La libre circulación en Caacupé, los días 7 y 8 de diciembre será definido por el Ministerio de Salud, que evaluará junto con otras instituciones locales y nacionales, sobre la posibilidad de sugerir al Poder Ejecutivo que se implemente vía decreto la cuarentena total de la ciudad de Caacupé. La idea es que los feligreses no se expongan al COVID-19 y pueda evitarse que los feligreses vayan a saludar a la Virgen.
El ministro de Salud, Julio Mazzoleni, confirmó este viernes en entrevista con varios medios de prensa que no se descarta la posibilidad de sugerir al Ejecutivo la idea de establecer una cuarentena total para la ciudad de Caacupé el 7 y 8 de diciembre. “Está contemplado como una posible sugerencia al presidente”, indicó.
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“La idea siempre ha sido trabajar de manera amplia”, dijo el titular de Salud. Añadió que primero se reunirá con el intendente de Caacupé, el gobernador de Cordillera y el obispo de Caacupé, la Comandancia de la Policía, Ministerio del Interior y la Fiscalía antes de tomar la decisión.
“Pondremos esto en la mesa y otras medidas, como mayores controles pero que no sean tan rígidos como una cuarentena total. Queremos primero escuchar qué sugieren las demás instituciones del Estado para luego elaborar el proyecto a entregar al Ejecutivo”, señaló.
Sin embargo, el director de Vigilancia de la Salud, Guillermo Sequera sostuvo que no sería necesario implementar una cuarentena total en esas fechas, pues ya está la decisión de la Iglesia de suspender las actividades presenciales durante la fiesta mariana.
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El lago Ypoá y sus misterios
- Por Paulo César López
- paulo.lopez@nacionmedia.com
- Fotos: Jorge Jara
Un equipo de La Nación/Nación Media visitó el parque nacional lago Ypoá bajo la guía del profesor Herminio Morínigo, poblador de la compañía Achotei del distrito de Quiindy, departamento de Paraguarí, quien se encarga de realizar visitas guiadas al lugar y nos cuenta durante la travesía algunas de las misteriosas historias que rodean a este mítico espejo de agua.
La soleada mañana se trocaba progresivamente en un cielo poblado de nubes amenazantes a medida que abandonábamos Central para adentrarnos al noveno departamento. A la altura del kilómetro 110 de la Ruta PY01 torcimos el rumbo a través del desvío a Valle Apu’a, un accidentado camino de tierra que tras varios días de lluvia se encontraba anegado en varios tramos.
Luego de repetidos e infructuosos intentos de comunicarnos con quien sería nuestro guía, el profesor y técnico pedagógico de la supervisión local Herminio Morínigo, finalmente llegamos a su vivienda. El hombre, de unos 50 años, es un entusiasta poblador de la zona y protector del lugar que realiza visitas guiadas en canoa y lancha a las diversas islas los sábados, domingos y feriados.
Tras los saludos de rigor, se dirige diligentemente a la carrocería de la camioneta para ubicar dos botellas de combustible para el motor que sería adaptado al pequeño bote que ya había sido llevado con anticipación por Carlitos y Bryan, su hijo y un sobrino que lo asisten durante sus labores de guía para los turistas y aventureros que recurren a sus servicios para llegar a este santuario alrededor del cual se han tejido múltiples leyendas y extraños sucesos.
El camino al lugar es arduo y dificultoso, por lo que se recomienda visitarlo con un baqueano para no extraviarse en los caminos vecinales, que en algunos tramos están casi totalmente cubiertos por la vegetación. Para llegar al lago se deben cruzar numerosos arroyos que en temporadas lluviosas se desbordan, por lo que es más seguro ir en vehículos todoterreno.
Lo que prometía ser un día ideal se había convertido repentinamente en una amenaza cada vez más cierta de tormenta. Las olas chocaban con fuerza contra la playa. El agua se alborotaba cada vez más por efecto de los vientos.
ÁREA PROTEGIDA
El imponente complejo acuático está ubicado en el centro oeste del país, entre los departamentos Central, Paraguarí y Ñeembucú. Forma parte del parque nacional Lago Ypoá, que tiene una extensión de 119.000 hectáreas, y fue declarada reserva natural y parque nacional en 1992. El lago está rodeado por el planalto del Ybycuí y tiene en promedio 1,40 metros de profundidad, pero en la parte más honda llega hasta los 3 metros.
Durante el camino, don Herminio, de unos 50 años de edad, nos cuenta que debido a la tierra pantanosa no apta para la agricultura la principal actividad productiva de las fincas y estancias de la zona es la ganadería. Esto ha provocado que grandes parcelas de bosques hayan sido convertidas en pasturas para el engorde de los animales.
