El pasado 1 de agosto se realizó la reapertura del templo de Santa Rosa de Lima, Misiones, donde se conservan reliquias, varias imágenes sacras y frescos al óleo. Una inversión millonaria y un trabajo conjunto entre la comunidad, la Municipalidad, la Gobernación y el Gobierno Nacional permitieron que la parroquia se convierta en un museo que rescata la rica herencia histórico-cultural de las reducciones jesuíticas.
- Por Yvelice Villalba Maidana
- Fotos Gentileza
Santa Rosa de Lima, junto a Santa María de Fe y San Ignacio Guasu, constituyen las principales ciudades de Misiones, Paraguay, que poseen vestigios de las reducciones jesuíticas y donde se conservan obras únicas de la escuela del sacerdote italiano José Brasanelli (Giuseppe Brasanelli), quien fue un destacado arquitecto, escultor y pintor que desarrolló el estilo barroco guaraní en las reducciones. El patrimonio arquitectónico de las reducciones jesuíticas del siglo XVII y XVIII que quedó en Paraguay fue numeroso y valioso en detalles.
En Santa Rosa, Misiones, se conservan varias imágenes sacras talladas en madera únicas como el de san Juan Bautista, la Anunciación del ángel Gabriel a la virgen María sobre la encarnación del hijo de Dios, además de los frescos de pintura al óleo que recrean la historia de la virgen de Loreto. Seis imágenes fueron colocadas en el templo, aparte del retablo principal de santa Rosa, un crucificado, partes de las columnas del antiguo retablo, que sufrió un incendio en 1883.
El templo recientemente restaurado es de construcción sencilla, pero conserva elementos de la antigua edificación, como el altar mayor, muestras de columnas y piso. También se conservan paredes, pinturas y otros detalles del siglo pasado.
REFORMA
“El templo se reformó en su totalidad y los trabajos se realizaron durante un año y un mes. El edificio estuvo inhabilitado por seis años por peligro de derrumbe. A parte del embellecimiento del templo, se pusieron en valor varias obras que estaban guardadas en nuestra capilla interna y en el museo de la capilla de Loreto. Son seis imágenes (La Piedad, san Isidro Labrador y su señora santa María la Cabeza, La inmaculada Concepción, la virgen de Loreto y san Juan Bautista), un crucificado, dos columnas que pertenecían a un retablo y el sagrario de las reducciones”, según comenta el padre Rubén Darío Colmán, cura párroco de la iglesia de Santa Rosa de Lima.
El artista Darío Boni, de la escuela de Koki Ruiz, realizó varias obras en piedras colocadas en el templo con el objeto de brindar una reminiscencia del torreón campanario dentro de la iglesia. Se instalaron un altar de piedra, las sedes del crucifijo y veleros, tres sillones de piedra, un ambón (atril) de piedra y las bases de los nichos de las imágenes sacras, que también son de piedra.
Explicó que el sagrario original de las reducciones fue colocado en una capilla construida al lado del templo. Este espacio santo puede ser visitado de martes a sábados por la mañana, con previa solicitud a la secretaría parroquial.
INVERSIÓN
Las obras demandaron una inversión de aproximadamente G. 2.300.000.000, además de otra transferencia de 149 millones, que fue destinada a la instalación de aires acondicionados y sistemas de seguridad. El proyecto estuvo a cargo del equipo del arquitecto Aníbal Cardozo Ocampos, cuyos honorarios ascendieron a G. 68.000.000 y fueron costeados en partes iguales por la Municipalidad local y la Gobernación de Misiones.
“Fue un trabajo conjunto de la comunidad, la Municipalidad, la Gobernación y el Gobierno Nacional. Gracias a toda la inversión nuestro templo se ha convertido en un museo”, resaltó el cura párroco.
La reapertura contó con la presencia del nuncio apostólico en el Paraguay, monseñor Vincenzo Turturro; el obispo de Misiones, monseñor Osmar Benítez, autoridades locales y el acompañamiento de una gran cantidad de devotos.
En una emotiva celebración, el templo y la comunidad de adeptos fueron bendecidos por el nuncio y en el altar mayor fueron depositadas las reliquias de primer grado de san Roque González de Santa Cruz, primer santo paraguayo, y la beata María Felicia de Jesús Sacramentado, Chiquitunga.
