“Se busca revitalizar estos espacios como símbolos de la identidad comunitaria, promoviendo la memoria histórica y el desarrollo económico y social”, destacaron los responsables del programa que tiene previsto restaurar y poner en valor en principio ocho sitios históricos. La idea es poder establecerlo como una política de Estado que ayude a recuperar el patrimonio en todo el país.
- Por Jorge Zárate
- jorge.zarate@nacionmedia.com
- Fotos: Gentileza
“Hay mucho entusiasmo en la comunidad, eso nos motiva especialmente”, dice Cynthia Melgarejo, coordinadora general del Programa Salvaguarda Urgente del Patrimonio Cultural Material de la Secretaría Nacional de Cultura (SNC). Lo hace tras la presentación del programa en el Salón Municipal de Ybytymí, departamento de Paraguarí, donde se restaurará la antigua estación de trenes, que data de 1887 y está en un parque de unas seis hectáreas.
Considera que el hecho es “importante porque cada uno de estos sitios refleja un vínculo profundo entre la memoria colectiva, la identidad comunitaria y la forma de vida de sus habitantes, fortalece la cohesión social y el sentido de pertenencia. Además, representan valores significativos para las comunidades locales y actualmente se encuentran en estado de abandono o subutilización, lo que pone en riesgo su conservación a largo plazo y disminuye su valor patrimonial”.
PRIMERA FASE
En esta fase del programa se revitalizarán también las estaciones de Areguá (Central) y San Salvador (Guairá), “lo que nos ofrece una oportunidad única para impulsar un desarrollo sostenible que integre a las comunidades en el disfrute y protección de su patrimonio”.
Melgarejo puntualizó que “Ybytymí y San Salvador inician el proceso de elaboración del protocolo de intervención y proyecto ejecutivo y se estima que ese trabajo culminará en tres meses, el proceso de llamado a licitación es de dos meses e inicio de obra se estima para los meses de junio o julio del corriente. El periodo de obra para Ybytymí es de ocho meses y el de San Salvador 10 meses”, explicó.
“En el caso de Areguá, se iniciará en el mes de abril y el proceso de llamado a licitación es de dos meses, por lo que el inicio de obra se estima para el mes de setiembre/octubre del corriente y la ejecución tiene una duración estimada de 10 meses”, recordó.
TAREAS, ACTIVIDADES Y USOS
Para la arquitecta Silvia Rey, “las estaciones, al igual que todo el sistema ferroviario que se conserva hasta el día de hoy, constituyen el testimonio más representativo de la entrada del Paraguay a la era de la revolución industrial”.
Entiende que “hay tres motivos fundamentales para conservar y valorizar este patrimonio cultural: en primer lugar, es un deber moral el respeto al legado de nuestros antepasados y como fiduciarios obligados a transmitirlo a las futuras generaciones; en segundo lugar, al estar amparado por leyes, existe un deber civil del que todo ciudadano debería tener conciencia; y en tercer lugar, aunque no menos importante, el acceso al patrimonio cultural es un derecho fundamental y su puesta en valor es la manera de lograr su disfrute”, apunta explicando razones.
Una vez remozados los edificios, se realizarán allí una serie de actividades. Así lo explica Melgarejo: “La definición de los nuevos usos de estas estaciones forma parte del proceso de puesta en valor y se realiza en colaboración con todos los actores, las comunidades, el municipio y Ferrocarriles del Paraguay (Fepasa). Esta metodología asegura que los espacios restaurados sean reapropiados y sostenibles, tanto cultural como económicamente. Entre las actividades contempladas podrían incluirse centros culturales, museos temáticos, espacios de encuentro comunitario y puntos para el desarrollo de actividades turísticas y económicas. El objetivo es que estos sitios restaurados se conviertan en escenarios vivos que conecten a las personas con la memoria histórica y la riqueza cultural del país”, señala.
“Definir las actividades que albergará cada estación es parte del proyecto de intervención. En este sentido, se busca que las decisiones se tomen en conjunto con la comunidad, considerando las especificidades de cada sitio y como resultado de un proceso participativo. En líneas generales, estas actividades deberán estar relacionadas con una función social y programas afines a la cultura y el carácter del lugar. También se contemplan otros tipos de usos, como los administrativos, de servicio, educativos, de ocio o turísticos, que contribuyan a la sostenibilidad cultural y económica de cada edificio”, añade.
FUNCIONALIDAD
Para Rey, “es fundamental incorporar funciones que formen parte del día a día del ciudadano. Esto busca dinamizar las estaciones como centros de intercambio entre los visitantes y los vecinos del lugar”.
Por otra parte, “los edificios deben integrar las necesidades y requerimientos de la vida contemporánea que en su origen no fueron contemplados. Esto incluye la accesibilidad universal, equipamiento apropiado, sistemas de prevención contra incendios y las diferentes instalaciones necesarias”.
