Jorge Zárate, jorge.zarate@nacionmedia.com - Fotos: gentileza

La ingeniera paraguaya Yumi Vanessa Kikuchi Coronel junto con su equipo de la universidad estatal de Wichita, en Estados Unidos, donde cursa una maestría, diseñaron un visor de realidad virtual y una consola externa que pueden ayudar a la misión de los astronautas que tienen previsto pisar Marte por primera vez. Lo mostrarán en mayo próximo en Houston en un escenario habitual de lanzamientos espaciales históricos para la humanidad.

“La idea es que el astronauta pueda ver ayudas en el casco, su pulso, la presión del traje, cosas de su misión, etc., que le permitan reducir la carga intelectual con la que deben lidiar en el espacio”, cuenta Yumi Vanessa Kikuchi Coronel, del proyecto que deberá defender en las instalaciones de la Agencia Espacial de los Estados Unidos (NASA, por su sigla en inglés).

En diálogo con La Nación/Nación Media, explicó cómo su equipo, que también integra la estudiante paraguaya Marianna Fronciani, fue seleccionado entre otros tantos para poder acceder al privilegio de soñar con integrar las tecnologías del proyecto Artemis, que pretende llevar a la humanidad al planeta Marte.

Kikuchi Coronel, de 26 años, con sacrificio, propio y de sus padres, logró egresar de la carrera de Ingeniería en Electrónica con énfasis en Mecatrónica. “Me iba a la mañana y volvía ya de noche de la Facultad Politécnica de la Universidad Nacional de Asunción (UNA)”, cuenta sobre aquellos tiempos. El largo recorrido en ómnibus desde su casa del barrio Santa Rita, de la ciudad de Capiatá, hasta la casa de altos estudios en San Lorenzo de alguna manera la obligaba a hacerlo.

De niña estudió en el Colegio Santa Rita de Cassia, estudió danza en el Instituto Municipal de Arte (IMA) de San Lorenzo y hoy cursa una maestría y también enseña en la Universidad Estatal de Wichita en Estados Unidos.

“Realmente salir adelante y avanzar en nuestro país cuando comenzás desde cero es muy difícil. El éxito de los jóvenes la mayoría de las veces depende de muchos factores más que solo el esfuerzoy la dedicación. Y creo que es una pena que tenga que ser así y siempre tengo la esperanza de que eso va a cambiar”, apunta la ingeniera, que también se capacitó en la Universidad St. Gallen de Suiza y en Taiwán.

“Aun así, me gustaría animar a todos los jóvenes, y en especial a las mujeres, a seguir adelante y buscar oportunidades para seguir aprendiendo. Solamente si seguimos trabajando y haciendo lo mejor que podemos desde donde estamos vamos a poder cambiar nuestra realidad y dejar el Paraguay un poquito mejor. Para que, como yo siempre digo, ojalá las personas que vienen después de nosotros no tengan que sufrir tanto como nosotros, nuestros padres o abuelos tuvieron que hacerlo”, dice.

CURIOSIDAD

–Contabas que tu papá es técnico en televisores. ¿Influyó en algo en tu gusto por la electrónica o las ciencias?

–Siempre me causó curiosidad entender lo que papá hacía en su taller, pero realmente las ciencias y matemáticas me gustaron a pesar de haber crecido rodeada de arte y estudiando danza e interpretación poética. Donde empecé a aprender sobre electrónica fue en el Benjamin Franklin Science Corner. Allí tuve la oportunidad de aprender electrónica por medio de proyectos y fue donde descubrí que esto es lo que me gusta.

–¿En qué consiste el proyecto del que formás parte que fue seleccionado por la NASA?

–El equipo que conformamos en Wichita State se llama CosmoShox y nuestro proyecto se llama COSMOS (CosmoShox On-Site Martian Overlay System). El proyecto consiste en desarrollar una interfaz utilizando realidad aumentada para ayudar al astronauta durante las misiones extravehiculares en Marte. Esta interfaz permite un fácil acceso a información crítica sobre la salud y bienestar del astronauta, así como las condiciones de su traje. Además, ayuda al astronauta a desplazarse a ciertos puntos de relevancia mediante un sistema de navegación y cuenta con una lista de procedimientos que debe seguir en ciertos momentos de la misión. El objetivo principal de este proyecto es disminuir la carga cognitiva de los astronautas cuando estén en sus misiones en Marte. Por otro lado, nuestra solución también cuenta con una interfaz para la consola de control local de misión (LMCC), que sería una computadora ubicada en el interior de la nave espacial y que otro astronauta utilizaría para asistir al astronauta que se encuentra fuera de la nave.

–¿Por qué eligieron el proyecto de tu equipo para ser mostrado?

–La NASA publica el desafío con todos los requisitos en su página cada año. Ellos no nos dan las razones específicas por las que nos seleccionaron entre los 10 mejores equipos, pero creemos que tiene que ver con los detalles que incluimos en nuestra propuesta y también con el hecho de que contamos con un equipo interdisciplinario. Están interesados en ver el prototipo en Houston este año, ya que nuestras ideas le parecieron interesantes y prometedoras.

REALIDAD AUMENTADA

–¿Podrías darnos algunos ejemplos de en qué ya estamos viendo la realidad aumentada en ámbitos cotidianos?

