Jorge Zárate jorge.zarate@nacionmedia.com - Fotos: Roberto Zarza

Desde hace 70 años la familia lo acondiciona para homenajear la escena de Belén. Se estima que lo visitan unas 10.000 personas en la semana que está abierto al público en Luque. Una tradición familiar que pasa de generación en generación agradeciendo lo recibido, alentando el espíritu navideño.

En 1953, don Esteban Sabaté, atribulado por un temporal que tuvo a maltraer los cultivos de su quinta de frutales, decidió hacer una promesa. Si pudiera recuperarse de esa situación, armaría un pesebre importante en homenaje a Jesús, María y José. Al entender que sus plegarias tuvieron respuesta, se puso manos a la obra. Primero fue en una piedra, luego ya en una mesa grande y desde hace décadas ideó un escenario en el que utilizando la potencia del agua se pudiera dar movimiento a muñecos y objetos representativos.

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Para ello abriría las puertas de su granja de producción familiar para que la gente pudiera visitarlo durante la Navidad. Este homenaje en agradecimiento, que se realiza cada año del 22 al 30 de diciembre, cumple siete décadas, motivo especial para hacerse un tiempo y visitarlo en Yrendague c/ Benigno González, en el Segundo Barrio Bella Vista de Luque.

“Solo paramos durante 2020 por la pandemia del coronavirus. Ese año solo recibimos a la prensa, pero ya en 2021 volvimos a abrir al público y lo seguiremos haciendo”, dice Arturo Sabaté, mientras va acomodando algunas piezas, revisando los mecanismos hidráulicos que le dan movimiento a las piezas. Suenan campanas, los músicos ejecutan sus instrumentos, una kuñakarai muele maíz para la harina de su chipa, todo esto generado por la presión del agua.

Esteban, padre de Arturo, recuerda que su papá comenzó los movimientos con dos tanques grandes de agua. “En esa época no había electricidad, así que cuando se vaciaban los tanques, opa el movimiento”, recuerda.

ENTORNO NATURAL

El pesebre tiene un bello entorno natural de plantas en el que destacan las heliconias, popularmente conocidas como bananitas.

Está cubierto por una carpa para proteger las figuras, cuyo montaje es el primer paso previo al armado, un paso que se cumple cada 8 de diciembre, cuenta la familia.

El pintoresco pesebre ha recibido visitantes de países vecinos y de Alemania, España, Estados Unidos y Colombia, según recuerdan.

Uno de los miembros de la familia, Esteban Sabaté, dialogó con La Nación/Nación Media sobre esta pintoresca tradición de la cual ya tomaron parte cuatro generaciones y que ya se convirtió en todo un símbolo del barrio Bella Vista de Luque.

–¿Desde que tenés memoria se sigue esta tradición familiar, verdad?

–Yo nací en el año 62, o sea, nueve años antes de que naciera ya se comenzó el pesebre.

Siempre se mantuvo en el mismo lugar, solo que antes fue en una mesa chica, en la que estaban la Sagrada Familia, que en ese entonces tenía un niñito pequeño. Después tuvo varias transformaciones. Hubo un niño de tamaño intermedio y de acuerdo a cómo iba creciendo el pesebre iban cambiando las figuras. Esta Sagrada Familia que tenemos actualmente es la tercera ya.

–¿Tu papá lo hizo como una promesa?

–Sí, él contaba que en su infancia visitaba los pesebres en Asunción y que recordaba con especial cariño esas experiencias. Después él tuvo una inspiración y dijo que si él pudiera tener una propiedad, crearía un pesebre.

–¿Cómo surge la idea del pesebre hidráulico?

–Lo hidráulico comenzó hace unos 60 años. La primera figura móvil dentro del pesebre fue esa pelotita que está ahí suspendida a través de la presión hidráulica. Después se fueron agregando algunos animalitos, unas jirafitas que estaban como flotando ahí en la fuente con su propia movilidad. El movimiento de los otros objetos se fue incorporando con el tiempo.

REPERCUSIÓN

–¿Cuál es la reacción de la gente?

–Les gusta mucho, principalmente las criaturas vienen y ya no se quieren ir. Muchos se van con la promesa de que otro día le van a traer de nuevo los padres. También gracias al internet mucha gente del exterior nos conoció, pero también siempre salimos en prensa. Hace unos 25 o 30 años atrás estuvimos en la cadena CNN a través del material que difundía Manuel Cuenca, que también estaba en Canal 9.

–Vemos a toda la familia involucrada en el pesebre. ¿Cómo van pasando la posta de esta tradición?

–Ellos ya están involucrados, o sea, incluso Arturo (hijo) es la tercera generación. Mi hija ya tiene hijos que son la cuarta generación que ya ayudaron para pintar las piedras, estuvieron cargando los juguetes. Así que aquí los esperamos del 22 al 30 de diciembre desde las 18:30 a las 23:00, salvo el 25, que vamos a abrir a partir del mediodía.

–¿Qué figura van a incorporar este año?

–Les puedo adelantar que será una figura representativa de Luque y los invitamos a visitarlo hasta el 30 de diciembre.

INCORPORACIÓN DE MOTIVOS PARAGUAYOS

Los muñecos y sus roles son significativos en el pesebre hidráulico de los Sabaté. Arturo comenta que “es difícil hoy encontrar muñecos de plástico de un tamaño mediano, ya que son muy grandes o muy chicos”, dice recordando que la familia es la que da vida a todos los personajes que se pueden ver.

Esteban describe los paisajes paraguayos que fue incorporando como la molienda del maíz para hacer la chipa en que hay tres señoras, una muele, la otra apantalla el fuego y una tercera tamiza la harina. “La señora está con la pantalla cocinando el maíz. También pueden verse los carreteros que vienen a traer sus productos como una especie de agradecimiento al niño. Hay una señora que está ordeñando la vaca; hay un gallo y una gallina que están comiendo un sembrador, un carpintero, un homenaje también al trabajo... y a los músicos también y últimamente cada año incorporamos un personaje nuevo siendo el último de ellos el indio José, que fue el que talló la Virgen de Caacupé”.

Asimismo, muestra que en la parte religiosa están los campaneritos y, como siempre que hay una fiesta patronal en las ciudades, se instalan las calesitas. Así que esa es la imagen que se evoca”, cuenta. “Está el arca de Noé, que simula que los animales están subiendo, y están los Reyes Magos con la ofrenda al niño Dios”, esta última una escena de agradecimiento tan afecta a las Navidades paraguayas.




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