• Fotos: Pánfilo Leguizamón

En esta edición del programa “Expresso”, del canal GEN/Nación Media, Augusto dos Santos recibe al Ing. Félix Sosa, presidente de la Administración Nacional de Electricidad (Ande), para hablar de la situación energética del país y las perspectivas para el futuro. Sosa sostiene que en los últimos años se ha ido superando el histórico rezago en materia de inversiones en el sistema eléctrico y que la clave es la diversificación en la matriz de producción energética.

–Estamos llegando al invierno y ¿cómo anda nuestra energía últimamente?

–Realmente estamos muy bien. Todas las inversiones que se han realizado en los últimos tiempos están dando el fruto esperado. Lógicamente siempre falta, siempre tenemos que seguir con esta línea de las inversiones, tanto en transmisión como distribución de energía eléctrica. En esta época la demanda baja aproximadamente en un 40 %.

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–¿Cuál fue el pico en este último año?

–Fue el 3 de marzo de este año, llegamos a 5.122 megavatios de potencia.

–Quiero hablar de temas estructurales y de futuro, pero antes es imprescindible tener una línea de base de cómo estamos hoy. ¿Cómo estamos en materia de disponibilidad de energía hoy?

–Primeramente quería contextualizar un poquitito. Realmente un país no puede pensar en el desarrollo si no cuenta con energía suficiente, principalmente energía eléctrica en estos casos. Es decir, la disponibilidad energética es sinónimo de desarrollo de un país. Por eso es muy importante el tema energético. Nosotros contamos con 8.760 megavatios de potencia nominal en la generación. Esa es la disponibilidad energética, lo que corresponde a Paraguay, tanto en Itaipú, Yacyretá y Acaray. Es decir, estamos llegando un poquito más del 50 % de la disponibilidad energética durante el pico de demanda.

–¿Hay convencionalmente a nivel universal alguna recomendación de cuál tiene que ser el margen?

–Un 20 %. Depende mucho eso también de las condiciones hidrológicas en nuestro caso, porque dependemos de un solo río. Por eso es muy importante la diversificación de la matriz de generación, es decir, tenemos que tener diferentes tipos de fuentes a los efectos de complementarse uno al otro.

DIVERSIFICACIÓN

–Además de la hidroeléctrica, ¿tenemos otras formas de producción de energía?

–No y por eso es importante la diversificación de la matriz de generación. En esa línea nosotros estamos en este momento trabajando con todas las instituciones afectadas en equipo con el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones, a través del Viceministerio de Minas y Energía, con el Ministerio de Industria y Comercio, que es muy importante considerando que la meta de este gobierno es la industrialización de nuestro país. Entonces es fundamental que la pata del Ministerio de Industria y Comercio esté interviniendo o aportando para la planificación del sistema eléctrico paraguayo.

–¿Cómo observás la historia del desarrollo de la Ande en los últimos 20 años?, ¿cómo ha sido ese ciclo te parece?

–Inclusive podemos ir un poquito más atrás mirando lo que es el Paraguay en sí. A partir del año 68 Paraguay se convirtió en uno de los pocos países en el mundo que su fuente de generación es 100 % limpia, renovable y firme. Para tener una idea, cuando entró en operación la central de Acaray, la demanda de Paraguay llegaba a 10 megavatios de potencia y Acaray entró con 90, es decir, 9 a 10 veces más en esa época. Existen energías renovables con generación intermitente y ese tiene su problema técnico, pero Paraguay es el único país en el mundo que cuenta con energía limpia, renovable y firme a la vez.

–¿Cómo se fue consolidando el proceso de funcionamiento del sistema eléctrico?

–Una de las cosas que consideramos críticas realmente fue la falta de inversión en el área de transmisión y distri­bución de energía eléctrica. Podemos observar en el grá­fico que hasta el año 2008 aproximadamente las inver­siones eran muy bajas. Poste­riormente se mejoraron esas inversiones. Hemos recupe­rado la inversión en el sistema de transmisión y distribución de energía eléctrica. Estamos llegando a unos 300 millo­nes de dólares de inversión en forma anual. Eso hace que realmente podamos estar mucho mejor hoy en día en la calidad de servicio. Gra­cias a esa infraestructura también se pudieron insta­lar estas grandes criptomi­neras. El año pasado tuvimos un aumento de consumo de energía eléctrica de 18 %, algo único en el mundo.

