Notables militares paraguayos, entre ellos el mismo José Félix Estigarribia, se formaron en la escuela militar francesa a la par de que varias misiones castrenses del país europeo llegaron a nuestro país para adiestrar a efectivos de nuestro país.
- Por María Victoria Benítez Martínez *
- Foto: Gentileza
Tras el final de la guerra del Chaco, el panorama económico de Paraguay refleja una situación difícil y la cuestión financiera era una de las más delicadas, por lo que solo una afluencia de capitales extranjeros podría darle un nuevo impulso. Toda la política de Paraguay estuvo condicionada por la falta de dinero y la necesidad de encontrar una solución.
Un informe de la primera misión militar francesa señala:
“El país es rico, pero los pacíficos paraguayos, cuya raza ha estado sometida durante mucho tiempo a dictadores, debilitados por una guerra agotadora, se dejan dirigir por políticos y militares ambiciosos. El pueblo está completamente desinteresado de toda esta política, vive sin necesidades, sencillamente, trabajando solo lo necesario para su subsistencia y muy poco. No tienen ningún deseo de progresar y los gobernantes, sean quienes sean, casi todos extranjeros o de origen extranjero, solo piensan en sus intereses personales.
El pueblo es el más primitivo de todos, camina descalzo incluso en Asunción y parece el más atrasado. Por ejemplo, no hay teléfonos en la capital. Muchas personas de la mejor sociedad también viven descalzas en sus casas. La vida en el campo es medio salvaje; 250 kilómetros de Asunción, en la selva, viven algunos de los pueblos más atrasados y salvajes del mundo, los guayaquíes, que viven completamente desnudos en árboles, han quedado de la Edad de Piedra y son cazados con armas de fuego por los colonos locales; esta es una de las lujosas distracciones que se ofrecen a los huéspedes distinguidos, junto con la caza del cocodrilo o del jaguar”.
LA PRIMERA MISIÓN
La primera misión francesa en Paraguay se estableció en 1926 y estaba compuesta por un jefe de misión, el comandante J. Coulet (1928-1931), cinco oficiales y un mecánico de aviación: Belin, Fromont, Moulin, Thelier, Pommier y Langlois. La misión se disolvió a finales de 1929 y principios de 1930, cuando regresaron a Francia.
En 1931, el Gobierno paraguayo contrató una nueva misión en Argentina. El 22 de febrero, una misión de cinco oficiales argentinos llegó a Asunción para remplazar a la misión francesa.
La segunda misión francesa, del 20 de marzo de 1938, durante la cual se firmó un nuevo contrato, designó al coronel E. Petit, de la Escuela Militar de Saint-Cyr, para la infantería (llegó con su esposa y sus dos hijos), a Angenot para la caballería; a Clermont para artillería, Vignolles y Mongin para ingeniería, así como a L. Feuvrier y al teniente coronel A. Barbier.
El coronel Ayala, ministro paraguayo de Guerra y Marina, y G. Léchenet, encargado de Negocios de Francia, firman en Asunción el contrato para la segunda misión militar francesa en Paraguay.
CONDICIONES DEL CONTRATO
El jefe de misión y los oficiales de la misión se encargarán de organizar y dirigir la Escuela Superior de Guerra, impartir cursos de táctica general y de Estado Mayor y algunos cursos de armamento; organizar el personal del Ejército desde el punto de vista técnico; dar conferencias, si es necesario, en la Escuela Militar y en las escuelas de formación; actuar como asesor técnico y colaborar en los estudios relativos a la organización y formación del ejército.
Los oficiales del Ejército llevarán el uniforme francés en Paraguay cuando desempeñen sus funciones. Los oficiales de la misión se ponen a disposición del Gobierno paraguayo por un periodo de tres años a partir del día de su llegada a Asunción. Firmado el 7 de diciembre de 1937.
