El suboficial Gustavo Florentín, imputado por la muerte del joven Rodrigo Quintana, habló ayer con ABC Cardinal, del Grupo Zuccolillo, y contó detalles de lo ocurrido el 31M. El uniformado ratificó que en ningún momento hubo una orden superior de ingresar al local del PLRA y mucho menos la existencia de un plan previo para disparar dentro de la sede partidaria. Sus afirmaciones coinciden con el relato del oficial Néstor Fabián Cantero, el policía herido en el rostro por la turba frente al local del PLRA y que la semana pasada había contado a La Nación que sus camaradas ingresaron a la sede partidaria en busca de su agresor.

  • POR JORGE TORRES ROMERO
  • Periodista

La versión del subofi­cial Gustavo Floren­tín sobre lo sucedido el 31 de marzo del año pasado echa por tierra varias hipóte­sis y conjeturas que se fueron armando desde la oposición y algunos medios de prensa, con el único fin de responsabilizar a las autoridades de turno de la muerte del joven Rodrigo Quintana, ocurrida esa noche en el local del PLRA.

El primer elemento clave que se desprende de las afirmacio­nes de Florentín tiene que ver con el hecho de que no hubo ninguna orden superior de atropellar la sede del PLRA, o que tal operación haya estado planificada de antemano.

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En su relato, Florentín tam­bién señala que no tenían idea que se estaban dirigiendo al local partidario, ya que habían perdido la noción del tiempo y del espacio y que la única orden que recibieron fue la de disper­sar a la turba que había llegado hasta el diario ABC Color y que fue a refugiarse en el local que hoy determinan se trataba de la sede de los azules.

Agrega además que tenían conocimiento de que uno de los integrantes de la turba está armada y que incluso se percató que llegaron a dispa­rar hacia él. También recono­ció que la decisión de ingresar al PLRA la tomaron después de ver a un oficial que estaba herido.

Estas afirmaciones del subo­ficial Gustavo Florentín coin­ciden con el relato del oficial Néstor Fabián Cantero, el poli­cía que habló la semana pasada para La Nación y contó que recibió una herida en el ros­tro frente a la sede del PLRA y que a raíz de eso se activó el código de "policía herido", por lo que sus compañeros, entre ellos Florentín, tomaron la decisión de ingresar al local del PLRA con la intención de buscar al agresor.

Cantero también había dicho que no tenían noción de que estaban frente al local partida­rio, ya que estaban siguiendo a la turba que había atacado el diario ABC.

Maura Ruiz Díaz, la abogada del policía Arnaldo Báez, a quien Florentín acusa de haber sido el responsable del disparo a Rodrigo Quintana, también coincidió con el relato de Flo­rentín y el oficial herido Néstor Cantero, de que su defendido no sabía que estaban frente al local del PLRA y la decisión de ingresar tras darse la herida en el rostro de un camarada.

"Siguieron a esas personas que se metieron en una casa, él me dijo así, él ni siquiera tenía conocimiento de que era la sede del PLRA. Ellos ya se iban a reti­rar y en ese momento uno de los policías recibe una pedrada en la cara y ahí ellos tienen que tomar cartas en el asunto por­que se estaba cometiendo un hecho punible y en persecución a las personas que fueron a refu­giarse. Ahí es que, ingresaron también ellos" relató, según el diario ABC, la abogada Ruiz Díaz para el diario.

Lo que dijo el suboficial Gustavo Florentín

"Uno de nuestros camaradas estaba herido, el llamado de oficial caído es para que actuemos".

"No teníamos como plan ingresar al PLRA. La turba no se tranquilizó y desde adentro empezaron a tirar piedras".

"Nosotros íbamos a pasar de largo, pero la gente no se tranquilizó ahí".

"Al PLRA fuimos varias horas después de intensos enfrentamientos".

"Al PLRA nosotros vamos en persecución de estos manifestantes que seguían realizando destrozos y saqueos a vehículos".

"Nos advertían que no solo había piedras, sino también armas de fuego. Varios disparos fueron hacia mi persona".

"La orden del Crio. Cantero fue que vayamos al diario ABC porque había una turba que quería incendiar el diario".

"Nosotros no sabíamos que era el PLRA. Una vez caído el oficial, medida la violencia, sale la orden de ingresar al PLRA".

"Fuimos a dispersar a la turba, que ingresó al PLRA. Yo no sabía que esa era la sede del Partido Liberal".

"Yo estaba pegado por la pared, en ningún momento me di cuenta de que era el PLRA".

"No nos fuimos por hobby a ese lugar (al PLRA)".

"El Crio. Amado Cantero dio la orden para ingresar al PLRA. No sé por qué se concentran en decir quién dio la orden".

