En la línea de nuevos sonidos que viene ofreciendo el rock argentino para las nuevas generaciones, 1915 es una de las que lidera las listas de streaming para ese segmento. La banda, que ya pisó Paraguay el año pasado, está trabajando en cosas nuevas y su bajista, Alejo Freixas, repasó con La Nación/Nación Media sus casi 10 años en ruta y lo que se viene a futuro.

  • Por Luis Ríos
  • Fotos Gentileza

Esta agrupación se con­sagró como una de las bandas más intere­santes e innovadoras de los últimos tiempos. Su virtuo­sismo, potencia y frescura crean un cocktail infalible que se expresa en cada show y desarma a quien los escu­cha. Su talento y originalidad los llevaron a ganarse el reco­nocimiento del mundo musi­cal, llegando a ser nominados para los Premios Gardel 2021 en la categoría Mejor Álbum Rock Alternativo.

En 2016 editaron el disco “Dual”. En 2018 salió a la luz el álbum “Bandera”. La pan­demia de 2020 los encon­tró terminando “Los años futuros”, en un año en el que lograron hacer su primer show por streaming y dos presentaciones con entradas agotadas en el Teatro Konex. A finales de 2022 lanzaron su último disco, “Fuera de lugar”. Fue justamente el año pasado cuando se dio su pri­mera visita a Paraguay para participar del Reciclarte y de un sideshow en conjunto con Conociendo Rusia, un par de días antes del festival.

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“El año pasado nos dio una muy buena chance de tocar dos veces en Paraguay. La primera en un show pequeño acompañando a Conociendo Rusia, en donde tuvimos el primer acercamiento con el público paraguayo y nos lle­vamos una gran sorpresa al notar que la gente conocía las canciones, las cantaba y las bailaba. Recuerdo con mucho cariño esa fecha porque fue un poco más íntima y te per­mite un acercamiento más personal hacia el público”, recuerda Alejo Freixas sobre aquella visita.

Su llegada al país también tiene una anécdota muy particular. La banda venía en una camioneta (junto a la banda Silvestre y La Naranja) que tuvo desperfectos. Esto los hizo demorar más de lo debido. “Fue una travesía un poco accidentada. De hecho, llegamos un poco tarde para el show en Sacramento. Tuvi­mos que cambiar de van en la frontera y llegamos un poco justos al local”, relata Freixas sobre el percance.

Finalmente, llegaron para cerrar una íntima noche en su presentación al público de Asunción. “Tuvimos que invertir los horarios esa noche para no demorar demasiado. Tuvo que abrir Conociendo Rusia, que originalmente iba a cerrar esa presentación. Fue un puntapié muy lindo para una minigira que terminó en el festival Reciclarte, que tiene una mayor magnitud y obviamente fue una experien­cia genial”, atesora el bajista.

Los 1915 debían regresar al país hace unas semanas para presentarse junto a sus compa­triotas de Nafta, pero por moti­vos de fuerza mayor el evento debió cancelarse. “Esperamos repetir la experiencia en algún momento. Esperamos poder reencontrarnos con la gente que vino aquella primera vez y con muchas caras nuevas”, desea el músico.

Consultado acerca de bandas paraguayas, dice que le gus­tan mucho los Kchiporros. “Justamente los conocimos (a los Kchiporros) en el festi­val Reciclarte. Tuve la linda oportunidad de conocerlos y escucharlos un poco. Creo que vinieron para el Lollapa­looza de Argentina. Estuve escuchando también a las bandas con las que íbamos a compartir escenario en el festival Nómada que eran El Culto Casero y Ciudad Mansa. La verdad es que ambas me gustaron mucho”, asegura el músico argentino.

UNA BANDA FUERA DE LUGAR

Con “Fuera de lugar”, el cuarto disco lanzado el año pasado, 1915 abre una nueva etapa en su carrera luego del consagratorio “Los años futu­ros” de 2020. En este nuevo disco exploran su costado más visceral y presentan diez can­ciones artesanales, directas y poderosas que reflejan el espí­ritu de una banda imprescin­dible en la nueva escena de la música argentina.