Durante nuestra charla, interrumpida a ratos por el descenso de nuestro guía para abrir las tranqueras, sigue relatando que gracias a acuerdos con los diversos propietarios fueron abriendo caminos en los lindes de los establecimientos debido a que varios de ellos ya no permitían el paso por el interior de sus campos. Antes de que estos caminos se construyeran, don Herminio recuerda que llegar hasta el lago les podía llevar incluso hasta tres días.
Mientras avanzamos lentamente nos va contando las peripecias y accidentes sufridos por los aficionados al deporte motor que cada tanto llegan para realizar el tramo al lago. Como muestra apunta hacia el esqueleto incinerado de un auto que ardió en llamas a raíz de que el conductor forzó en exceso el motor en su intento de salir de un lodazal en el que había quedado atascado.
LIMPIEZA
A más de ello, nos dice que se encarga de realizar junto con otras familias de la zona periódicas incursiones para limpiar los caminos y recoger los residuos dejados por algunos visitantes y pescadores que llegan a la playa y muelle para sus respectivos menesteres.
“Lo mitã ohose la lugar ipotîháme, pero la ohohápe omongy’apa hikuái. Mandamos poner letreros, basureros, asientos, parrillitas. Lo mísmonte oipe’apa hikuái” (La gente quiere ir a los lugares limpios, pero a donde va ensucia todo. Mandamos poner letreros, basureros, asientos, parrillitas, pero sacaron todo), se lamenta.
Por ello, su pedido a los visitantes es cuidar el espacio, no dejar sus desperdicios en el lugar al tiempo de subrayar que la caza está prohibida.
De la playa nos dirigimos en bote rumbo al atracadero para abordar una canoa más grande rumbo a la primera de las tres islas del lago, que estrictamente son penínsulas. Así, desembarcamos primero en Marcelo Kue, la más grande, de cuyo origen toponímico no pudo explicarnos más que el primer habitante de la isla fue un hombre con ese apelativo.
LEYENDAS
A renglón seguido nos cuenta que él nació en la isla que es conocida como Pa’i Kue, bautizada así debido a que antes de la Guerra Guasu allí residía un cura. Las historias sobre la guerra son abundantes, así como sobre hallazgos de plata yvyguy, los tesoros enterrados por sus propietarios para que sus bienes no caigan en poder del ejército invasor.
Don Herminio nos refirió la historia de la familia que habitaba la isla Fretes, que alertada por la llama de un árbol ardiente que aparecía durante las noches cuando había amenaza de tormenta siguió el rastro y pudo desenterrar valiosas joyas antiguas gracias a cuya venta se mudó al pueblo de Quiindy. Otra de las narraciones refiere que durante los temporales se escucha el tañido de una campana, que según la memoria popular cayó a las profundidades del lago en ocasión de la huida de unos soldados que escapaban de las tropas aliadas.
Así también, son numerosos los relatos sobre la persistente aparición de objetos brillantes que permanecen en el cielo por largos minutos y hasta horas. Una pobladora incluso recurrió a las autoridades de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac), Dirección de Meteorología y con la Agencia Espacial del Paraguay (AEP) para intentar esclarecer los sucesos.
Concurrió al llamado un técnico de la AEP, que con un telescopio intentó seguir el movimiento de las luces, pero no fue posible identificar la naturaleza de los cuerpos luminosos debido a la velocidad a la que se desplazaban, según un reporte del canal El Kaso D, que recoge versiones de los pobladores según las cuales regularmente emergen luces del lago para ascender hasta el cielo y luego desaparecer.
Otro de los hallazgos más comunes eran los restos de cerámica con grabados que habrían pertenecido a pueblos indígenas que habitaron el lugar en una época indefinida. En efecto, se han realizado excavaciones arqueológicas en las que se encontraron más muestras de material cocido, así como restos óseos.
GENIO PROTECTOR
“Ndokymo’ái kóa” (este no va a llover), nos asegura para intentar tranquilizarnos mientras el bote se tambalea por la fuerza del oleaje. Bajamos al muelle, que acusaba rastros de que un animal había sido carneado recientemente. Durante nuestro breve recorrido nos topamos con una confortable cabaña turística deshabitada y tres perros famélicos que festejaron nuestra llegada. Don Herminio desenvuelve su vianda y nos invita unas tortillas de almidón con mandioca. Recargamos combustible en el desembarcadero y mientras nos dirigíamos a la isla Valdez, de unas cuatro hectáreas de extensión y más conocida como la isla flotante, los nubarrones ya se habían cernido completamente a nuestro alrededor.