"Yo no abrí la puerta del PLRA. Arnaldo Báez, suboficial, fue el que abrió. Al abrirse nos tiraron una botella molotov".

"El suboficial Báez disparó a Rodrigo".

"Lastimosamente en las imágenes no se ve disparando al suboficial Arnaldo Báez".

"Yo hago la voz de alto. Yo no vi la necesidad de efectuar ningún disparo".

"Yo fui hasta Quintana, que estaba tendido, y le dije que ponga las manos en la nuca".

" 'Manos a la nuca', le dije a Rodrigo cuando estaba en el piso, no vi la sangre, pensé que del susto cayó".

"Yo pensé que Rodrigo Quintana se desmayó. En ese momento no tenía sangre".

"Una vez adentro, la gente siguió tirando bombas por la ventana".

"Hablé con Arnaldo Báez, le encaré y pregunté por lo que pasó. Él me dijo 'callate nomás, fuerza'. Yo caí en el juego estúpido, hubiese hablado desde el primer momento".

"Le hablé a Báez, le pedí que diga lo que pasó. Me dijo que no, que para eso está el Ministerio Público".

"Yo no hice ningún disparo dentro del PLRA. La única escopeta que no se sometió a pericias es la de Arnaldo Báez".

"Mi escopeta salió negativa a todas las pericias. Yo no efectué ningún disparo dentro del PLRA. La única que no se sometió a pericia es de Arnaldo Báez".

"Yo no sé qué le entró en la cabeza a ese suboficial en ese momento. Yo no me vi amenazado por esas personas como para disparar".

"No había instrucción de disparar, la decisión de disparar viene de cada uno. Sí había orden de entrar, no de disparar".

"No solo a mí se me acabaron las municiones".

"En todo momento recargué mi arma con balines de goma".

"El oficial Acuña dijo al Crio. Amado Cantero que estábamos cansados y que no teníamos municiones".

"Dentro del local del PLRA no escuché a nadie decir el nombre de Efraín Alegre".

Fuente: ABC Cardinal

Lo que dijo el oficial Néstor Cantero

"Avanzamos y llegamos hasta la calle Haedo, momento en que un camarógrafo de ABC empieza a advertirnos que entre los manifestantes había uno que portaba un arma de fuego".

"Nos cubrimos hasta que llegamos a ellos y logramos dispersar a la turba, pero no pudimos detener al que estaba armado. Eso sería frente al diario ABC, pero debo reconocer que en ese momento teníamos absoluto desconocimiento del espacio y tiempo, nosotros solo íbamos detrás de esa gente".

"En lo que me concierne a mí, llegó en ese momento una patrullera de apoyo que era la MO71y el chofer nos dice: Jaha ñamodisparapa. Kóa jaopátama (Vamos a dispersarlos, esto ya termina)".

"Con el poco contingente que estábamos, Florentín, Ramírez y unos cuantos más a los que no conocía, porque éramos como 7 los que perseguimos a esa gente y sabíamos que tenían armas".

"En mi caso yo estaba del lado izquierdo y Báez a mi derecha donde estaba la entrada del PLRA. Vimos que de ambos lados, de izquierda a derecha, había gente que nos estaban tirando piedras".

"Cuando llega la patrullera subimos a la carrocería ya con ansias de terminar la noche y después cuando llegamos a la sede del PLRA, vimos el contenedor que estaba en frente mismo y la turba en ambos lados".

"Mientras estábamos ahí, veo que un señor a mi izquierda tira una piedra y yo pensaba que mi camarada me iba a cubrir, pero no fue así y me da de pleno en el rostro, dejándome una herida cortante en el pómulo derecho. Me partió la cara y ahí caigo al suelo con un chorro de sangre que me empezaba a correr".

"Caigo herido en la carrocería de la patrullera y en ese momento, o máximo15 segundos después, escucho el sonido de las piedras que daban con la carrocería".

"Venían ya desde arriba del PLRA de donde empezaron a tirarnos y yo estaba acostado tratando de cubrir mi rostro que estaba lleno de sangre. Luego llega el suboficial (Gabriel) González y me pide mi escopeta, diciendo: 'Eipuruka chéve nde escopeta porque ñande japipáta hikuái ko'ápe' (Préstame tu escopeta porque nos van a disparar acá)".

"Ya cuando nos vimos superados en número, comenzamos a retroceder y 45 segundos después se dieron cuenta mis camaradas que estaba herido. Fue cuando dijeron 'oficial ojejapi, jaha, jaha!' (oficial herido, ¡vamos, vamos!)".

"La conclusión desde mi punto de vista y como ciudadano es que la policía como función tenía que buscar al que me hizo esto. Eso llevó a que se ingrese de esa manera al local del PLRA".

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