La banda profundiza en un experimento musical distinto para este material. En una entrevista dada a FiloNews, el propio Alejo había dicho que el disco abre la puerta a música mucho más potente en términos de instrumenta­ción y de timbre. “El último disco nos dio muchas satis­facciones. Especialmente la gira de presentación, la cual nos llevó a muy lindos escena­rios”, agrega el músico.

Uno de esos escenarios fue el Teatro Vorterix en Buenos Aires, uno de los más emble­máticos para realizar presen­taciones en vivo. “Ese fue uno de nuestros shows más gran­des en toda nuestra carrera y también más largos porque fueron casi dos horas de show. Fue una experiencia increíble poder armar algo tan grande y algo muy lindo para nosotros también fue poder elegir un setlist de esa duración y poder trabajar con distintos climas, distintos momentos”, destaca Freixas.

Así como el predecesor les permitió ir más allá de las fronteras de su país, “Fuera de lugar” los llevó por pri­mera vez a varios países. “Ni hablar de las diferentes oportunidades internaciona­les que nos abrió este disco porque nos llevó a hacer una gira por Perú, México y Costa Rica. Además, a mediados de este año nos llevó a Chile y a Uruguay”, relata Alejo sobre el periplo 2023.

Una vez finalizado el tramo de difusión para el material, la banda ya se centró en planifi­car el futuro que trae consigo un nuevo disco. “Sí, ya esta­mos trabajando en un nuevo disco. Mucho no puedo ade­lantar, pero ya existen algunas canciones nuevas que estamos ensayando”, promete Freixas. Solo quedar atentos a los cana­les oficiales de esta atrayente agrupación para descubrir esas nuevas canciones.

EL DESAFÍO DE SALIR DEL PAÍS

Presentarse por primera vez en un país distinto puede ser un desafío emocionante y a la vez difícil para un grupo musical, pero estos jóve­nes músicos lo llevaron con mucha tranquilidad. “Luego de un pequeño descanso en casa, este tour se debía cerrar en Paraguay. Muchos de estos países los conocimos por pri­mera vez y en gran medida se debe a este disco”, agradece el bajista de 1915.

La experiencia de tocar afuera puede brindar al grupo nuevas perspectivas, influen­cias y seguidores. Además, el aprendizaje y la adaptación a diversas circunstancias pue­den fortalecer la unidad y la profesionalidad del grupo. En ese sentido, Alejo hace hinca­pié en la importancia de dar una buena primera impresión en un lugar nuevo, sin impor­tar el tamaño del escenario o la cantidad de asistentes.

“Tocar en un lugar nuevo a veces resulta un poco incierto. Obviamente entre más visitas, uno se va fami­liarizando y acostumbrando al país y conociendo más al público. Incluso salir de tu propia ciudad e ir a presen­tarte en una nueva genera cierta incertidumbre. Noso­tros siempre nos propo­nemos dar un show con lo mejor que tenemos y darlo todo sin importar lo que haya enfrente y las condiciones del escenario mismo”, recalca el músico.

Así también, organizar una presentación en el extran­jero implica lidiar con dife­rentes reglas y regulaciones (desde permisos hasta cues­tiones de transporte) y ya en el escenario, con las dificul­tades que podrían presen­tarse. “Puede que nosotros tengamos algún problema técnico arriba del escenario y no nos escuchemos, pero el show tiene que salir bien igual. Puede que vengan 10 o 15 personas o pueden ser 1.500, pero uno siempre tiene que dar el mejor espectáculo posible para los que están”, subraya Freixas al respecto.

La presión de impresionar en un nuevo lugar, combinada con las expectativas perso­nales del grupo, puede gene­rar nerviosismo. “Por suerte para nosotros, siempre tuvi­mos muy buena respuesta al salir del país y especialmente en Paraguay, en donde tuvi­mos una experiencia muy linda y divertida. Por eso es que tenemos muchas ganas de volver en algún momento”, recalca el músico sobre la conexión que logran con el público que no es argentino.

