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La presidenta del Indi, Ana María Allen Dávalos, utilizó la figura del “comisionamiento” para acomodar en cargos directivos a los suyos. Fue así que ubicó en la institución que preside, a su nuera y al yerno de una amiga.
Claudia Lovera Ortega es la esposa de Rodolfo Talavera Allen, hijo de Ana María. Es funcionaria permanente del Ministerio Público, pero hoy se encuentra comisionada en la institución a cargo de su suegra.
Está como directora de Enlaces Interinstitucionales, según Resolución N° 294 de fecha 3 de junio, por la cual se aceptó su comisionamiento, firmada por Allen.
Vale señalar que esta dependencia, aparentemente nueva, depende de la Dirección de Etnodesarrollo.
Además del salario mensual de G. 10 millones que percibe como funcionaria de la Fiscalía, cobra otros G. 3.000.000 del Indi en concepto de responsabilidad en el cargo.
Allen Dávalos también ubicó en su institución al yerno de su amiga, la escribana Myrian Julian de Rivarola, quien inclusive la suele acompañar en sus actividades oficiales, sin ser parte del plantel de funcionarios. La profesional realiza trabajos profesionales en su rubro al Indi, aunque la presidenta considera eso como “un favor” por tratarse de “cifras chicas”, los honorarios facturados.
Se trata de Humberto Florentín Díaz, marido de Lorena Rivarola, hija de Myrian. Es funcionario permanente en la categoría “auxiliar técnico” del Fondo Ganadero y está comisionado en el Indi desde hace unos meses.
Está a cargo de la Dirección de Etnodesarrollo que, entre otras cosas, elabora y ejecuta proyectos a favor de los pueblos indígenas.
Aparte de su sueldo del Fondo Ganadero de más de G. 4.500.000, percibe una remuneración de G. 2.000.000 del Indi por responsabilidad en el cargo.
VIÁTICOS Y OTROS BENEFICIOS
Ambos funcionarios también perciben viáticos y cuentan con beneficios como combustible para su movilidad.
Claudia, incorporada en junio, ese mismo mes cobró en viáticos G. 2.925.072 por participar del 23 al 28 en Concepción de un evento, según planilla de viáticos del ente.
Por su parte, Humberto ya lleva realizados varios viajes al interior del país, desde su llegada al Indi, lo que le genera un sobresueldo interesante en la institución responsable de uno de los sectores más vulnerables de la sociedad.
En abril, por una actividad en Presidente Hayes de un día, cobró G. 731.268; en mayo G. 812.520 por hacer de apoyo en la recepción de animales en Caaguazú, del 27 al 28.
En junio, por una actividad de un día en Presidente Hayes percibió G. 812.520, y por participar de reuniones en Concepción, del 23 al 25, otros G. 1.462.536.
Finalmente, en julio, por asistir a reuniones en Amambay, del 3 al 6, cobró G. 1.950.048, y mismo monto por otro viaje a Canindeyú, del 9 al 12, para realizar actas de finalización de proyectos.
Ambos además cuentan con tarjeta para la carga de combustibles, proveída por la estatal Petropar.
ENLACE
Al tiempo de alegar los años de antigüedad que tiene su nuera en la función pública, Allen refirió vía Whatsapp que ella es “el nexo entre los ministerios y el Indi”.
Sobre el yerno de su amiga escribana, Allen dijo que “merece ganar más para el trabajo que hace”.
“La escribana creo que cobró alguna vez por las actas con factura profesional, como honorario profesional. El Indi tenía contratada a toda una escribanía. Solo hace actas referentes a temas indígenas cuando suceden temas de niños que traen a las calles”, remitió Allen, con relación al yerno de su amiga, a quien ubicó como director en su institución.
La presidenta arremetió contra dos funcionarios a quienes sindicó de informantes y señaló: “por qué no siguen la trayectoria de Cristrian Florentín, el chofer que mandé a Recursos Humanos; Lina Franco, la que estaba antes de Humberto y ahora está con sumario por trabajos mal realizados y no realizados”. “Seguile pues a los informantes”, aseveró la presidenta.
EN LA CUERDA FLOJA
La presidenta del Indi, Ana María Allen, es una de las que suenan que podría ser cambiada en las próximas horas por el Ejecutivo.
El Comité de Iglesias había solicitado hace un par de semanas al presidente Mario Abdo Benítez la remoción de Allen.
El monseñor Mario Melanio Medina, representante del Comité, considera que la mujer no es apta para el cargo que actualmente ocupa. Consideró que para ser titular del Indi “uno debe conocer la cultura guaraní”, así como “hablar el idioma”. “Creemos que tiene que haber una persona más adecuada”, había manifestado.
En numerosas ocasiones, Allen fue criticada, tanto por comunidades indígenas como por organizaciones que luchan por los derechos de estos, y hasta se pidió su renuncia.
En octubre del año pasado, fue abucheada durante un acto oficial por no hablar el idioma guaraní.