–La realidad aumentada se ve muchísimo en varios ámbitos. Por ejemplo, tiendas como Amazon ofrecen en su aplicación la posibilidad de visualizar el producto en tu casa antes de comprarlo. Por ejemplo, un sofá. Podés visualizarlo en tu sala y asegurarte de que tiene las dimensiones correctas. También se utiliza realidad aumentada en lentes para que te muestren información relevante sobre tu día o te ayuden en las tareas de la oficina. Se utiliza también para educación. Por ejemplo, para poder aprender las constelaciones apuntando la cámara del celular al cielo con un programa que te indica qué formaciones estelares estás viendo o también he visto que se puede aprender anatomía con esta misma tecnología.

–¿Qué escenario te imaginás una vez en la NASA?

–Vamos a la sede en Houston, Texas, al Centro Espacial Johnson. Realmente me imagino que será una experiencia única poder probar nuestro prototipo en el rockyard o patio de rocas. Validar si nuestro diseño realmente será útil en un ambiente y condiciones similares a los de Marte. Y, sobre todo, trabajar y compartir durante una semana con cientos de estudiantes de otras universidades que también fueron seleccionados. Es una gran oportunidad para establecer conexiones.

–¿Ya estás trabajando como profesora en Wichita State? ¿Qué sensaciones tenés al respecto?

–Estoy trabajando como asistente de cátedra en la universidad y lo considero una grandiosa oportunidad para seguir aprendiendo al observar a la profesora que dirige la clase. Me siento muy feliz y orgullosa de haber sido seleccionada para ayudar en esta posición y estoy tratando de aprovechar al máximo esta experiencia. También estoy contribuyendo en la medida de lo posible en las clases para que los estudiantes puedan comprender bien los conceptos.

PRODUCTOS DIGITALES

–Respecto al máster en innovación que estás realizando, ¿en qué te gustaría trabajar una vez que concluyas?

–No tengo aún algo muy específico en mente, pero me gustaría trabajar en el desarrollo y gestión de productos digitales. Lo más importante para mí es poder contribuir en algo que generará un impacto y ayudará a resolver una problemática relevante para cierta población.

–Decías que querías ayudar a otros compatriotas a tener la experiencia de salir a estudiar a otros países. ¿Cómo te gustaría hacerlo?

–Si están interesados en ayudar, pueden ponerse en contacto conmigo o con Kuñatech. De esta manera, podemos idear y definir formas de ayudar a otros jóvenes y mujeres en el área de tecnología.

–¿Qué extrañas y qué no de nuestro país?

–Extraño un montón a la familia y amigos, también a mi gatito. Y la comida también... Ahora que hace frío, por ejemplo, extraño mucho el mbeju o la chipa con cocido. Por otro lado, creo que lo que menos extraño de Paraguay es el tráfico y la cantidad de tiempo que lleva moverse de un lugar a otro.

Kuñatech, tecnología con fuerza femenina

“Kunatech es una comunidad de mujeres paraguayas en tecnología. Funciona como una red de apoyo para sus miembros, pero también buscamos dar visibilidad al trabajo de las paraguayas en el área de la tecnología y ayudarnos mutuamente a crecer profesionalmente”, cuenta la ingeniera Yumi Kikuchi Coronel.

“Somos más de 400 mujeres en la comunidad y en las redes sociales tenemos miles de seguidores que pueden ser mujeres u hombres. Si una mujer quiere ser parte de la comunidad o quiere proponer una iniciativa, que nos contacten en nuestras redes sociales @Kunatech.py y ahí les guiamos para ser parte”, explicó.

Declarada de interés nacional por el Congreso en el año 2022, la iniciativa reúne a profesionales de distintas áreas como doctoras, abogadas, programadoras, diseñadoras, entre otras.

“Kuñatech es un espacio para compartir herramientas tecnológicas, nos referimos a software, aplicaciones, plataformas que ayuden al desarrollo y una mejor comunicación”, indicó.

Periódicamente desarrollan talleres, charlas, capacitaciones virtuales de la mano de referentes del sector, abordando temas de interés general. Las participaciones son totalmente gratuitas y se entregan certificaciones en cada tema.

La idea es que las mujeres puedan ampliar sus redes de contactos desde sus respectivas empresas, marcas, emprendimientos o servicios a terceros.

“Es importante que las mujeres sepan que hay oportunidades. Es de suma utilidad ampliar el horizonte con visitas al extranjero, salir del país, conocer nuevas culturas, costumbres, modos de vivir, trabajar, siempre es un aporte en la vida profesional. Sin duda alguna, esto trae consigo una seguidilla de situaciones a las cuales uno se debe moldear, pero es posible con empeño y dedicación. Hay muchas organizaciones que ayudan con el otorgamiento de becas e intercambios escolares que se deben aprovechar”, enfatizó.

Pantano Machine

Yumi Kikuchi es también cocreadora de la Pantano Machine, que fuera presentada durante la Expo de la Facultad Politécnica de la UNA en diciembre de 2019.

El ingenio, que idearon con sus compañeros Derlis Castillo y Jesús Baglieri, es una máquina dispensadora de pohã ñana que prepara el agua con los remedios yuyos procesados con solo apretar dos o tres botones.

La idea original era desarrollar un poco más la máquina, de la que presentaron un prototipo, y poder instalarla en plazas, parques y paseos públicos.

Funciona con monedas de 1.000 guaraníes y puede dispensar hasta cuatro variedades de yuyos. Durante las pruebas usaron menta’i, burrito, katuava y cedrón Paraguay.

En cada operación se pueden mezclar hasta tres yuyos y también se puede elegir doble dosis de alguno. Durante la operación la máquina entrega los remedios naturales machucados en un litro de agua.

La estructura la hicieron de madera terciada y con palets y la terminaron con la ayuda del papá de Yumi. Los jóvenes se encargaron del circuito de programación y de todas las funciones que aparecen en una pantalla.


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