REINVENTARSE, SIEMPRE REINVENTARSE

Las tendencias musicales pueden cambiar rápida­mente debido al constante flujo de nueva música. En un mundo donde parece que todo está inventado, nues­tro entrevistado es de los que cree que aún se puede hacer algo distinto. “Proba­blemente, cualquier cosa que hagas ya se haya hecho antes. De eso no hay escapatoria. Como dice Charly García: ‘La música ya está hecha’, pero uno tiene que poder inno­varse”, sostiene.

Lo que está de moda hoy puede ser reemplazado por algo nuevo mañana, lo que lleva a un ciclo rápido de atención y olvido. Por eso, es importante reinventarse. “Creo que la reinvención es para con uno mismo, el tratar de no repetirse de un disco al otro, tratar de buscar siempre algo nuevo, buscar originali­dad. Es la forma y el camino que hay que seguir”, indica el integrante de 1915.

En un contexto en el que parece estar todo inventado, la voluntad de hacer algo nuevo es crucial para la creatividad de un músico. “Probablemente el producto que estás haciendo tenga influencias, diferentes referencias y se lo pueda vin­cular con un montón de cosas que ya se hicieron en el pasado, tanto el inmediato como en el más lejano, pero lo importante es que uno no se condene a sí mismo a la repetición de lo que ya hizo”, expone el músico.

En la misma línea, para ayudar a la creatividad, algunos artis­tas y compositores han optado por colaborar con la inteligen­cia artificial en lugar de verla como una amenaza y en ese sentido Alejo ve esta opción más como una herramienta de entretenimiento y que en redes sociales puede llegar a tener éxito a la hora de divertir o para encontrar cosas curio­sas. “Podés divertirte encon­trando a Cerati cantando una canción de Peso Pluma, pero no mucho más que eso”, opina.

Agrega que los modelos artís­ticos creados utilizando inte­ligencia artificial son efí­meros. “El arte se hace con personas de carne y hueso, y si a uno le gusta la música de verdad, va a encontrar expre­siones artísticas en cosas que solo son hechas por humanos. Lo respeto (la música por IA) para los que lo usen para hacer entretenimiento, pero para los que buscamos hacer arte, el camino es otro”, afirma tajante. Y es que al final de todo es la creatividad del humano la que cambia los paradigmas.

En un mundo digital con múltiples distracciones, la atención de las personas tiende a fragmentarse. Por eso, la banda de rock con­formada por Cruz Hunkeler (guitarra y voz), “Penzo” (teclados y synths), Jere­mías Alegre (batería) y el propio Alejo Freixas (bajo) se pone como lema el no que­darse en lo mismo siempre. “Como banda, nuestro pro­pósito es cambiar, renovar y hacer música fresca cada vez que sacamos algo nuevo”, concluye este último.

Una amistad y una carrera que crecieron juntas

A medida que una banda pasa más tiempo junta, tiende a experimentar y desarrollar su sonido y estilo. Aprenden cómo trabajar juntos creativa­mente, exploran nuevas influencias y perfeccio­nan su arte. Esta es también la experiencia de los 1915, quienes, además, fortalecieron y pro­fundizaron sus vínculos personales. “Creo que principalmente aprendimos mucho sobre la pro­fesión y particularmente, en cuanto a los discos, hemos mejorado mucho la forma de producir­los y de sumar un poco de eficiencia a la hora de componer, producir, editar, etc.”, analiza el músico sobre el camino recorrido y los casi 10 años que van desde el lanzamiento de su primer disco. A final de cuentas, las experiencias com­partidas, ya sean éxitos o desafíos, se convier­ten en lecciones valiosas.

El tiempo compartido en la carretera, en el estudio y en la vida cotidiana fortalece los lazos personales entre los miembros de la banda. “En términos de convivencia siem­pre nos llevamos bien. De hecho, para ‘Dual’ (su primer disco de estudio) hicimos nuestro primer viaje juntos, que fue pasar una semana en un campo, en la casa de los abuelos de Jeremías, nuestro baterista. Allí hicimos la mayoría de las composiciones para ese disco”, comenta Alejo sobre esa experiencia particular.