LOS PRIMEROS MILITARES PARAGUAYOS EN LA ESCUELA MILITAR DE SAINT-CYR
La prestigiosa Escuela Militar Imperial de Saint-Cyr de Francia acogió a militares paraguayos. Los pioneros fueron Rivas y Gil (1866-1868) de la promoción Sultán, así como Hermógenes Miltos y Eduardo Estigarribia. Mariscal José Félix Estigarribia, de la 47.ª promoción (1925-1927); Juan B. Ayala, de la 49.ª promoción (1927-1929); Nicolás Delgado, de la 52.ª promoción (1930-1932); Garay, de la 58.ª promoción (1936-1938), y Luis Santiviago, de la 60.ª promoción (1938-1940), así como el teniente coronel Alfredo Ramos, asistieron a la Escuela Militar de Saint-Cyr.
El mariscal José Félix Estigarribia agradeció a Francia todo lo que había aprendido allí y fuera de allí. Al final de las hostilidades entre Paraguay y Bolivia, sus antiguos compañeros de armas, celosos de sus éxitos, le reprocharon injustamente su conducta durante la guerra y una revolución derrocó al Gobierno, obligándole a exiliarse. En 1938, se le pidió que representara al país en Estados Unidos y fue enviado como embajador a Washington. El general Estigarribia, vencedor de la guerra del Chaco, fue elegido presidente de la República en 1939.
LA SEGUNDA MISIÓN MILITAR PARAGUAYA A FRANCIA
En 1937, Paraguay envió a 12 militares paraguayos, un teniente coronel, tres comandantes y 8 capitanes a Francia para un período de formación en un regimiento de infantería, seguido de una escuela de tiro y una escuela de aplicación de infantería. Está previsto que la formación dure un año, con posibilidad de prórroga.
El encargado de negocios en París, Ramón Victor Caballero de Bedoya, médico e hijo del general Bernardino Caballero y de Concepción Díaz de Bedoya (viuda del presidente Juan Bautista Gil), recibió al contingente de militares en Francia.
En un memorándum fechado el 3 de agosto de 1937, 12 militares de infantería paraguayos (la mayoría de ellos solteros) fueron asignados durante dieciocho meses a varias unidades de infantería del Ejército francés para su adiestramiento: el mayor César López Viveros, (originario de Caazapá) y el teniente coronel Francisco Andino (de Itapé) fueron asignados al 3er. Regimiento de Infantería en Hyères.
El mayor Carlos Castagné Decoud (de Asunción) y el mayor Santiago Augusto Guggiari (de Villarrica) fueron destinados al 14.° régimen de infantería de Toulouse.
Los capitanes José María Muñoz Portillo (de Asunción), Pantaleón González Yegros (de Santiago-Misiones) en el Regimiento de Infantería 57.°, de Burdeos; Julio César Zarza (de Asunción) y Armando J. Barrios Talavera (de Asunción), al 31.° regimiento de infantería de Montpellier.
En tanto, los capitanes Juan Manuel Torres (de Paraguarí) y Francisco Miranda (de Asunción), en el Regimiento de Infantería 11.° de Le Mans; capitanes Américo Villagra (de Piribebuy) y Daniel Ruso Padin (de Asunción), al 6.° Regimiento de Cazadores de Grenoble. Los mejores alumnos pudieron prolongar su estadía varios meses.
La importancia de la influencia de la escuela militar francesa en la formación de los militares paraguayos queda patente en las declaraciones que realizara el comandante en jefe del Ejército paraguayo durante la guerra del Chaco, José Félix Estigarribia, en Buenos Aires: “Nunca estaré suficientemente agradecido a la Escuela Superior de Guerra francesa por todo lo que allí aprendí; sobre todo, le estoy agradecido por haberme inculcado el concepto más útil de todos: un método de razonamiento”.
* Ph. D. en Historia y Civilizaciones - Université Paris Cité – Francia. Máster en Relaciones Internacionales, máster en Letras y licenciatura en Letras Modernas, Sorbonne Université. Comercio Internacional – Droit des Affaires – Conservatoire National des Arts et Métiers.