• Jimmi Peralta
  • Fotos: Gentileza/Archivo

A pesar de haber sido un destacado exponente de la revolución de la música popular en el Brasil, Óscar Nelson Safuán no logró ser totalmente profeta en su tierra. No obstante ello, en la escena local se destacan virtuosos músicos que siguen su legado como el pianista Óscar Fadlala, el arpista Francisco Giménez y el baterista Gonzalo Resquín. En esta recordación al maestro, evocan su lado humano y su inconmensurable aporte a la modernización de la música paraguaya.

Bajo el rótulo de música tradicional paraguaya se enmarcan diversas variaciones rítmicas, armónicas, melódicas y de timbre instrumental que descansan en las filas del polirrítimico compás de 6/8, a diferentes tempos, acentos e intenciones.

Algunos géneros son distintos entre sí, como la guarania y la galopa, y otros presentan mayores semejanzas como la polca y la polca canción.

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En el menor de los casos se conoce en la música popular a los creadores de los géneros o subgéneros. Dos de las excepciones en el ámbito local son José Asunción Flores, con la guarania, y más cercano en el tiempo Óscar Nelson Safuán, con la avanzada.

Nacido en San Estanislao, Safuán (1943-2007) fue un músico paraguayo internacional, que logró reconocimiento en la industria discográfica del Brasil y que fue responsable de una de las propuestas modernizadoras de la música paraguaya cuatro décadas atrás.

ROMPIENDO MANDATOS

De muy joven, Óscar Nelson transgredió el mandato familiar de continuar en el oficio del comercio en su ciudad natal, como su padre, y a fuerza de trabajo en los escenarios y muchas inquietudes se radicó en Brasil para darle forma a su sueño con la música de manera profesional.

“Su ida, yo creo, se debió a las ganas inmensas de superarse como músico; la familia del maestro trabajaba muy bien en Santaní, no fue económico el motivo de su ida. Era aprender y hacer carrera con la música y realmente lo logró con creces”, comenta Óscar Fadlala, sobrino de Safuán y uno de sus herederos musicales.

El santaniano, un músico popular por entonces joven, consolidó su formación académica en el vecino país, donde trabajó de manera destacada y ayudó a la formación de la colectividad de compatriotas que radicaban por entonces en el vecino país.

El pianista Óscar Fadlala, sobrino y continuador del legado de Safuán

PROTAGONISMO

“No solo compartió con la comunidad artística de los paraguayos en Brasil, sino que fue protagonista principal del movimiento musical denominado sertanejo, que anteriormente se denominaba música caipira de forma despectiva. Safuán le dio un ropaje nuevo a la antigua música caipira, que después llegó a ser el movimiento musical sertanejo, que era una música de bajo nivel.

Después, con los arreglos y la producción de Safuán, comenzó a tomar protagonismo importante. Esa música de las campiñas llegó hasta las ciudades y llegó a un nivel comercial importante bajo la dirección del maestro y sus arreglos. Le costó muchísimo convencer a los productores y sellos discográficos de incluir una orquesta para esos géneros caipira.

Y fue así que nació el movimiento sertanejo gracias a un importante protagonismo del maestro Óscar Nelson Safuán”, narra el arpista Francisco Giménez, quien fue íntimo amigo, colaborador y sesionista del creador de la avanzada.

Francisco Giménez, arpista

“Se dedicaba 100 % a su trabajo. Era único en lo que hacía. Realizaba composiciones día tras día, de una manera única. Escribiendo las partituras sin la necesidad de un instrumento para guiarlo”, comenta Carin Vinicius Pereira Safuán, uno de los cinco hijos de Óscar Nelson que viven en Brasil.

Instalado en Sao Paulo desde comienzo de los 70, ayudó a agitar un movimiento musical desde la producción, el sertanejo, que hoy es el género más escuchado en ese país, trabajando con Millonário & José Rico, que se hizo popular por entonces.

LA AVANZADA

A finales de la década de 1970, Óscar Nelson terminó de darle forma a una idea que tenía la intención de abrir nuevas sendas para la música paraguaya. Después de revo­lucionar en Brasil, buscó ser profeta en su tierra, refiere Giménez.

“La avanzada fue una pro­puesta estética disruptiva. Lo que hizo Safuán fue ten­der un puente entre la tra­dición y la modernidad, sin romper con las raíces, pero desafiando sus límites. En un contexto dominado por una mirada conservadora de lo paraguayo, él se animó a fusionar la polca y la guara­nia con elementos de la bossa nova y el bolero, y una sen­sibilidad más urbana y con­temporánea”, refiere el bate­rista Gonzalo Resquín, quien aborda la temática del subgé­nero, como clasifica a la avan­zada, en su libro “Pararã. La batería en la música popular paraguaya”.

La presentación en socie­dad del nuevo ritmo o sub­género que pretendía formar parte de la sonoridad musical del Paraguay, la avanzada, estuvo a cargo de su autor en 1980 en Autores Paraguayos Asociados, ante sus colegas, despertando controversias entre los grandes referentes de la época.

“Su objetivo principal con la avanzada era crear un ritmo moderno, en el que se pudiera cantar en guaraní y así poder preservar el idioma nativo. Veía que muchas músicas en inglés estaban migrando al país y poniendo así la música tradicional en segundo plano”, señala Carin.

RESISTENCIA Y ACEPTACIÓN

“Los colegas tenían cierto recelo o miedo para aden­trarse a hacer algo distinto dentro de lo que es el fol­clore paraguayo. Safuán se atrevió, fue el que encon­tró una nueva fórmula que dio un puntapié inicial para toda una corriente de innovación que vino después”, explica Giménez.

