El reconocido neurocirujano Miguel Ángel Velázquez Blanco deja un gran vacío en la comunidad de los profesionales de la salud y entre sus colegas de la comunicación, donde fue un gran divulgador, polemista y transmisor de saberes científicos y populares.

Fotos: archivo

La dura noticia del fallecimiento de Miguel Ángel Velázquez Blanco, el popular Dr. Mime, a causa de un infarto a los 54 años en la ciudad de Encarnación agregó luto a estos días santos.

Su don de gente, su predisposición a servir, la nobleza que expresaba en una sonrisa amable hacia el semejante se destacan en estas tristes horas de su despedida.

“Las emociones son la vía principal de acceso al conocimiento”, decía este médico cirujano que fue columnista de La Nación/Nación Media en espacios en los que abordó temas de su preocupación científica y también su visión crítica de la realidad nacional.

En octubre pasado presentó el libro “Cerebra la educación”, un volumen que vino a completar la exitosa serie de publicaciones que fue concibiendo para dejar sus enseñanzas.

“El conocimiento de los chicos se encuentra hoy en la palma de la mano, el teléfono, la computadora. Son canales a través de los cuales aprenden, mal o bien, pero aprenden. Entonces, el docente tiene que convertirse en gestor. Decir si lo que está ahí está bien o está mal, si es correcto o incorrecto”, resumía una de sus propuestas.

Los anteriores tomos de esta secuencia de libros fueron best-sellers: “Cerebra la vida”, “Cerebra la sexualidad” y “Cerebra la paraguayidad”.

Entendía que los mismos podían ser herramienta para padres, docentes y estudiantes para optimizar el proceso de aprendizaje a partir del conocimiento de los complejos mecanismos cerebrales.

COMPROMISO PÚBLICO

Velásquez Blanco estaba, desde la asunción del nuevo gobierno, al frente del Instituto Nacional de Salud (INS), un puesto desde el que ansiaba mejorar la formación de los trabajadores del sistema público de salud.

Como tal lo despidió el presidente Santiago Peña en su cuenta de X: “Querido Doctor Mime, la medicina y el debate del conocimiento están de luto. Gracias por tu acompañamiento, tu sabiduría y el optimismo de siempre; reconocemos tu aporte a la salud pública y a su divulgación. Descansa en paz. Fortaleza para los familiares y amigos”, posteó el mandatario.

Decía el Dr. Mime sobre el INS: “Es una universidad del Ministerio de Salud, es un lugar de formación” en el que trabajó para impulsar la investigación, publicación y la especialización del personal de blanco.

“Los médicos siempre serán pocos, porque se necesitan generalistas y especialistas preparados y capacitados. Siempre la oferta es poco ante la gran demanda… Lo que nos corresponde es tomar a los médicos de las universidades y hacer una uniformidad de conocimiento y nivelarlos para arriba, es impresionante cómo el médico busca capacitarse, busca obtener cada vez más conocimientos”, destacaba en diálogo con este diario a poco de asumir.

Se lo extrañará.

BRILLANTE NEUROCIRUJANO

Detrás del deslumbrante profesional de la salud, desempeñándose como neurocirujano en el Instituto de Previsión Social (IPS), el Dr. Mime es caracterizado por sus allegados por su multifacético desempeño, especialmente en la comunicación, donde publicó artículos y protagonizó recordados programas de radio.

Publicó artículos en la prestigiosa revista médica The Lancet y también en la revista de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), y fue docente universitario y conferencista, por mencionar algunas de sus actividades.

Se especializó en la medicina del dolor, en el uso del cannabis medicinal y en la ozonoterapia.

El Dr. Mime era un hombre talentoso y polifacético, máster en neurología, acuñó la frase “De la cabeza”, que casi siempre era el final de una notable exposición de ideas. Sorprendía a sus lectores con explicaciones que infaltablemente dejaban una enseñanza. Así, sus seguidores valoraban cada columna y esperaban con deleite cada nueva aventura que él contaba sobre el cerebro, sobre la memoria y otros temas de gran relevancia en las emociones humanas como el miedo.

Allegados al Dr. Mime lloran su partida, reconociendo su aporte medicinal y comunicacional, su fanatismo por el Club Cerro Porteño y su amor por la música de Joaquín Sabina, siempre agradeciendo las historias compartidas.

“Cerrista, sabinero, compañero, doctor de todos y enfermero de todas las preguntas, el manual para saber dónde están todas las cosas y las personas, el abrazo fácil y la emoción de conspirar en el Bar Conspiración. Viaja con esta de Joaquín, querido Mime sabinero”, lo despidió Augusto dos Santos en su cuenta de Instagram.

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