Ing. Félix Sosa, presidente de la Ande. Foto: Pánfilo Leguizamón

–Es un contraste muy grande, para cualquier país 20 % no se consigue fácilmente.

–Por un lado, el Gobierno del Paraguay está apostando a la utilización de nuestra energía en el mercado interno. Siem­pre se dijo ¿por qué no usa­mos nuestra energía? Bueno, ahora sí se está usando. Y por otro lado, también el men­saje es que realmente noso­tros estamos preparados para recibir grandes inversiones para grandes instalaciones de consumo.

–¿Cómo está estructurado el costo de la Ande?

–Primero la Ande adquiere o compra energía en dólares desde Itaipú y Yacyretá. Este es el principal costo, el tema de la compra de potencia en Itaipú y compra de energía en Yacyretá. Por otro lado, tenemos que transportar, es decir, no podemos comprar y dejar ahí. Entonces, se trans­porta a través de las líneas de transmisión para poder lle­gar a los centros de consumo. Y en Paraguay el 60 % del con­sumo se registra en Asunción y Área Metropolitana, inclu­yendo Bajo Chaco, que sería Villa Hayes, el departamento Central, parte de Cordillera y parte de Paraguarí, que nosotros le llamamos el sis­tema metropolitano. Entonces, para ese consumo del 60 % necesitamos transportar más de 300 kilómetros esa energía y para eso tenemos que construir líneas de trans­misión.

TRANSMISIÓN

–Yo recuerdo que hace 20 años era un debate crítico el tema de la transmisión. Todo el mundo decía que tenemos mucha energía, pero no hay sistema de transmisión. Y después también recuerdo que hubo avances. ¿Cuánto más camino hay que reco­rrer en materia de mejorar el sistema de transmisión?

–Actualmente tenemos una línea de transmisión de 500 kV desde Itaipú a Villa Hayes. Otra línea desde Yacyretá a Villa Hayes, pasando por Valenzuela, que reciente­mente inauguramos esa subestación. Y también dos líneas de transmisión de 500 kV de Itaipú hasta la subesta­ción Yguazú, que queda en la localidad de Yguazú. En este momento están en proceso de construcción dos líneas, es decir, una línea con doble terna que le llamamos, desde Yguazú para que pueda lle­gar hasta Valenzuela. Está en proceso de ejecución, se inició recientemente con una inversión de 99 millones de dólares. Y también el sistema eléctrico necesita de planificación con mucha antici­pación, porque el proceso es bastante largo. Ya tene­mos también un préstamo ya aprobado en el Congreso Nacional y está en proceso de preparación el pliego de bases y condiciones para la construcción de la segunda línea de transmisión entre Itaipú y Villa Hayes. Es decir, desde Itaipú tienen que salir cuatro líneas. Con esto se completan las líneas de transmisión de 500 kV desde Itaipú.

–¿Cuál es el sentido estra­tégico al elegir cuál es el centro de distri­bución? Por ejem­plo, ¿por qué Villa Hayes?

–Porque está cerca de donde más se consume energía eléctrica, que es el sistema metro­politano.

Entonces, desde Villa Hayes se redistribuye a través de la línea de transmisión, pero con una tensión más baja. Es decir, en 220 kV. De Itaipú llega hasta Villa Hayes en 500 kV, desde Villa Hayes se redistribuye en Asunción y Área Metropolitana en 220 kV y después se va transfor­mando a través de la subes­tación. Entonces, son obras muy importantes que se están construyendo en este momento y también en el pro­yecto de construcción.

–¿Este componente de transmisión qué lugar ocupa en la torta de la inversión general?