“¿Esta es la isla que se dice que se mueve?”, le consulto a don Herminio. “Mba’e piko oku’éta ndéve millones de toneladas. (Qué se van a mover millones de toneladas). El agua lo que se mueve”, afirma lanzando una risotada. “Eso dice el mito, pero según la física no se va a ningún lado. Ahí hay toneladas de piedra y hay un pedazo de tierra que lo une al humedal. Entonces es imposible que se mueva, pero eso le gusta a la gente, es lo que atrae. La isla está en la parte angosta del lago, por lo que al movernos hacia algunas partes parece que la isla aparece y desaparece”, añade.
Consultado sobre las versiones de avistamientos de animales extraños y objetos luminosos en el cielo, señala que aunque nunca le tocó ver, sus padres le contaban que en momentos de aguas calmas llegaron a divisar un animal de gran envergadura con cabeza de caballo flotando sobre el agua. Según la leyenda, en 1890 el presidente Juan Bautista Egusquiza llegó a presenciar la aparición de la criatura y obsesionado con la idea del apareamiento mandó construir un corral en donde encerró a un conjunto seleccionado de yeguas para que el extraño ser pudiera reproducirse.
Según algunas versiones que tratan de explicar “racionalmente” la aparición, podría tratarse de un manatí, una especie de vaca acuática, e incluso por las “características del lugar podrían haber sobrevivido varios animales prehistóricos, que se adecuaron al ambiente, como sucedió en otras partes del planeta”, sostiene la historiadora Margarita Miró.
En una compilación de mitos de la zona publicada bajo el título de “Ñe’ê paje. La magia de la palabra”, Miró acota que, en efecto, Ypoá es una adulteración del vocablo Ypóra, que podría ser traducida de manera literal como agua de los fantasmas. Añade que la tradición da cuenta de la existencia de Pirahû, un genio tutelar de las aguas cuyo sobrenombre era Ypóra y que equivalía a una suerte de Poseidón.
RETORNO
De pronto nuestro guía cambia el pronóstico del clima. “Kóa oĝuahêta” (este va a llegar), dice respecto al temporal que en principio parecía haberse detenido hacia el sur. Por ello, poco antes de llegar a tierra desviamos de curso para bordear la isla y evitar cruzar por el centro del lago cuando la lluvia ya se estaba largando sobre nosotros.
Los relámpagos y truenos nos rodeaban en un intermitente círculo luminoso y tronante. El mito de Ypóra dice que este vive oculto en la isla Valdez y que no es posible acercarse a él impunemente, pues agita las aguas generando un fuerte torbellino de agua para ahuyentar a los que buscan profanar sus secretos.
Antes de llegar al atracadero donde debíamos tomar la canoa más pequeña para dirigirnos nuevamente a la playa, el motor se quedó sin combustible. Entonces con una larga tacuara don Herminio dirige la canoa a lancha róga. Una vez llegado aquí, nos negamos a seguir el camino en canoa. Esperamos bajo el cobertizo del muelle con el agua hasta las rodillas a que el temporal acabe. “Este no va a escampar enseguida”, nos advierte y sugiere seguir el camino por tierra.
Mientras nuestro reportero gráfico se quedó a resguardar los equipos y teléfonos bajo el techo del amarradero, nos lanzamos al interior de la selva umbrosa bajo la intensa lluvia rumbo a la playa, donde nos aguardaba Pájaro, el conductor del móvil y a quien no le llegaban nuestro mensajes de pedido de auxilio. Pero uno de los wasaps al fin pudo llegar y cuando nos encontrábamos aproximadamente a mitad de camino vimos la luz de una camioneta que se dirigía hacia nosotros. ¡Era Pájaro que venía a buscarnos!
Subo a la camioneta para dirigirnos al muelle para recoger a nuestro compañero mientras que don Herminio siguió el camino a pie para encontrarse con su hijo y sobrino. Sin guía, bajo la lluvia e incomunicados seguimos hasta un punto donde ya no pudimos avanzar. Habíamos errado el camino. Luego de desandar un trecho de varios kilómetros retomamos el rumbo correcto.
Cuando al fin llegamos don Herminio se nos había adelantado y se aprestaba a finalizar los preparativos de regreso. Subimos la canoa más pequeña al techo de su camioneta y cuando nos disponíamos a partir la lluvia cesó de súbito así como había empezado. El sol destellaba dibujando un arcoiris en el horizonte. En fin, misterios del lago Ypoá.
