• Toni Roberto
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La casona, construida allá por 1920, fue anteriormente propiedad de Concepción Leyes de Chaves y hoy ya forma parte del patrimonio arquitectónico del “nuevo viejo” barrio San José, de Asunción.

Era una noche fría de viernes de junio en la casona Brun Vierci, hoy edificio del Taller Integral de Actuación, convertido en “escenario natural arquitectónico” del proyecto Teatro Mbyky. Ahí, los altillos, salones, habitaciones y semisótanos cobijaron las cuatro obras de una duración de quince minutos cada una, el espacio perfecto para el tema Homenaje al Centenario de la Guarania; dramaturgos y escritores de todas las edades presentando obras breves inspiradas en la guarania, cada una de las actuaciones me transportaron a recovecos de la memoria no escrita de la vida urbana de muchos paraguayos de otras épocas y la emoción de saber que me encontraba en una casa llena de historias.

LA CASONA, PATRIMONIO DEL BARRIO SAN JOSÉ

A veces la memoria nos lleva a otras historias y esa es la que hoy intento contar. Los recuerdos parten a 1965, cuando fallece el Dr. Luis Cáceres Carísimo, connotado médico pediatra de Asunción, quedando muy joven viuda Margarita “Pelusa” Brun Vierci. Por ello y en el afán de juntar la familia, sus padres, Sebastián Brun y Judith Vierci, compran aquella casona construida allá por 1920, que anteriormente fuera propiedad de Concepción Leyes de Chaves y que hoy ya forma parte del patrimonio arquitectónico del “nuevo viejo” barrio San José, de Asunción.

Casa Brun Vierci. Construcción c. 1920. Asunción. Fuente: Rosa Laconich.

LA CALESITA Y EL COLEGIO DE LA ASUNCIÓN

La casa, de estilo semirural inglés, originalmente contaba con un solo altillo a la izquierda, que es donde vivieron los Cáceres Brun. En un almuerzo familiar Margarita le dice a su padre que quería fundar una guardería, a lo que el padre le responde que ella no necesitaba trabajar, pero la tenacidad de esta mujer paraguaya hizo que inicie aquella recordada institución a finales de los años 60, convirtiéndose en una de las primeras de la ciudad. Así por muchísimos años siguieron viviendo en la planta alta, ella y sus hijos Luis, Rosarito, Pedro y Joaquín, funcionando al mismo tiempo la legendaria guardería La Calesita y después el Colegio De La Asunción, hasta aproximadamente 1995 año en que se mudan a Fernando de la Mora.

JOAQUÍN CÁCERES BRUN Y LA MEMORIA FAMILIAR

Siempre en las familias hay alguien que atesora los recuerdos familiares, en este caso es Joaquín Cáceres Brun, quien nos cuenta una hermosa historia en el caserón un inolvidable domingo 20 de julio de 1969: “Mis hermanos y yo estábamos jugando fútbol con nuestros primos Miguel Abente Brun y Carlos “Patapila” González Brun en un pequeño terreno conectado a la casa sobre la calle San José, a su vez el terreno lindaba con una pequeña casita que nos separaba de la casa de los Palau. En un momento del partido, mamá se asomó a la ventana que daba al terrenito y nos anunció la gran noticia: ¡El hombre llegó a la Luna! Recuerdo que tenía la pelota bajo los pies hasta que alguien me gritó: ¡Pasame la pelota, Joaquín!”, recuerda como si fuera ayer esa hazaña humana.

SIEMPRE DE MAÑANITA…

Aquella casona que cobijaba la legendaria guardería de la que muchos de mi generación recuerdan por ese famoso jingle radial de los años 70: “Siempre de mañanita voy a La Calesita” y que fuera cantada originalmente por los primos Rosarito Cáceres y Bruno Masi, hoy termino parafraseándolo: “Siempre de mañanita, todos podemos tener recuerdos de una calesita, ahí donde jugábamos de niños, donde éramos felices y que recuerdan los vericuetos de nuestras infancias, en mi caso, a partir del Teatro Mbyky, al que me invitó gentilmente Pili Ortiz Ruffinelli y que motivó un viaje al pasado de la vieja casa de los Brun Vierci.

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