Aquella primera impresión poco favorable no menguó el espíritu de Safuán, quien grabó a mediados de los 80 un disco completo con canciones en clave de avanzada, reafir­mando su apuesta, material en el que se incluyen “Nacio­nales N°. 1” y “Paraguay 80”, dos de las más reconocidas.

“La avanzada fue un bál­samo de modernidad, cam­bios armónicos importan­tes, melódicos, conceptuales, pero sobre todo rítmicos. Solo Mauricio Cardozo Ocampo le dio la importancia que mere­cía”, comenta Fadlala.

“Safuán mismo decía. ‘Mi mayor temor fue que Mau­ricio Cardozo Ocampo se opusiera a la avanzada’. Sin embargo, él fue el primero de entre los músicos que apoyó este proyecto, este ‘hallazgo’, como decía don Mauricio. Y por eso es que Safuán le dedicó a don Mauricio Cardozo Ocampo uno de sus temas, como agradecimiento, el tema ‘Nacionales N°. 1’. Por eso comienza con flauta esa obra, porque don Mauricio Cardozo Ocampo tocaba la flauta”, explica Giménez.

El segundo espacio de desa­rrollo de la avanzada lo tuvo en el escenario, pero no aún entre los músicos, sino con la danza. Mientras los prime­ros permanecían en la duda y oponían resistencia a la transgresión, la nueva música no solo se escuchaba, sino que se sentía y era útil para expre­sar algo en su tiempo.

“Parecía ser que en el mundo de la danza hacía falta algo nuevo y todos los que seguían esa línea de danza estilizada y danza de proyección fol­clórica tomaron la avanzada como algo ya necesario para esa época. Se sentía ya una necesidad por lo visto y casi todas las academias de danza del país utilizaron la avan­zada para coreo­grafiar”, señala Giménez.

Este devenir de la avanzada hizo que se sumen al género como compositores Luis Bor­dón y Papi Galán, en tanto que como intérpretes se citan a Julio César del Paraguay, el Trío América, Herminio Maldonado, Óscar Fadlala, Francisco Giménez, Pedro Alfonso, Claudio Fernández y Carlos González Achucarro.

Para Resquín, el valor del aporte de Óscar Nelson está por encima de todo en su intención renovadora y su aporte a la diversidad esté­tica en la música paraguaya.

“No se conformó con repe­tir fórmulas establecidas. Se propuso renovar, cuestionar, provocar. En un país donde muchas veces se confunde lo tradicional con lo inamovi­ble, él puso sobre la mesa una discusión necesaria: ¿hasta qué punto podemos transfor­mar sin dejar de ser nosotros mismos? Esa pregunta aún resuena. Y el hecho de que haya sido criticado o margi­nado por sus pares más con­servadores no hace más que reforzar su papel como figura incómoda, pero necesaria”, sentenció.

Gonzalo Resquín, baterista

ARQUETIPO

Desde lo familiar, al escarbar en su fresca memoria Carin rescata el valor humano de aquel a quien tiene como arquetipo. “Era un hombre muy correcto y con una per­sonalidad increíble. No pude haber tenido a un mejor papá. Me siento muy orgulloso por todo el legado musical que él dejó y por el legado moral que él nos dejó a nosotros, sus hijos”, comenta.

Una nueva propuesta no solo se medirá de esta manera por su éxito masivo, sino como inspiración para otros crea­dores, ya que solo años des­pués de la aparición de la avanzada aparecerán nue­vas propuestas como las que mecharon la música para­guaya con el rock, el jazz, la música electrónica y otros.

Fadlala resalta el valor de su formación y la puesta en práctica de ese conocimiento desde “su alma popular”, que se materializa en la avanzada, y lo cita en una de sus cancio­nes: “Y qué culpa tengo yo si está en mis huesos esta forma un tanto extraña de cantar”.

Asimismo, Giménez lo recuerda como maestro y desde una profunda y sin­cera amistad. “Si bien yo soy artista y he aprendido el arpa con grandes maestros del ins­trumento, con Safuán aprendí la parte de música, la parte teórica, conceptos, también aprendí muchísimo el uni­verso de la producción dis­cográfica, las grabaciones y arreglos. Fue prácticamente mi padrino artístico”, dice.

“Para mí su propuesta representa un llamado a la valentía creativa. La histo­ria de Safuán te interpela: te recuerda que innovar tiene costos, que no siempre vas a ser comprendido, pero también que vale la pena intentarlo. Claro que tam­bién genera cierto temor, porque te das cuenta de lo difícil que es proponer algo nuevo en un entorno que muchas veces premia la repetición”, con­cluye Resquín.

REGRESO AL PARAGUAY

“Durante su tiempo de estadía en Brasil estuvo siem­pre pendiente de su país. Sus padres vivían aquí, así que venía a menudo. Le gustaba mucho escuchar Agustín Barrios y la bossa nova”, comenta Carin, que es homónimo en el tercer nombre de su padre y en el segundo coincide con Vinicius de Moraes, músico y poeta del mpb (música popular brasileña).

En 1992, Safuán se radica en Asunción y trabaja en Industrias Fonográficas S. A. Forma parte de materiales dis­cográficos muy importantes como dúo Gallardo-Arce, Helio Seraffinni, los Ojeda, Óscar Faella, su segundo disco solista y los grandes concier­tos en vivo de la avanzada.

Óscar Nelson Safuán, creador del género avanzada

“Un paraguayo fue protagonista impor­tante para la revolución cultural y musical en el Brasil. Sin embargo, acá en el Paraguay no logró al 100 % su objetivo. Pero para eso estamos sus seguidores, sus discípulos, para continuar con su legado”, dice Giménez.

“Volvió al Paraguay con esa ilusión de hacer una revolución cultural, indus­trial, discográfica, como hizo con el movimiento sertanejo en el Brasil, pero acá con la música paraguaya”, enfatizó.

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