Contrataciones hizo lugar a protesta de empresa descartada injustamente y ordenó retrotraer proceso a la etapa de evaluación económica.

El Instituto de Previ­sión Social (IPS), en un dudoso proceder, declaró desierta una licita­ción para auditoría externa luego de descartar con argu­mentos poco claros a la única empresa que reunía las con­diciones.

La firma descalificada AYCA (Auditores y Consultores Asociados) presentó una pro­testa ante la Dirección Nacio­nal de Contrataciones Públi­cas (DNCP) que el pasado 24 de marzo anuló la declara­ción desierta y ordenó a la convocante a reevaluar las ofertas.

La previsional tenía plazo hasta el 4 de mayo para remi­tir la reevaluación a la DNCP, pero no lo hizo. Justamente ayer el ente rector de compras públicas intimó al IPS a que remita el resultado de la ree­valuación.

Cinco firmas se presentaron a mediados del año pasado al llamado a licitación del IPS para auditoría externa para los ejercicios 2018 y 2019. El monto estimado era de G. 2.900 millones. La empresa AYCA fue la única que calificó al superar puntaje en la eva­luación de propuesta técnica.

Contrataciones ordenó al IPS reevaluar ofertas como resultado de una protesta.

El 7 de noviembre, la DNCP rechazó una protesta plan­teada por una de las firmas descalificadas de nombre PCG. Y, de esa manera, el IPS se vio obligado a seguir el pro­ceso con la apertura de ofer­tas, teniendo enfrente ya solo a la empresa AYCA.

El 15 de noviembre se rea­lizó la apertura de sobres y la única calificada propuso G. 2.300 millones más un seguro de mantenimiento de oferta de G. 69 millones. Supuesta­mente, según una denuncia que se reveló en un programa de radio Universo 970 AM, entre el 15 y 21 de noviem­bre se da una “comunicación informal” por parte de una persona vinculada al IPS con la empresa ganadora.

Esta persona, supuestamente en representación de un alto gerente del ente previsional, llama a uno de los accionistas de AYCA y le solicita un por­centaje del dinero que iba a ser pagado en caso de una contra­tación. Caso contrario, advirtió que no serían adjudicados, según la denuncia.

La firma AYCA se habría negado al pedido y fue ahí que empezó el calvario. El 25 de noviembre fue sorpre­sivamente impugnada por el IPS, que argumentó ante la DNCP que la empresa no especificó en la lista de pre­cios los tributos pertinentes.

Además, alegó que existían discrepancias en la oferta, entre el precio total incluido en números y letras. Supues­tamente, el gran error de la firma fue que en números había indicado G. 2.300 millones y en letras otra suma. Posteriormente, el IPS declaró desierta la lici­tación, argumentando que ninguna oferta recibida finalmente cumplía con las especificaciones.

Ya en noviembre del 2019, la empresa AYCA pro­testó ante Contrataciones su sorpresiva descalifica­ción y recién el 24 de marzo pasado, el ente hizo lugar a la protesta, anuló la declara­ción de licitación desierta y ordenó retrotraer el proceso al estudio de ofertas.­

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