• Paulo César López
  • paulo.lopez@nacionmedia.com
  • Fotos: Néstor Soto

El Día Nacional del Arpa Paraguaya se celebra el 9 de junio en recordación a la fecha de fallecimiento de Félix Pérez Cardozo, el creador del arpa paraguaya, en 1952. Un equipo de La Nación/Nación Media visitó el Museo del Arpa para mostrar su acervo y mantener una charla musical con el arpista guaireño Francisco Giménez, quien comparte sus vivencias, su arte y su valoración sobre el inmenso aporte de Pérez Cardozo.

La fría media mañana se trocaba en calurosa y los rayos del sol asaltaban a través de los cristales y se volvían a replegar detrás de las nubes.

Francisco cruza el dintel de la puerta ataviado completamente de negro como aquella ave que irrumpe en la lúgubre medianoche y se posa en el busto de Palas. Afina el arpa y lanza algunos acordes.

Nacido un 12 de agosto de 1972 en la compañía Caroveni de la ciudad de Villarrica, departamento del Guairá, su primer contacto con el arpa se dio a temprana edad a partir de un triste pero emotivo episodio familiar: en su lecho de muerte un tío afectado por una grave enfermedad heredó su arpa a su sobrino y pidió que en su memoria el pequeño Francisco sea instruido en la ejecución del instrumento.

PRIMER CONTACTO

Fue un día antes de la Navidad de 1984. Un vecino solidarizado con el difícil momento que atravesaba su familia los invitó a pasar con ellos las fiestas. En un momento de la noche, Francisco quedó enfrascado en los sonidos que emanaban del tocadiscos. Se trataba nada más y nada menos que los villancicos interpretados por el maestro Luis Bordón.

“Che ra’y, ¿nde gusta pio la arpa?” (mi hijo, ¿te gusta el arpa?), lo inquiere su padre al notar el vivo interés del niño.

“Ha la péicha ambopútaramo ambopuse” (si es que voy a tocar así, quiero hacerlo), le respondió el niño.

Como un buen padre paraguayo de clase trabajadora, su ternura nunca está exenta de dureza, por lo que su apoyo estuvo seguido de una tajante advertencia: “Ejededicaro embopu va’erã la péicha (si te dedicás, vas a poder tocar así). Tu tío te dejó el arpa. Si te gusta, mañana mismo vamos a hablar con el maestro Herminio Careaga. Te voy a dar tres meses de tiempo. Si en tres meses veo que no vas a tocar nada, vas a volver conmigo a la carpintería, pero en estos tres meses te voy a dar el tiempo necesario para que practiques”, rememora.

Como el joven Francisco no tenía vocación de carpintero, se puso a practicar hasta diez horas al día. En ese breve lapso, cuenta que avanzó a lo equivalente a un año de estudio hasta convertirse en un virtuoso intérprete que recorrió escenarios de los cinco continentes, además de una residencia de varios años en Europa y estancias como ins­tructor en Japón. Así, de niño se puso a practicar como si fuera un concertista profe­sional.

NUEVO MATERIAL DISCOGRÁFICO

Sobre su próximo material, explica que es el primero con obras exclusivamente suyas. Se trata de 10 tracks, una zamba, una guarania y ocho polcas. En conjunto constituyen un homenaje a figuras muy influyentes en su vida como su madre y sus maestros, además de una pieza compuesta para una obra teatral. Cada obra está hecha al estilo del homena­jeado.

La producción fue realizada con un apoyo que brinda Autores Paraguayos Asocia­dos (APA) para incentivar las nuevas creaciones.

“Espero que sea del agrado de la gente. Es un disco de homenajes. Hay canciones para mi madre, a maestros como Luis Bordón, Enrique Samaniego, Cristino Báez Monges, Herminio Careaga, que fue mi primer maestro. Por supuesto, a Félix Pérez Cardozo, Óscar Nelson Safuán y una obra que com­puse para una obra de teatro, ‘Gaucho gua’i’, dirigida por Pedro Paredes. Son temas instrumentales con acom­pañamiento de guitarra, bajo y algunos temas incluso con orquesta. Son grabacio­nes de distintos momentos”, expresa.

–¿Qué tiene de especial para vos este disco con res­pecto a los otros?

–A este disco le tengo un cariño especial porque son composiciones mías. En la composición uno expresa realmente lo que siente. En el caso de la interpretación, uno tiene que respetar al compositor que está inter­pretando. Tratar de trans­mitir el espíritu y la esen­cia del que compuso el tema. Por eso se denomina intér­prete. Pero en el caso de este disco yo compuse los temas de aquello que yo sentía. Yo respeto mucho a los creadores y entonces trato de mantener la esencia de cada composi­tor. Siempre sostengo que si uno quiere innovar, tiene que crear algo propio, así como lo hizo Safuán. Crear algo pro­pio y respetar la composición de los autores anteriores. En cambio, la composición te da una libertad absoluta.