Ante la gran cantidad de fieles que se congregaron para participar de la ceremonia de dedicación del templo de Santa Rosa y consagración del altar, pero que no cupieron dentro de la parroquia, la celebración fue transmitida en pantalla gigante por la radio Monseñor Bogarín.
ATENCIÓN AL TURISTA
Se pueden solicitar recorridos con fines turísticos a la secretaría parroquial (de 7:30 a 11:30) para que un guía acompañe a las personas o delegaciones que llegan para observar el templo, la capilla de Loreto y el casco histórico de la ciudad. También se habilitó un espacio para el turista, al costado del templo, donde se pueden encontrar artículos artesanales y recuerdos de la ciudad.
Las artesanías incluyen motivos alusivos a la ciudad, imágenes de santa Rosa, estampas de otros santos, tazas, denarios, rosarios, toallitas, cuchillos y otros. Los precios oscilan entre 10.000 y 80.000 guaraníes.
El encargado de la tienda, Rey Esteban Amarilla, indicó que el local lleva el nombre del sacerdote Joaquín Martínez Herebia, ex curra párroco que inició el trabajo de mejoras del templo.
Para más informes para el recorrido turístico se puede consultar con la señora Gloria Ortiz al (0972) 185-075.
RIQUEZA NATURAL Y CULTURAL
Santa Rosa de Lima es una comunidad fundada por sacerdotes jesuitas y un pueblo de nativos guaraníes itatines reducidos y andariegos pertenecientes a la misión de San Pedro y San Pablo (Argentina), que migró por varios lugares ante los ataques de los bandeirantes. Según la docente e investigadora Ruth Almada García, quien publicó el libro “Santa Rosa de Lima, tierra de las misiones jesuíticas” (2022), el padre Jacobo Ranzonier comenzó la misión, continuó el padre Hernando de Orga, quien vivió 8 meses en carreta, trayendo la misión hasta establecerse en Santa María de Fe (Misiones, Paraguay).
Cuando esta comunidad creció, y ante la llegada de una epidemia de viruela a la zona, el padre Antonio Sepp, quien estaba al frente de la misión, decidió migrar con un grupo de pobladores a otra colina, donde había varios arroyos. Un 2 de abril de 1698 fundó en el lugar la pequeña comunidad con el nombre de Santa Rosa de Lima, en honor a la primera santa de América, patrona del Perú y de América Latina.
“En la historia de Santa Rosa había muchas lagunas, por lo que decidí investigar revisando cartas reales de la época en las bibliotecas del Archivo Nacional de Paraguay y Argeliz de Río de Janeiro, Brasil. Descubrí que el padre Jacobo Ranzonier (fundador) falleció antes de la creación de Santa Rosa, pero él empezó la misión”, aclara la investigadora.
Santa Rosa se encuentra a 245 kilómetros de Asunción. Su característica especial es su ubicación sobre una colina, regada por varios arroyos y una exuberante vegetación. Además, posee varios cerros que aún no fueron bien explorados. Algunos poseen vestigios de épocas antiguas.
Otros tesoros significativos y distintivos del pueblo de Santa Rosa son sus famosos manantiales o ykuas. Entre los más concurridos se encuentran el ykua Pytã, ykua San Jose’i e ykua Sanguri, ubicado a la vera del emblemático arroyo Sanguri.
El mítico arroyo Sanguri es considerado patrimonio natural de gran valor histórico-cultural. El nombre está inspirado en un cacique guaraní que se refugió en un bosquecillo del intenso calor para saciar su sed en sus frescas aguas. Este importante recurso hídrico irriga inmensos campos de vegetación.
La agricultura y la ganadería representan las principales fuentes de ingresos de la economía roseña, que prospera fundamentalmente por la calidad y características de su suelo. El territorio es rico en praderas y pasturas naturales. Las granjas productivas, establecimientos ganaderos y las pequeñas empresas familiares se destacan en la producción láctea, avícola y frutihortícola.
Otro patrimonio de gran importancia es la capilla de Loreto, donde se encuentran los frescos al óleo de la historia de la virgen de Loreto. En el museo se encuentran dos esculturas importantes de la Anunciación: la virgen María que recibe la encarnación del hijo de Dios ante la presencia del ángel Gabriel. Además, se encuentran el crucificado, el buen ladrón y el mal ladrón, otras imágenes y vestigios de cerámicas producidas en las reducciones.
En suma, Santa Rosa es un destino rico en historia, cultura, gastronomía y ecología.