El pasado viernes 12 de abril fue habilitada en la galería Crudo (O’Leary 349 e/ Estrella y Palma) la muestra “Obsoleto”, del performer Riccardo Castellani. Las obras presentadas pueden describirse con alguna o varias de las definiciones de obsolescencia, desde videojuegos con mecánicas arcaicas y gráficos lo-fi, partidas guardadas en consolas descontinuadas, soportes de imagen anteriores a la fotografía e inteligencias artificiales previas a GTP-4 y Stable Diffusion.

  • Fotos: Gentileza

En la muestra que ofrece Castellani, nada de lo expuesto está en uso o a la moda. A pesar de la nos­talgia que rodea la tecnolo­gía de principios de siglo, la sensación que ofrece no es la de una vitrina de coleccio­nista. Se parece más bien al mostrador de algún desarma­dero de chatarra electrónica, como los que pueden verse en algunos depósitos de centros comerciales de Asunción.

El texto que presenta la mues­tra lo señala de la siguiente manera: “No se trata del pasado que añoramos, sino de la per­sistencia de los objetos. Cele­bra la piratería china, los hac­keos de consolas y la emulación que cumplen un papel funda­mental en la conservación de la cultura digital, así como las posibilidades creativas de com­putadoras que fueron descar­tadas por sus dueños”.

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En algunos casos, el diálogo de las obras con lo obsoleto es evidente: un viejo reproduc­tor MP4 pasando imágenes, una laptop encontrada en la basura con un videojuego revelado en sueños. “Pero su obsolescencia es más bien una opinión del usuario”, nos dice el autor, “porque aún funcionan y podrían ser reparados para que funcio­nen aún mejor”.

ALGUNAS OBRAS

Otras piezas son evidente­mente obsoletas, pero dia­logan con otros aspectos de la realidad. “Oportunidad de marketing” es un tapabo­cas con el logo de una famosa marca de bebida gaseosa seri­grafiado; “Individual y des­cartable” está compuesta por un escarbadientes envuelto en plástico; “¿Hasta cuándo se puede estirar?” son gomas de tapabocas enrolladas en un marco. Estas piezas hablan de la relación entre la publicidad, la crisis y el consumo.

Otros casos son más difíciles de explicar si no son vividos: el pedazo de vereda podría ser enigmático en otras ciu­dades, pero puede ser reco­nocido por cualquier peatón asunceno. La disposición en cruz también puede ser intuida por los caminantes habituales. En nuestra capi­tal caminar está en desuso, es incluso peligroso y las histo­rias de los caminantes están llenas de heridas. El tema de los peligros de caminar en Asunción reaparece en otro de los videojuegos de la mues­tra, “El póra del baldío”, que trata sobre el póra de un pea­tón recorriendo la calle en que fue atropellado.

“Esta muestra es en cierta forma una retrospectiva de mi trabajo en medios digi­tales y con objetos”, explica el autor. “Algunas obras son de 2018 o tal vez anteriores, otras de esta semana, algunas están creadas con inteligen­cias artificiales de hace diez años, otras son partidas guar­dadas en videojuegos de com­posición, hay objetos encon­trados, hay memes. Pero todas las piezas se relacionan en su negación de lo obsoleto, están acá para seguir com­poniendo relaciones con el mundo”.

SERENDIPIA

Los procesos de producción de Castellani son igual de variados que las obras. “Soy un amateur de todo, que es un modo elegante de decir que no sé hacer bien nada, pero todo lo puedo en los tutoria­les de internet. Aprendí algo de python y lua, lenguajes de programación para manejar algunas redes neuronales y programar los juegos, pero la mayoría de lo que está acá proviene de la serendipia y del azar programado o no”.

Cerca de cada obra, pueden verse citas de Chris Marker, Gilbert Simondon, Giller Deleuze y Félix Guattari, reflexiones sobre las máqui­nas y sobre nuestra relación con ellas. “Algunas perso­nas tuvieron su encuentro con la inmanencia a través de la religión o del contacto con la naturaleza, pero a mí me pasó a través de los obje­tos técnicos”, dice Castellani. “Espero que alguna de estas obras impulse a alguien a lle­var a reparar sus reproducto­res, computadoras y celula­res viejos, que les encuentren una nueva vida”, añade.

La muestra puede visitarse durante todo el mes de abril agendando una cita a través de la cuenta de Instagram de Crudo: @encrudo__, o asistiendo a cualquiera de sus eventos. Esta galería/estudio/taller lleva cerca de un año presentando a artis­tas del circuito alternativo en nuestra capital y ofrece una variada agenda de acti­vidades.

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