• POR ALDO BENÍTEZ
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En noviembre del 2018, el IPS compró por licitación miles de ampollas de un medicamento llamado bevacizumab, pero en su presentación biosimilar, por valor de G. 46.599.997.600 (unos 7,5 millones de dólares, al cambio actual).

La licitación fue adjudicada a la empresa Laboratorios Éticos. Este remedio es considerado clave para el tratamiento de pacientes con cáncer de colon, pulmón y otros. Con la compra de los biosimilares, el IPS se ahorró casi US$ 2 millones en comparación al precio ofertado por las ampollas, pero en su presentación genérica.

Lo que parecía ser una simple operación licitatoria terminó siendo un calvario para muchas familias que tienen entre sus integrantes a gente con cáncer y que siguen tratamientos en instituciones públicas. Además, el caso presenta otras características llamativas, mientras hospitales estatales como Clínicas y el Instituto Nacional del Cáncer (Incan) utilizan el bevacizumab biosimilar sin problemas, en el IPS los médicos se niegan. Pero, para entender mejor esta historia, vale remontarnos unos meses atrás.

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Desde diciembre del 2018, el IPS tiene en stock medicamentos para pacientes oncológicos.

En diciembre del 2018, el IPS introdujo a su sistema de distribución de fármacos oncológicos la presentación del biosimilar, que es un medicamento equivalente en calidad, eficacia y seguridad a un remedio biológico de referencia u original.

Hasta antes de noviembre del último año, la previsional compraba todos los medicamentos en su presentación genérica u original.

Sin embargo, el biosimilar es rechazado por casi todos los médicos de la sección Oncología del IPS. Los profesionales cuestionan que se haga la intercambiabilidad de medicamentos, es decir, que el paciente pase a usar un genérico a un biosimilar, dentro de un tratamiento. Esta posición de los doctores trajo sus consecuencias; familiares de los pacientes decidieron demandar al IPS para que la previsional compre de nuevo el bevacizumab, pero de referencia. Es decir, el considerado original.

La única empresa que provee dicho medicamento en Paraguay es Casa Boller, representante en nuestro país de la fabricante multinacional Roche. Justamente, Casa Boller había pulsado en la licitación de noviembre del 2018 para proveer del bevacizumab, pero su oferta, de G. 59.007.000.000 (US$ 9,4 millones), resultó ser muy alto para lo que el IPS pretendía pagar. La previsional se decidió por la oferta más competitiva en precio y según lo que dicen las instancias médicas, los remedios tienen la misma calidad que los genéricos.

Facsímil de la licitación de los biosimilares.

Pero no todos rechazan el biosimilar en IPS. Tal es el caso de don Aníbal Domenech, un paciente a quien detectaron cáncer de pulmón en julio del 2018, pero recién pudo iniciar su tratamiento en diciembre de ese año. Don Aníbal ya arrancó con el bevacizumab biosimilar su régimen. “Él arrancó su terapia con el bevacizumab biosimilar. En el primer ciclo ya tenía el biosimilar. Después para el segundo creo que no y para el tercer ciclo, en primer momento le iban a suministrar, pero después me dijeron que iban a sacar del protocolo”, explica Isabel Domenech, su hija. Para Isabel resulta totalmente extraño el procedimiento.

Isabel tuvo que recurrir a una denuncia pública a través de sus redes sociales para lograr que el IPS le suministre de vuelta el biosimilar a su padre. “En Oncología me dijeron que había médicos que no estaban seguros de si era eficiente o no. Pero si ya le dieron a mi papá y cómo es que tienen este medicamento. La verdad, no pude entender eso”, dice Isabel.

Tras exponer públicamente la situación de su padre, finalmente el IPS aceptó seguir con el tratamiento. Actualmente, Oncología tiene 96 pacientes. De esta cantidad, 22 recurrieron a medidas judiciales con respecto a los biosimilares.

Andreas Ohlandt, asesor jurídico de IPS –el único funcionario de la previsional que atendió a La Nación para esta nota–, dice que la previsional tiene en stock la droga requerida, pero en su presentación biosimilar, que es la que adquirió por licitación.

En el caso del bevacizumab, este medicamento tiene la aprobación de la Dirección Nacional de Vigilancia Sanitaria (Dinavisa) para su uso. Los biosimilares habían sido presentados por el Ministerio de Salud ya en marzo del 2018. En aquel entonces, desde la propia Sociedad Paraguaya de Oncología Médica (SPOM), se decidió rechazar su uso Sin embargo, los hospitales nacionales igual empezaron a utilizar estos biosimilares.

Sin respuestas

La Nación intentó tener la versión de la jefa del Departamento de Hemato-Oncología del Hospital Central, Dra. Eva Lezcano, sobre este caso, pero a pesar de la insistencia nunca respondió a los mensajes ni a los pedidos para conversar vía prensa de la institución.

Salud Pública utiliza biosimiliares y no registra incidentes

Doctora Ita Yoffe.

El Incan y el Hospital de Clínicas utilizan los biosimilares en sus pacientes. Hasta hoy, no se reportaron incidentes con ninguno de los que siguen sus tratamientos.

La doctora Ita Yofee, jefa de la Unidad de Oncología de Clínicas, dice a La Nación que desde el año pasado están trabajando con los pacientes en el suministro de medicamentos biosimilares y que, hasta ahora, ninguno de ellos presentó una situación anormal. “No hemos tenido pacientes que hayan tenido un rechazo en sus tratamientos con los biosimilares”, expone Yofee.

A su vez, Juana Moreno, secretaria de la Asociación de Pacientes con Cáncer y Familiares (Apacfa), confirma que efectivamente en el Incan hay pacientes que hacen la intercambiabilidad en sus tratamientos. De hecho, en esta institución solamente se provee de biosimilares, ya sea el bevacizumab u otra droga.

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