• POR ROSSANA ESCOBAR M.
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Todo apunta a una farsa del Ministe­rio Público en el blanqueo de Óscar Nicanor Duarte Frutos, actual direc­tor de Yacyretá y ex presi­dente de la República.

“Eso suena a Pilato”, sos­tuvo el ex fiscal general del Estado Óscar Germán Latorre cuando le consul­tamos sobre la versión de que no hubo denuncia de hechos nuevos, que alegó el fiscal Rodrigo Estigarri­bia, asignado para investi­gar bienes de Duarte Fru­tos, pero que en realidad no hizo la pesquisa.

Estigarribia había seña­lado recientemente que él no vio nada nuevo en la denuncia presentada por Nelson Argaña en el 2016, por supuesto enriqueci­miento ilícito contra el ex presidente.

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La fiscala Yolanda Porti­llo, quien interinaba en el 2018 a Patricia Doria, direc­tora de la Unidad de Deli­tos Económicos y Antico­rrupción, dictaminó que existen méritos suficien­tes para abrir una inves­tigación contra Nicanor Duarte Frutos por supuesto enriquecimiento ilícito. Es así que en teoría se procedió a la investigación.

Sin embargo, Estigarribia salió a decir que no inves­tigó porque no vio nada nuevo y si había tampoco podía hacerlo, porque en ese caso “documental­mente se tendría que soli­citar la reapertura de la causa”.

Aunque en otra parte de la entrevista Estigarribia dijo que “se hicieron algunas investigaciones, se pidieron declaraciones juradas, por ejemplo, de bienes y yo com­paré con la declaración ante­rior. Prácticamente no ten­dría ni un elemento, no había nuevos elementos, eran los mismos inmuebles”.

“Acá hay una causa anterior y no puede haber dos cau­sas por el mismo hecho. En todo caso lo que yo dije en mi requerimiento es que se tiene que reabrir la otra causa”, aseveró Estigarribia.

Duarte Frutos fue investi­gado en el 2006 por supuesto enriquecimiento ilícito por los fiscales René Fer­nández y Liliana Alcaraz. Sin embargo, la pesquisa se redujo a bienes oficiales del mismo y su esposa, la ex primera dama de la Nación, Gloria Penayo de Duarte. Habían saltado varios nom­bres de supuestos testafe­rros que no trascendieron en la investigación.

En la segunda investiga­ción por supuesto enri­quecimiento ilícito que se le reabrió al dejar la Presi­dencia fue en el 2008, pero Duarte Frutos consiguió un fallo judicial para que se investiguen solamente sus ingresos y egresos del 2007 al 2008. Y en el 2018, el fiscal Estigarribia deses­timó la denuncia sin ahondar en la pesquisa.

VOLUNTAD

Sobre lo manifestado por Estigarribia, Latorre sos­tuvo: “Creo que es una cues­tión de voluntad. Él podría haber escarbado, investi­gado y en todo caso por el principio de unidad simple­mente le comunica el pro­ducto de su investigación a su colega, el que llevaba la otra causa para que exa­mine y decida si pide la rea­pertura”.

Latorre recordó que fue abogado de Duarte Fru­tos en el sonado caso de la millonaria cuenta corriente que tenía junto con José Alberto Alderete. Sin embargo, el ex fiscal gene­ral del Estado no rehuyó de responder que el Ministerio Público está para investigar y que la versión de Estiga­rribia le suena “a Pilato”, es decir que el agente se lavó las manos.

Consultamos a la Fisca­lía por qué no se reabrió la causa si Estigarribia no podía investigarle a Duarte Frutos en el marco de otra nueva y respondieron: “En el 2009 ya se pidió la rea­pertura y la Corte rechazó porque no están los requi­sitos que exige para eso. Solo se puede abrir una causa nueva y si hay hechos nuevos se investiga, de lo contrario no se puede. Esa carpeta no podía ser rea­bierta”.

Es decir que Duarte Fru­tos fue liberado en la Fis­calía, sin ser investigado en esta última vuelta. Mien­tras tanto, el mismo se jacta de que no hay delitos en los hechos denunciados.

INMUEBLES, SOCIEDADES Y FAMILIARES VINCULADOS

Un búnker modelo que abarca 10 lotes a lo largo de una man­zana, imposible de justificar con su sueldo de 5 años como pre­sidente de la República. Estancias, gigantesca casa quinta en Atyrá, atribuida a herencia de la mujer, una docena de propieda­des inscriptas entre Duarte Frutos y su esposa, Gloria Penayo, después de dejar el cargo de mandatario, según datos de Catas­tro.

Un gigantesco templo valuado hoy en unos US$ 250 mil, local donde en principio fue inaugurado un hogar de niños pobres por la ex primera dama Gloria Penayo de Duarte, mediante donacio­nes de Taiwán. Del templo no se había hablado hasta hace un par de semanas, pero para el fiscal Estigarribia no hay nada nuevo.

El ex contralor Octavio Airaldi, quien remitió en el 2008 a la Fis­calía la no correspondencia de bienes de Duarte Frutos, habla de departamentos de lujo en la Argentina y otros bienes en el extranjero, indicios que pasaron desapercibidos para el Ministe­rio Público.

En el 2008 el ex presidente declaró patrimonio de G. 3.100 millo­nes, cuando todo lo que percibió durante sus 5 años en el cargo fue G. 1.159 millones.

Sociedades vinculadas a supuestos testaferros y a una ex conse­jera de la fundación de Gloria Penayo, el yerno Ariel Samaniego, quien en el 2016 apareció en una SA junto con su esposa Betania Duarte Penayo, hija del ex presidente, otros negocios explota­dos por el yerno de Duarte Frutos fueron denuncias que Argaña difundió por todos los medios, pero nada de esto valió para que Estigarribia ahonde en la investigación.

Cabe recordar que cuando Estigarribia desestimó la denun­cia, Argaña también desistió argumentando que lo hizo “por amor” al movimiento Colorado Añetete, grupo político aliado de Duarte Frutos.

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