé qué me quiso decir. Me hizo volar la carpeta por la cara y ¿qué voy a decir? Qué iba a hacer si esta gente hace abuso de poder y soberbia. No hay gente que les pare el carro. Así debemos andar los para­guayos. No podemos vivir libres. Tenemos que andar viviendo sometidos. Esta gente se olvidó que está ahí gracias a gente como yo que paga sus impuestos, de gente que tra­baja. Ellos no pueden estar ultrajando todo lo que hay. No podemos seguir así. Este es un acto de valentía y yo les incito a todos los emprendedores que tienen el sometimiento y son víctimas de abuso de poder, que denuncien, porque el Para­guay está llegando a una era de cambios, vamos a erradicar la corrupción de las institucio­nes públicas tarde o temprano; ya estamos cansados de esto. Estamos cansados de los abu­sos de poder.

–¿Estás diciendo eso por­que Friedmann operó para despojarte de una empresa?

–Sí. La responsable es conta­dora de Friedmann. Me hicie­ron pasar todas las acciones a la esposa de Álvaro Alfaro, Lilian. Me obligaron.

–¿En qué momento decidís hacer público este caso?

–Cuando recibo estas ame­nazas de que me iban a meter preso, que me iban a fun­dir la vida, que tal cosa, qué más podía esperar. Enton­ces me fui del país. Tuve que ir a esconderme 6 meses a los Estados Unidos. Qué podía hacer conociendo el poder que maneja y la soberbia con que actuó. Me tuve que ir de mi país por culpa de amena­zas de un político. No pode­mos seguir así.

–¿La empresa sigue ope­rando y ganando licitacio­nes?

–Sí. La empresa sigue ope­rando. Incluso en este tiempo conozco mucha problemática que está teniendo el país en el interior y estoy trabajando en un plan de negocios para lle­gar a los niños y crear líderes regionales y hacerles llegar almuerzo de calidad. Pienso seguir incursionando en el rubro.

–¿Le tenés miedo a Fried­mann?

–No sé si miedo, pero estoy acá. Creo que solamente hay que tenerle miedo a Dios, por­que cuando yo estaba des­truido en Estados Unidos, tirado en un departamento solo, muchas veces llorando por tanto sacrificio que hice y que me hayan pagado de esa manera, el único que me dio fuerzas fue Dios. Entonces, dije que con todo el coraje del mundo voy a enfrentar lo que deba enfrentar al designio y me pongo a disposición de la Justicia, lo que diga la Fisca­lía, y que se investigue todo este asunto.

–¿Tenés audios que confir­man que Friedmann ope­raba dentro de la empresa?

–Sí, tengo y pienso presentar todo eso. Todos esos audios y conversaciones donde él mani­fiesta que su dinero formaba parte del capital operativo, que luego era transformado en dólares lo que le correspondía y nosotros nos quedábamos con una rentabilidad que nos correspondía como sociedad y me parecía razonable tam­bién eso. Muchas veces, este ámbito del emprendimiento es bastante duro. Se pasa por momentos difíciles porque se necesita de capital, muchas veces no se cobra, pasan meses sin cobrar y se debe aguantar. Yo solo quiero recuperar lo que me corresponde. Recuperar mi capital y que me permitan comenzar de nuevo. Necesito ser un paraguayo que nece­sita libertad, garantía sobre su libertad y seguridad. Quiero dejar un mensaje: Sé que varios emprendedores están pasando por un momento difícil por el covid-19, pero esto va a pasar y vamos a salir adelante con la ayuda de Dios. Paraguay va a cambiar y vamos a limpiar las instituciones públicas. Ese es mi mensaje.

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