EL CREADOR DEL ARPA PARAGUAYA

–¿Qué representa para vos la figura de Félix Pérez Car­dozo para el arpa y para la música paraguaya en gene­ral?

–Félix Pérez Cardozo es el taita guasu del instrumento, es el cimiento, el comienzo. Él es el creador del arpa para­guaya como la conocemos hoy en día, porque él transformó físicamente la antigua arpa india a lo que conocemos como arpa paraguaya. Él hizo algunas transformaciones físicas, aumentó la can­tidad de cuerdas, creó una técnica que antes no existía. Él lo prefiguró todo y poste­riormente cada artista fue evolucionando también de acuerdo a su tiempo. Creó un amplio repertorio para solistas, que anteriormente eran muy escasos. Solamente había temas tradicionales y el arpa no se tocaba tanto como instrumento solista, era más bien un instrumento de jugla­ría, de acompañamiento. El mismo artista cantaba y con­taba relatos, sucesos, cróni­cas a través de sus canciones, los famosos compuestos. Y se acompañaba con el arpa y era muy limitada la técnica, porque el arpista cantaba y se acompañaba. El guaram­bareño Tacho’i fue el último exponente de este estilo. Él cantaba los compuestos acom­pañándose del arpa y a veces improvisaba en el momento. Contaba algunos sucesos que ocurrían en un pueblo y des­pués seguía en otro pueblo y contaba cantando.

–¿Cuál es el principal cam­bio que se da con Pérez Car­dozo?

–Pérez Cardozo lo trans­formó en instrumento solista, compuso solos de arpa y otro aporte fundamental fue la musicalización de versos de Emiliano R. Fer­nández y otros poetas que hoy forman parte del repertorio clásico como “Che la reina”, “Adiós che paraje kue”, etc. Además, casi todas las arpas del mundo se tocan con la yema de los dedos, pero Pérez Cardozo incorporó las uñas, lo que le da la posibilidad de hacer los trinos o trémolo, el acompañamiento con el bajo. También cambió la posición de los dedos. El cabe­zal del arpa india es semirrecto y las cuerdas van a los costados, mientras que el arpa paraguaya tiene un arco más pronunciado y las cuerdas entran por el cen­tro.

NECESIDAD

–¿Conocés cómo fue este proceso?

–Yo tuve la suerte de estar en comunicación con varias per­sonas de la generación de Pérez Cardozo y Flores, por ejem­plo. Uno de ellos fue el doc­tor Carlos Federico Abente, Elvio Romero, mucha gente en Argentina y a través de ellos me enteré de que, por ejemplo, Pérez Cardozo estaba desarro­llando el arreglo del “Pájaro campana”, que es como si fuera de él también porque es una recreación. O sea, es como si volviera a crear nuevamente una obra que ya existía. “Pájaro campana” era un temita de dos partes nomás y Pérez Car­dozo le hizo el arreglo, le puso una introducción, desarrollo, variaciones y un final con las bordonas. Y cuando estaba desarrollando ese arreglo se dio cuenta de que al final no alcanzaba, le faltaban los bajos, algunas notas. Le hizo escu­char a Flores y le dijo “kóa ko ndaikatúi amboapu’a hína opa haguã porque opa ápe chehe­gui las cuerdas. Mba’e chea­conseja, maestro” (esta obra no puedo cerrar porque ter­minan de mí las cuerdas. ¿Qué me aconseja, maestro?).“Y cha­mígo, emo’îve chupe las cuer­das ehupyty haguã las notas ofaltaba” (amigo mío, póngale más cuerdas para alcanzar las notas que faltan).

–Imagino que no fue algo que se hizo de la noche a la mañana.

–Claro, no es así nomás. Ahí cambia la tensión y al agregar las cuatro cuerdas se puede des­armar el instrumento. A partir de ahí Pérez Cardozo buscó la manera de agregarle más cuer­das, se fue junto a un luthier, un físico matemático, hicieron los cálculos y vino con la idea desde Buenos Aires junto a su amigo de infancia, Epifanio López, que fue su luthier y le dijo a Epifanio “péa la che idea” (esta es mi idea). Y así Epi­fanio López y Pérez Cardozo lograron transformar aquel instrumento denominado arpa india a lo que actual­mente conocemos como arpa paraguaya. Cristino Báez Monges también en su último tiempo empezó a fabricar arpas. Compuso un tema que se llama “Lo mitã sapukái” y se dio cuenta de que le faltaba una cuerda para poder imi­tar el grito del campesino que él buscaba y le aumentó una cuerda más. Entonces, de la de 36 de Pérez Cardozo se pasó a 37 y actualmente ya hay de 38, 40 y hasta 50 cuerdas, pero la de 37 es la básica actualmente y ahí ya está todo.