Ecosistema flotante
El estudio titulado “Dinámica de los embalsados y tendencias” fue elaborado por Fátima Mereles y Danilo Salas, del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt). El trabajo forma parte del proyecto “Redefiniendo los límites del lago Ypoá”.
La investigación precisa que este complejo está conformado por tres lagunas –Cabral, Verá y el lago Ypoá–, “que se suponen son una sola, separadas por grandes masas de embalsados. Se denominan embalsados a un conjunto de vegetación acuático-palustre que se encuentra arraigada a un sustrato o suelo, el que a su vez, en la mayoría de los casos, flota sobre el agua en general con escasa o ninguna corriente o cuando la misma va perdiendo velocidad a medida que se acerca a su destino final (desembocadura), como es el caso de los que se encuentran en los deltas fluviales”.
El trabajo precisa que los embalsados, cuyo hábitat ideal son las aguas lénticas, constituyen verdaderos ecosistemas flotantes, puesto que en su seno se desarrolla no solo el mencionado tipo de vegetación, sino también microorganismos que permanecen prendidos a los órganos de las plantas. A su vez, las raíces de estas sirven de refugio a alevines y otros organismos acuáticos como insectos, ácaros e incluso sirve para el desove de aves, reptiles y anfibios.
“Estas aguas podrían considerarse como mixtas, porque en superficie mantienen un cierto movimiento producido por el viento, en tanto que hacia las profundidades las aguas permanecen estáticas, dando lugar a la formación de embalsados que no pasan de las primeras fases”, señala un pasaje del informe, que detalla que los embalses se forman por el entrelazamiento de las raíces de las plantas, que al descomponerse y unirse con polvo transportado por el viento van formando un suelo orgánico al cual se unen sustancias inorgánicas que se van solidificando mecánicamente a través de distintas fases, así como a través del desprendimiento del suelo de la orilla del lago.
Inicialmente el complejo acuático era uno solo, pero a raíz de la “geomorfología y la escasa profundidad, la procedencia de los vientos más intensos y, por sobre todo, la descarga de las aguas del lago hacia su inclinación natural, el río Paraguay, sin que haya una diferencia tan pronunciada de nivel, podrían ser razones separadas o conjuntas que influyan sobre el desarrollo de los embalsados”, exponen los autores.
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El Poder Ejecutivo reglamenta ley de fomento a la lectura
El Poder Ejecutivo emitió la reglamentación de la ley N.° 7140/23 de “Fomento de la lectura y del libro”, con lo cual se da paso a la articulación de políticas que fomenten la industria editorial en nuestro país. Esta normativa fue celebrada por el sector cultural y señalaron que es una legislación que fue anhelada por años.
“Con la firma de este decreto se da un gran paso, sobre todo hacia una decisión de articular una política nacional de lectura y el libro tan necesaria para fomentar la industria editorial dentro del Paraguay. Queremos transmitir la intención del presidente de la República de que como paraguayos, demos pasos acelerados hacia ese mayor desarrollo en todos los aspectos”, expresó Paula Carro.
El anuncio del decreto fue realizado en conferencia de prensa desde Mburuvicha Róga, y también asistió la ministra de la Secretaría Nacional de Cultura, Adriana Ortiz, además de escritores y otros referentes del sector cultural. En la oportunidad, la ministra señaló que esta ley se da luego de una lucha de más de 20 años.
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“Con este acto se abre la tapa de acción ejecutiva en la que la Secretaría Nacional de Cultura desarrollará la elaboración e implementación del Plan Nacional de Lectura en coordinación con el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC), la Secretaría Nacional de Políticas Lingüísticas y la ayuda y cooperación de todas las instituciones culturales relacionadas al libro, la lectura y la promoción cultural del Paraguay”, señaló.
Asimismo, este decreto obliga a la instalación del Consejo Nacional del Fomento de la Lectura y el Libro y la nominación y elección de los representantes para integrar la misma, que provendrán de las entidades privadas y del sector público. A cargo de este órgano estará la elaboración del Plan Nacional de Lectura y ejecutará acciones para que se provea el fondo para la lectura y el libro a nivel nacional.
“Quiero destacar que esta ley ha tenido un largo proceso de corrección y perfeccionamiento con la amplia participación del sector cultural, editores, escritores, que hoy me acompañan, periodistas, referentes culturales del interior que se han unido a las mesas técnicas y los resultados expresa propósitos, expectativas y sueños de tan apreciado sector”, remarcó Ortiz.