Para la técnica, “es crucial analizar la realidad local al definir el programa funcional. Esto es un condicionante si el objetivo es alcanzar la sostenibilidad en la conservación de las estaciones, al mismo tiempo que se dinamizan económicamente las comunidades”.
Ante la pregunta de si se integrarían salones anexos, auditorios, etc., explicó que “la necesidad de obras complementarias –o adición de obra nueva, como le llamamos en el ámbito de la intervención arquitectónica– no se puede establecer a priori, ya que es resultado de cada proyecto de intervención. Cada una de las estaciones se constituye en espacios de memoria en sí mismas. Esto no quiere decir que tengan que funcionar como museos, pero los aspectos museológicos son inherentes a estos edificios y siendo así el proyecto, independientemente del uso, deberá contemplar aspectos didácticos e interpretativos que permitan el disfrute del patrimonio”, reseña.
INSTITUCIONALIZAR LA SALVAGUARDA
Cynthia Melgarejo explicó que el Programa de Salvaguarda busca establecer un nuevo paradigma que priorice la participación comunitaria como eje central de los procesos.
Para ello, los objetivos principales se organizan en tres ejes: 1) Educación patrimonial y participación ciudadana mediante estrategias educativas, participativas y territoriales.
2) Promoción y difusión del patrimonio cultural fortaleciendo el sentido de pertenencia y orgullo cultural, difundiendo los bienes patrimoniales a nivel local, nacional e internacional.
3) Diseño de intervenciones en bienes muebles e inmuebles, fomentando la preservación y recuperación de sitios históricos mediante intervenciones integrales basadas en protocolos técnicos y proyectos ejecutivos aprobados por autoridades competentes.
Ante la consulta de ¿qué hace falta para instalarlo con una continuidad para la recuperación de otros sitios emblemáticos?, Melgarejo sostuvo que “para extenderlo a otros sitios emblemáticos, es fundamental que se institucionalice como una política de Estado, trascendiendo este periodo de gobierno. Esto requiere la descentralización de competencias y un rol más activo de los gobiernos locales en la aplicación de normativas y la conservación del patrimonio cultural. En esta primera fase, con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Itaipú Binacional y el Parque Tecnológico de Itaipú, se está trabajando en la puesta en valor de ocho sitios, mientras que otros 10 se encuentran en análisis para ser incluidos en la segunda fase. La continuidad también dependerá de la capacidad de generar un impacto visible en términos de beneficios sociales y económicos, fortaleciendo así el compromiso de todos los actores involucrados”.
CRITERIOS DE SELECCIÓN
- La urgencia de salvaguarda: inmuebles en riesgo de deterioro irreversible si no se actúa de forma inmediata.
- Relevancia histórica y cultural: sitios emblemáticos que representen hitos significativos de la historia y cultura paraguaya.
- Impacto social: capacidad de generar beneficios tangibles en la identidad cultural y el desarrollo económico de las comunidades.
- Prioridad territorial: ubicación en áreas estratégicas identificadas por el Gobierno Nacional.
El programa abarca los siguientes tipos de bienes materiales con valor patrimonial cultural:
- Patrimonio cultural de interés religioso: incluye catedrales, templos, santuarios, capillas, oratorios y remanentes de este tipo de edificios, así como sus bienes integrados.
- Edificios públicos de valor patrimonial cultural: comprende museos, bibliotecas, construcciones de instituciones públicas y estructuras con valor arquitectónico, histórico, social y cultural.
- Sitios, hitos y centros históricos: incluye lugares, monumentos, edificios privados, estructuras, conjuntos urbanos y rurales con valor cultural, simbólico, histórico, social o arquitectónico significativo.
LOS OCHO PRIMEROS
El Gobierno con el respaldo de Itaipú destinará un total de USD 5 millones (equivalentes a G. 38.800.000.000) para la restauración de ocho sitios históricos en la primera etapa del programa. Estos fondos estarán destinados a la conservación de patrimonios ubicados en Asunción y en seis departamentos del país. La intervención se realizará en el marco del Decreto presidencial N.° 2464, firmado en setiembre del año pasado.
LOS SITIOS QUE SERÁN INTERVENIDOS EN ESTA PRIMERA FASE SON:
- La Recova (Asunción)
- Estación de tren de Ybytymí (Paraguarí)
- Estación de tren de Areguá (Central)
- Estación de tren de San Salvador (Guairá)
- Templo Ñandejára Guasu de Piribebuy (Cordillera)
- Templo San Buenaventura de Yaguarón (Paraguarí)
- Templo Isla Umbú (Ñeembucú)
- Casa de la Cultura de San Pedro del Ycuamandyyú (San Pedro) En una segunda fase, se añadirán otros sitios emblemáticos como la Estación Central del Ferrocarril del Paraguay, la Catedral Metropolitana de Asunción, el Palacio Patri y la casa de Serafina Dávalos.