–Un 60 % es transmisión y un 40% es la distribución de energía eléctrica, que es algo que tenía muchos pro­blemas también para llegar a las casas. Es decir, al termi­nar de transportar están las subestaciones y de las subes­taciones salen las líneas de distribución, que son en 23 kV. Esas son las líneas que se van en los barrios y posterior­mente en los barrios están los transformadores de distribución. Esos transformadores salen en una tensión de 380 voltios en trifásico y 220 vol­tios en monofásico.

–¿Y ahí se acaban los gastos de la Ande?

–No, ahí es solamente en infraestructura, tenemos compra de energía, tenemos que transportar, tene­mos que transformar a través de las subestaciones y posterior­mente se distribuye para lle­gar hasta las casas. Pero todo el sistema eléctrico necesita de un mantenimiento ade­cuado, preventivo y cons­tante. O sea, el sistema de mantenimiento es funda­mental en el sistema eléc­trico. Lógicamente hay que mantener toda la estructura. Por eso otro de los factores importantes es el tema de administración, operación y mantenimiento.

CONSUMO

–¿Cómo fue cambiando la evolución del consumo hasta hoy?

–Paraguay es un país donde el consumo de energía eléctrica está creciendo mucho. Es la más alta de la región. En pro­medio, el consumo de ener­gía eléctrica sin la llegada de estas grandes instalaciones de criptominería es de 6,5 % anual. En los últimos cuatro años el promedio llega a 9 % y el año pasado llegamos a 18 % de aumento de consumo de energía eléctrica. Estas inversiones que se realizan en criptominería represen­tan hoy en día un 750 megava­tios de potencia de demanda. Y vamos a llegar para este fin de año a 1 giga, es decir, 1.000 megavatios de poten­cia de demanda en esta acti­vidad. Por otro lado, es muy importante mencionar que para el país, para la Ande, este tema de la criptominería es una ventana de oportunidad porque es una tarifa especial.

–¿Por qué es especial?

–Porque ellos pagan más que todos nosotros. La tarifa está en dólares y también en el contrato está previsto si existe necesidad de que ellos salgan o se desconecten, por­que va a haber en un momento un pico de consumo y va a comprometer el funciona­miento normal del sistema eléctrico, entonces ellos tie­nen que desconectarse. En el contrato está previsto, le avi­samos un 10 minutos antes y le decimos “desconecten ahora” y ellos están obliga­dos a desconectar hasta el 90 %. Si no lo hacen, nosotros lo hacemos desde un centro de operación. Entonces es una actividad bastante intere­sante y muy importante para la Ande, porque es un ingreso demasiado importante. Por otro lado, a los efectos de no comprometer la generación a largo plazo estos contratos terminan el 31 de diciembre de 2027.

PLAN MAESTRO

–Si por algún motivo no cambiamos esta matriz, ¿cuándo es el tiempo de crisis si no se diversifica?

–No vamos a entrar en cri­sis. ¿Por qué? Porque la Ande siempre proyectó en su plan maestro transmisión y dis­tribución, porque no nece­sitaba de fuente de genera­ción nueva. Ahora ya está en el plan maestro de la Ande la generación. No puede un país dejar de invertir en nuevas fuentes de generación. Pero respondiendo a tu consulta, con la fuente de generación existente hoy en día, si con­tinúa con este ritmo de cre­cimiento, estaríamos consu­miendo toda nuestra energía entre 2030 y 2033.

–¿Cómo se está prepa­rando la Ande para ese plazo?

–La Ande tiene un plan maes­tro con una proyección hasta el año 2043 que contempla la necesidad de aumento en generación. En ese contexto tenemos varias alternativas. La alternativa A y B, que yo le llamo la soberana, es decir, depende solamente de Para­guay, apostamos fuertemente a la generación a través de la planta fotovoltaica, es decir, solar. Por otro lado, las peque­ñas centrales hidroeléctricas y también bancos de baterías. En la alternativa B sería la misma, pero incorporando una tecnología del sistema de bombeo, principalmente para la utilización en horario pico de descarga. Y la alterna­tiva C y D sería con la incor­poración de avanzar en pro­yectos binacionales como el de Itatí-Itacorá.

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