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Santiago Peña visitó a las familias afectadas por inundaciones en Villa Florida
El presidente Santiago Peña realizó este viernes una visita a las familias desplazadas por las inundaciones en el distrito de Villa Florida, departamento de Misiones, para corroborar in situ la situación, así como observar la asistencia que están brindando los organismos del Estado.
La Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) estima que unas 200 familias fueron afectadas en Villa Florida. A nivel país, las lluvias de los últimos días sumaron más de 2.200 familias, indicó el ministro Arsenio Zárate.
A través de sus redes sociales, el jefe de Estado remarcó que el gobierno está con cada uno de ellos. “Vamos a superar juntos este momento que afecta a Villa Florida y otras ciudades del país.
Desde el Gobierno del Paraguay estamos trabajando para asistir a las familias que fueron afectadas tras los últimos temporales, además de avanzar en soluciones de fondo para que las inundaciones en las ciudades sean cosas del pasado”, publicó el presidente Peña en sus redes sociales.
Asimismo, el mandatario recordó que los paraguayos “somos solidarios, por eso cuando nos unimos podemos superar cualquier adversidad. Las inundaciones no serán la excepción. Vamos a salir adelante”, agregó en otro posteo en la red social.
Trabajo coordinado
Asimismo, el jefe de Estado señaló que la visita la hace con el objetivo de conocer, de primera mano, la situación de las familias, cómo afecto la inclemencia del tiempo y la crecida del río Tebicuary, que ha afectado a todas las familias ribereñas.
Se está dando la asistencia a través de la SEN, que si bien es insuficiente ante la pérdida de sus bienes materiales, sumado a la falta de oportunidad de empleos.
“Estamos trabajando en coordinación entre las diferentes instituciones del Estado, el Ministerio de Agricultura y Ganadería, así como el acceso a viviendas dignas, que es un pedido constante en cada uno de los rincones que hemos visitado”, indicó.
Agregó que existe el compromiso “de trabajar en colaboración con el gobierno departamental, y los gobiernos municipales, para que puedan recuperar sus casas y tener fuente de trabajo lo más rápido posible”, expresó
Cabe recordar que además de Villa Florida, fueron afectadas familias de Yabebyry, Coronel Martínez y Ayolas. En este último distrito el Gobierno inició las gestiones para la construcción de una defensa costera dentro del plan de obras prioritarias del MOPC.
Otro de los lugares que están sufriendo los embates de la naturaleza es el departamento de Ñeembucú, además de algunas ciudades de Central y la capital, tras las últimas grandes lluvias registradas días atrás en todos estos casos el Gobierno está brindando la asistencia necesaria a las familias.
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Ejecutivo reglamenta ley que establece como carrera la investigación científica
El Poder Ejecutivo firmó el decreto N.° 1.585 que reglamenta la ley N.° 7.064/2023 que crea el Sistema Nacional de Investigadores (Sisni), a través del cual se cual se establece la carrera del investigador científico. Así se anunció este jueves 25 en conferencia de prensa desde la Vocería del Gobierno, liderada por Paula Carro.
“Es una inmensa satisfacción que la carrera del investigador ya está plenamente vigente a partir de este momento, un sueño largamente anhelado y por el cual se ha trabajado muchísimo desde la Sociedad Científica del Paraguay y hoy se hace realidad. Con esta reglamentación implica que el científico paraguayo va a poder disponer de mejores herramientas para poder realizar su tarea y la carrera misma del investigador toma otro tipo de preponderancia”, explicó Benjamín Barán, presidente del Conacyt.
El titular del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) señaló que al crearse este sistema, se reconoce formalmente la carrera del investigador, lo cual representa una oportunidad de que las personas puedan dedicarse de lleno a esta actividad, puesto que hasta la fecha, la investigación científica era como un hobby o algo adicional.
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“Ahora existen los científicos en Paraguay, recuerdo cuando empezamos a trabajar con el Conacyt hace unos 10 a 15 años, había 40 científicos que publicaban revistas internacionales en el Paraguay, hoy tenemos 600 científicos nucleados que pasan automáticamente a formar parte de este Sistema Nacional de Científicos. Hay un incremento notorio del número de científicos y también hay un aumento del número de publicaciones científicas”, resaltó el doctor Antonio Cubilla, asesor científico de la Presidencia.
Este decreto firmado por el presidente Santiago Peña implica que se han sentado las bases estructurales y jurídicas, así como también los derechos y obligaciones a los que están sujetos los científicos para con la sociedad. “El mandatario nos ha entusiasmado para llevar adelante y nos ha apoyado para que esta ley sea una realidad y para que la comunidad científica tenga cada vez mejores condiciones para desarrollar ciencia en nuestro país”, manifestó Barán.