Ese viaje les permitió desarrollar una comprensión pro­funda de las fortalezas y debilidades de cada uno, apren­der a resolver conflictos y construir una conexión que va más allá de la música. “Tocamos un poco alejados de la ciudad para encontrar foco. Después vinieron las giras y desde entonces la convivencia es muy buena”, reflexiona Freixas sobre las decisiones que los fortalecieron.

Y justamente para “Fuera de lugar” repitieron ese proceso ya en otros términos y con muchas diferencias, pero con la misma idea de alejarse de la ciudad para poder grabar mejor enfocados. “Lo que hicimos para ‘Dual’ fue ir a com­poner al campo y para ‘Fuera de lugar’ fuimos a grabar en un estudio en Sierras de Córdoba. Un lugar que lite­ralmente está en medio de la sierra, que es súper rela­jado, en donde pudimos hacer una suerte de retiro musi­cal nosotros cuatro y un staff muy reducido de personas necesarias para poder grabar”, cuenta el músico.

Emprender y superar desafíos juntos fortalece la cohe­sión del grupo. Y esta decisión de alejarse del ruido sacó lo mejor de 1915, lo cual se puede apreciar en su último material. “Grabamos las canciones en vivo, fue una expe­riencia enriquecedora y distinta. Creo que el disco trans­mite muy transparentemente esa paz y esa concentración que había en el grupo a la hora de hacerlo”, puntualiza el bajista de la banda.

Tomarse el tiempo para digerir la música

Tomarse el tiempo para digerir la música

El consumo veloz de la música se ha vuelto una característica distintiva de la era digital y de la forma en que las personas acceden y disfrutan de la música en la actualidad. Eso lleva a que hoy se enfoque toda la atención en un single recién lanzado a diferencia de años ante­riores, en los que se iba construyendo el camino para la salida de un disco completo. Aun­que tiene sus beneficios en términos de accesibilidad y variedad, también plantea desafíos.

“Yo creo que hay espacio para trabajar el concepto de un disco. Nosotros siempre trabaja­mos sobre esa premisa. Varias veces nos planteamos la duda de sobre si es mejor trabajar sobre singles y hacer los lanzamientos en esa forma. Capaz con menos espacio temporal entre esos lanzamientos, pero sacarlos de a una canción como está trabajando gran parte de la industria hoy en día”, destaca Alejo Freixas sobre esta situación.

A eso se le suma que el énfasis en la cantidad sobre la calidad puede afectar la forma en que se valora y aprecia la música. “Creo que por la forma en la que vivimos la música y al ser una banda, es decir, un conjunto de músicos en que las tareas son equilibradas y no hay una referencia puntual que caiga sobre uno de nosotros, me parece que el modo de los singles es más para los solistas o para artistas urbanos, de reguetón o de trap”, refiere el bajista.

Los artistas pueden sentir la presión de lanzar música constantemente y las obras pueden no recibir la atención reflexiva que a veces merecen. “Nosotros llevamos cuatro discos y nos hemos planteado diferentes modos de producción, pero seguimos firmes en la idea de que lo nuestro son los discos y que es un formato que siempre va a tener público y que ese público lo va a valorar”, defiende el músico por sobre las actuales tendencias de consumo.

Las tendencias musicales también pueden cambiar rápidamente debido al constante flujo de nueva música, pero “al ser una banda de rock, creemos que todavía hay que hacer álbumes, hay que hacer dis­cos, hay que tratar de plan­tear un concepto y que todo lo que rodea al álbum se con­diga con ese concepto. Tratar de desarrollarlo a partir de la música y la letra, y luego que, desde el arte de tapa y el material de prensa, lo acom­pañen estéticamente”, insiste Freixas.

Al final, lo que genera el todo del álbum va más allá de una simple escucha. “Los que amamos este formato y nos gusta escuchar un disco de principio a fin, los que quizás hasta hace unos años nos comprábamos CD y queríamos leer el libretito que traía y tenemos todavía esa nostalgia o compramos vinilos. Todas esas per­sonas amamos este formato y no queremos que muera. Entonces, como banda defendemos esa idea y el público lo valora”, sintetiza Alejo.

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