Detrás de las camas encontradas en un depósito del barrio San Vicente saltan más nombres y otra empresa que conduce al mismo contratista que entregó insumos defectuosos a Salud.
Además de las cabezas que ya rodaron a consecuencia de las denuncias de corrupción en las licitaciones en el marco del Covid-19, con la crisis sanitaria se evidencian cada vez más conexiones entre proveedores que en los últimos años amasaron millones gracias a las compras públicas.
El caso del clan Ferreira es una de las explosiones más grandes hasta ahora. Con el padre Justo Ferreira a la cabeza, esta familia se adjudicó contratos estatales por más de US$ 200 millones en los últimos 10 años. Los cálculos salieron a luz luego de que las empresas que representan sus hijos fueran beneficiadas de manera acelerada en licitación por urgencia del Covid-19 por unos US$ 13,5 millones.
Eurotec SA, representada por Marcelo Rubén Ferreira, se adjudicó un contrato por valor de G. 37.268 millones, mientras que el porcentaje mayor de G. 47.952 millones fue para Insumos Médicos SA, representada por Patricia Beatriz Ferreira.
La licitación que fue adjudicada en tiempo récord generó cuestionamientos desde sus inicios porque la invitación prácticamente se redujo a firmas del clan Ferreira, aparecieron sobreprecios de los insumos como el caso de las “camas de oro”, que se vendieron cinco veces más caro a Salud Pública. Pero la situación se volvió más escandalosa cuando vecinos del barrio San Vicente denunciaron a la prensa que vieron llegar grandes camiones que bajaban camas hospitalarias en un depósito, días después de que haya arribado el avión carguero que trajo insumos médicos.
La denuncia de los vecinos trajo a la luz que la joven señorita de 25 años de nombre María Nathalia Samaniego Maciel, es la propietaria del depósito en el que fueron halladas las camas hospitalarias.
La joven salió a responder con un comunicado mediante el cual confirmó ser la dueña del inmueble y que las instalaciones son actualmente utilizadas para guarda y preventa de insumos y mercaderías. Aclaró que su depósito fue alquilado a la empresa New Logistic SA, desde noviembre del año pasado.
¿Coincidencia? El presidente de New Logistic SA resultó ser Justo Rubén Ferreira, quien es accionista en la firma junto con su hija Patricia Beatriz Ferreira; esta última es la proveedora oficial de las “camas de oro”.
En la SA también está como accionista Carlos Borrell, ex gerente comercial de Laboratorios Éticos CEISA, imputado por un caso de estafa y quien guarda prisión domiciliaria.
El hilo continúa con el vínculo que los Ferreira tienen con la hermana de Nathalia de nombre María Laura Samaniego (26) a través de la empresa Centro Médico Amanecer SA, donde esta última es accionista.
Centro Médico Amanecer SA tiene un estrecho vínculo comercial con Insumos Médicos SA, representada por la hija de Ferreira, la conexión también se extiende al padre.
El depósito de la firma está habilitado en el predio de Metaway SA, firma que en el portal de Contrataciones Públicas aparece representada por Justo Ferreira.
Centro Médico Amanecer también otorga poderes de representación en licitaciones a Insumos Médicos SA; esta práctica es legal, pero demuestra el respaldo que hay entre ambas empresas en el ámbito de las compras públicas. Desde el 2018 en adelante, Insumos Médicos SA fue adjudicada por valor de G. 29.362 millones con productos de Centro Medico Amanecer en el Instituto de Previsión Social (IPS) y el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPyBS).
En el portal de Contrataciones Públicas se visualizan adjudicaciones de la última década a favor de Centro Médico Amanecer por G. 43.791 millones.
La fiscala general del Estado, Sandra Quiñónez, asignó la investigación de las denuncias que salpican a la empresa Insumos Médicos SA, proveedora de la cartera de Salud, a los agentes del Ministerio Público Marcelo Pecci y Susy Riquelme.