CONCIERTO DE PRESENTACIÓN

El próximo jueves 12 de junio (Día de la Paz del Chaco), a las 19:00, en el auditorio del APA (Chile 850 e/ Piribebuy y Humaitá) Francisco Giménez realizará la presenta­ción de su disco titulado “María Elva” en honor a su madre.

“No se cobra entrada, pero sí la salida”, dice entre risas Francisco a la espera de que el público que asista a su concierto adquiera su material discográ­fico, que tendrá un costo de G. 50.000 en formato físico y habrá una oferta especial de cinco discos grabados en un pendrive a un costo de G. 100.000. Sin duda será una gran ocasión para incluir en el setlist estos tesoros de la música paraguaya. Muy pronto también estará dispo­nible en todas las plataformas digi­tales. “Les espero a la gente a la que le gusta el arpa, que le gusta sentir el sonido auténtico del arpa sin mucho acompañamiento, como base arpa y guitarra. Vamos a hacer un concierto no muy largo con repertorio del disco. Voy a estar acompañado de Cacho Cords en guitarra, Pedro Domínguez en guitarra y Lui­sinho Bordón, el hijo de don Luis Bordón, en el bajo”, invita.

FIGURA CLAVE

Félix Pérez Cardozo nació el 20 de noviembre de 1908 en Hyaty, departamento de Guairá, una localidad que hoy lleva su nombre en su homenaje. Fue un destacado arpista, compositor y figura clave del folclore paraguayo, reconocido por su virtuosismo y por haber elevado el arpa paraguaya a un símbolo nacional.

Hijo de Teodoro Pérez y Cándida Rosa Cardozo, se casó con la argentina Avelina Victoria Sánchez Saenz, con quien tuvo una hija, Ángela Rosa, quien le sirviera de inspiración para sus composiciones, “Bienvenida”, “Ángela Rosa” y “El sueño de Angelita”. Aprendió a tocar la guitarra y el arpa de forma autodidacta, como era común entre los músicos rurales de la época. Pérez Cardozo es autor de numerosas obras que enriquecieron el repertorio del arpa paraguaya como “Tren lechero”, “Mi despedida” y el archifamoso arreglo de “Guyra campana”. Su estilo personal y su técnica innovadora lo convirtieron en una figura central en la evolución del arpa paraguaya. Modificó la estructura del instrumento, aumentando el número de cuerdas a 36 y rediseñando el cabezal, lo que definió la identidad sonora del arpa paraguaya moderna. Falleció en Buenos Aires el 9 de junio de 1952 y en recordación a esta fecha se recuerda en nuestro país el Día Nacional del Arpa.

Fuente: ChatGPT

EL RINCÓN DEL ARPA

El Museo del Arpa funciona en la casa Ballario del Centro Cultural de la Ciudad Carlos Colombino - Manzana de la Rivera y está ubicado sobre la calle El Paraguayo Independiente esquina Juan E. O’Leary. Es un edificio patrimonial de estilo neoclásico italiano construido a inicios del siglo XX.

Heddy Benítez, jefa de museos del centro cultural, reseña que el espacio se originó en el Centro Paraguayo-Japonés (CPJ) en 2008 hasta su traslado al espacio que ocupa actualmente hacia 2016. En el lugar están expuestos arpas, fotografías, publicaciones, partituras, tapas de discos, vestuario, placas, reconocimientos, estatuillas y otros objetos que pertenecieron a grandes cultores del instrumento como Félix Pérez Cardozo, Alberto Romero Ruiz Díaz, Luis Bordón, Nicolasito Caballero, Tito Acuña, Lorenzo Leguizamón, Cristino Báez Monges, Digno García, Ismael Ledesma, César Cataldo, entre otros.

“Hablar del arpa paraguaya es hablar de la esencia de nuestra cultura y de lo que amamos, que es la música. Nuestro país es muy musical. Todos los artistas que están expuestos acá han cumplido un papel muy importante haciendo conocer la música paraguaya y particularmente el arpa, que es la expresión más genuina de este país”, señala Benítez. Además de las reliquias expuestas, también hay disponible un instrumento nuevo que está a disposición de los visitantes que sepan tocar el instrumento. El horario de atención es de lunes a viernes de 8:00 a 16:00.

Los responsables del museo aprovecharon la ocasión para invitar al público al concierto que se realizará mañana 9 de junio, a las 19:00, en el auditorio Ruy Díaz de Guzmán del citado centro cultural.

Los protagonistas de la velada serán el Conjunto Folklórico Municipal, el Ballet Folklórico Municipal y Arpistas Paraguayos Asociados. El acceso al espectáculo es libre y gratuito.

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