Juan Carlos dos Santos, X: @juancads
Las tragedias siempre han sido hechos periodísticos destacados y, un siglo atrás, una conmovedora situación paralizó la capital por algunas horas a medida que la ciudadanía se informaba sobre la desaparición de un infante de apenas 8 años en aguas de la bahía, a orillas del Puerto de Asunción.
La víctima, un niño de 8 años de edad
Un suceso lamentable e impresionante tuvo lugar ayer en nuestro Puerto, con ese carácter de tragedia sencilla en la cual las víctimas son inocentes criaturitas y para quien el manotón del destino es brutalmente feroz.
Quintín Alberto Parini era hijo del conocido y apreciado hombre de negocios de esta plaza, el señor Santiago Parini. He aquí el menor, la infortunada víctima, a quien la muerte acechó para en un momento hacer a las aguas del río, cómplices traidoras que cumplieron la siniestra labor, ahogando en flor, con mil sutiles abrazos, la vida prometedora de Albertito.
Estaba Quintín Alberto con su papá a bordo de la chata Bahía Negra. Practicaba el inventario de la misma como también del vapor Jorge I, arrimado a la chata donde el señor Santiago Parini y sus empleados trabajaban.
Estas embarcaciones pertenecen a la importante sociedad anónima La Mercantil, en su sección fluvial y el señor Parini se encargaba de dirigirla, dedicando el día de ayer a terminar el inventario de los efectos navales y demás cosas existentes en el vapor Jorge I y chata Bahía Negra.
El niño Quintín Alberto se separó un poco del grupo y seguramente acicateado por la curiosidad siempre despierta en los menores, quiso pasar al Jorge I arrimado a la chata indicada.
No midió bien la distancia, perdió pie el hijo del señor Parini al pretender subir a bordo y cayó al agua dando un grito que heló la sangre a todos los presentes. Las aguas, como presa buscada desde tiempo, tragaron al niño.
Tan pronto como el ánimo de los empleados de La Mercantil reaccionó, se aprestaron al salvamento arrojándose al agua algunos y rastreando con ganchos a ver si podían dar con el cuerpo del infortunado menor.
INQUIETUD COLECTIVA
Algo se desorientaron los buscadores contribuyendo a ello la marejada que formaban las lanchas automóviles que salían precisamente en el momento del accidente, con familias de sitios cercanos al del siniestro acaecido frente a la Industrial Paraguaya. Muchos fueron los que se interesaron por la suerte de la víctima, reinando por mucho tiempo un estado de inquietud colectiva en las numerosas personas que esperaron, tanto como el angustiado padre, la vuelta al menor.
No pudo darse con él y la esperanza de encontrarlo vivo se desvaneció. Por fin rastreando muy cerca de la chata Bahía Negra, donde había desaparecido, se extrajo el cadáver de Quintín Alberto después de algún tiempo que debió ser una eternidad para el señor Santiago Parini.
LAS PIRAÑAS VORACES
El cadáver del menor ahogado presentaba varias mordeduras de piraña en la cara, lo que hace suponer que debió golpearse en la caída y perdiera a consecuencia del golpe el conocimiento. El niño presentaba una herida contusa cuya sangre debió de constituir como siempre una incitación siniestra para el voraz animal que tanto abunda en las aguas del fondeadero.
POLICIALES
Un huelguista hace fuego contra empleados de la empresa tranviaria
Esta mañana tuvo lugar un hecho, uno de tantos a los que dan siempre origen los conflictos que no se terminan a la mayor brevedad y lejos de ello, se complican a medida que el tiempo pasa. La tirantez de relaciones, lejos de disminuir, parece continuar por falta quizás de tacto en una de las partes y de prevención o desconfianza más o menos justificada, en la otra.
Pero sea como fuere, la situación ha de ser favorable por sí misma a excitaciones alimentadas por lo indefinido y el temor a algo oculto que en la imaginación del huelguista se presenta como un enemigo a quien hay que vencer a todo trance. Y de ellos salen los actos como el acontecido esta mañana en las calles Constitución y Colombia, de la tardanza de buscar soluciones y evitar la reanudación de choques en plena calle, en los cuales inocentes pueden sucumbir.
Afortunadamente no hay desgracia que lamentar en el suceso de esta mañana, concretándose a una agresión sin consecuencias, llevada a cabo contra los empleados del servicio de la empresa tranviaria.
¿CÓMO SE PERPETRÓ LA AGRESIÓN A MANO ARMADA?
Cerca del lugar donde tres empleados de la empresa se disponían a componer un cable del alumbrado existe una tapia de pequeña altura y tras ella se situó Felipe Pérez González para realizar su obra desde el parapeto escogido.
Esperó que el empleado de la empresa Luis Escario ascendiera para efectuar la compostura del cable y entonces hizo un disparo que no dio en el blanco y puso en movimiento a todos los compañeros del electricista Escario, así como también a la gente de la Comisaría Primera, que les acompañaba siempre en el auto en el cual viajaban los agredidos empleados.
Emprendió rápida fuga el agresor Felipe Pérez González después del disparo hecho y entró, al huir de sus perseguidores, en un yuyal el próximo, donde fue apresado por el vigilante de la Primera a quien hemos hecho referencia.
PUBLINOTA
Los niños
Un adulto puede estar delgado y al mismo tiempo tener buena salud, pero una criaturita o un niño pequeño debe ser gordo y rollizo.
Y sin embargo, ¿cuántas criaturas y niños se nos presentan flacos, extenuados y faltos de sangre principalmente a causa de que, el aparato nutritivo de su cuerpo, está desarreglado de alguna manera?
La medicina nauseabunda y de mal sabor repugna a los adultos y es el horror de las criaturas. No cabe duda que su frecuente ineficacia se debe, cuando menos en parte, al disgusto que les causa. Esto sucede especialmente con el aceite de hígado de bacalao en la forma de las composiciones ordinarias y anticuadas que tan a menudo se les obliga a tomar.
El antiguo terror de esta valiosa aunque repugnante medicina, desaparece con la transformación que ha sufrido en la preparación de WANPOLE, la cual es tan sabrosa como la miel y contiene una solución de un extracto que se obtiene de hígados puros de bacalao combinado con jarabe de hipofosfitos compuesto y extracto fluido de cerezo silvestre. Para la reposición de niños pálidos no hay nada tan bueno como nuestra preparación.