Con la administración de la ministra Carla Bacigalupo, varias direcciones regionales y centros de formación y capacitación del Servicio Nacional de Promoción Profesional (SNPP) están ocupados por funcionarios sin experiencia en el gerenciamiento educativo y que carecen de título universitario.
Una lista de 20 nombres arrojó la famosa auditoría del Poder Ejecutivo. Entre ellos saltan recomendados, fanáticos operadores del oficialismo, gente que se desempeñaba en cualquier otra cosa, menos en la tarea relacionada a la formación profesional.
Vale remarcar que en su mayoría pasan desapercibidos debido a que sus nombres aparecen sólo en algunas de las planillas mensuales de pago, una política de poca transparencia que viene aplicando el Ministerio de Trabajo, violando a su paso la Ley de Acceso a la Información Pública, que en teoría garantiza que todas las remuneraciones de los funcionarios públicos estén a disposición de la ciudadanía.
Francisco Javier Olmedo es un joven de 24 años que a su corta edad se convirtió en director del SNPP en Sapucái, gracias a la administración Bacigalupo. Del cargo de asistente que consiguió en la Cámara Baja durante la administración de su compueblano, el diputado Miguel Cuevas, el muchacho pegó un salto de jerarquía.
El padre del joven, Silvestre Olmedo, es fanático operador de Cuevas, condición que facilita la situación, recordando las influencias del legislador, quien también acomodó a una de sus hijas en el SNPP.
Francisco estaba hasta abril de este año como “asistente” en la Cámara de Diputados, según planilla de la Cámara. En el sistema de RRHH de Hacienda figura como asistente técnico con sueldo de G. 5 millones, su nombre permanece oculto en la planilla de personal del SNPP, publicada en el portal institucional.
Su designación es cuestionada por no reunir el perfil de contar con un título universitario, experiencia en gerenciamiento en el rubro educativo. Sin embargo, el joven dijo a La Nación que él es un abogado recibido el año pasado, aunque no quiso entrar en detalles, alegó que debía cortar la comunicación porque estaba en el volante y ante la presencia “de la Policía Caminera”.
Llamativamente, en las planillas de Diputados de hasta meses atrás, el joven aparece como “estudiante”. En la nómina de abogados del Poder Judicial tampoco figura como abogado matriculado.
El nombre de Ana Gabriela Vera es otro de los que saltan entre los que no poseen título universitario. Ella es directora del Centro de Formación y Capacitación de Nueva Italia.
Su designación fue muy cuestionada en enero pasado porque la ubicaron mientras su antecesora estaba con permiso de maternidad. Vera es nuera del vicepresidente de la seccional colorada Rubén López, quien alardea de ser del movimiento de Colorado Añetete, según trascendió en su momento por la prensa.
“No estoy para entrevistas”, respondió la mujer cuando le consultamos sobre su ingreso a la institución. Alegó que está con embarazo complicado y no quiso hablar del tema.
Dennis Baez Espinoza, también sin título universitario, según sus antecedentes laborales, se desempeñaba como cobrador en una cooperativa de Ciudad del Este. Gracias a la administración Bacigalupo, desde este año es director del Centro de Formación y Capacitación de Remansito de Ciudad del Este.
“Es un cargo de confianza, entré por vía de la excepción”, manifestó Baez cuando le consultamos cómo consiguió el cargo de director.
Vienen de parte de la ministra
La directora del SNPP Addis Merlo al ser consultada cómo es que ubican para gerenciar acciones formativas a gente sin la preparación requerida, se lavó las manos. “Todos vienen de parte de la ministra, ella nombra, ella contrata”.
Cabe recordar que el gerenciamiento de cursos en el primer trimestre del año fue muy deficiente, debido a que solo desarrollaron el 3% de lo programado, según el informe oficial.
Addis no quiso entrar en muchos detalles y se limitó a reiterar que en este momento no rige la autonomía que debiera para su institución.
El caso de los directores sin título es uno más de los cuestionamientos que saltan contra la ministra de Trabajo. Bacigalupo se identifica por hacer favores políticos con cargos públicos. Varios recomendados, parientes de políticos, de famoso periodista ubicó en su institución.