Eduardo Palacios

Nuestro rescate histórico tiene hoy como figura central a Arístides Rojas, un locutor destacado que pasó por varias emisoras en las pasadas décadas. Un trabajo investigativo que busca con estas publicaciones ampliar los conocimientos sobre hechos, protagonistas y los antecedentes históricos de la radio en Paraguay.

La revista Ñane Retã (Nuestra Patria), fundada el 30 de noviembre de 1953, editado y dirigido por el poeta nacional Francisco Agüero Thompson (+), era una de las pocas publicaciones que en los años pasados estaban orientadas a promover y hacer conocer las creaciones artísticas de poetas y compositores, así como sobre el ambiente artístico-radial de esos años, sin olvidar a la revista Ocara Poty Cue Mi y Fa Re Mi, que fueron publicaciones de gran relevancia como fuente de información sobre los artistas nacionales y el repertorio musical de moda en aquellos tiempos.

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El director de la revista mencionada, Francisco Agüero Thompson, fue un férreo promotor de nuestro idioma autóctono, tanto desde la publicación de su dirección como también en programas radiales dedicados a difundir nuevas creaciones. Pertenecía a la corriente tradicionalista de los promotores de nuestro idioma nativo, corriente hoy inexistente, ya que se ha consolidado totalmente el proceso académico del estudio del guaraní con el rango constitucional del que está investido a partir de la promulgación de la Constitución vigente.

En la revista de referencia, edición que correspondía a los meses de mayo-junio de1955, aparece publicado un reportaje a Arístides Rojas, una voz importante en los medios radiales en los años 50 y 60 en Asunción, habiéndose iniciado en ZP9 Radio La Capital a comienzos de los años 50 y más tarde en ZP7 Radio Guaraní y Radio Comuneros a fines de la década de los años 50 y la década del 60; esta última emisora fue donde conociera a quien sería su esposa, la gran locutora Herma Sosa Montanía.

Arístides Rojas, primero de la derecha parado; a su lado, Luis “Archivo” Villalba, Herma Sosa Montanía y Agustín González. Abajo, de izquierda a derecha, Celestino Álvarez, Toto Sacarello, Juan Bernabé y Humberto Rubin. Foto de colección de Radio Ñandutí

EL REPORTAJE

El locutor entrevistado recuerda en la nota sus inicios en 1950 en la emisora La Capital, ubicado por esos años en el edificio de la calle Chile 461 casi Piribebuy, que a partir de 1955 se constituiría en Radio Comuneros, bajo la dirección de Juan Bernabé Apodaca. Se refirió a sus colegas Rubén Burean, Nicanor González y Lionel Enrique Lara, de quienes dijo que fueron sus formadores en la tarea radial, “a quienes les estoy profundamente agradecido por sus buenos consejos que mucho me han valido”.

Resaltó la labor del padre Laborel, sacerdote franciscano director de Radio Cáritas. Dijo que a partir de 1940 el sacerdote desplegó una labor silenciosa en favor de la radiofonía nacional llevando adelante cursos de capacitación para la gente de radio, cuyo resultado fue la aparición de figuras destacadas como Gerardo Halley Mora, Jacinto Herrera, Juan B. Cazal, Pancho Torres, Nelly Prono, Alex Solberg, José D. González, Manuel González Godoy, Simón Nicolás Cazola, Víctor Montórfano, Luciano Gómez y Carlos Banks, entre otros.

LAS EMISORAS QUE EXISTÍAN

La publicación hace referencia igualmente a las emisoras de radio existentes en los años 20 y 30, citando a ZP 1 Radio El Orden, en 1929; ZP 3 Radio Bouquet, en Encarnación; ZP 4 Radio Nacional, ZP 5 Radio Paraguay, ZP 6 Radio Livieres, ZP 7 Radio Uruguay, ZP 9 Radio Prieto, ZP 10 Radio Asunción, ZP 11 Radio Cáritas, ZP 13 La Voz del Aire y ZP 17 Radio Electra. En los primeros años de la década del 40 el Gobierno dispuso dejar sin efecto todas las licencias de estas emisoras, a excepción de Radio Cáritas, volviendo a habilitar a otras emisoras en un nuevo llamado, apareciendo las emisoras Radio Teleco, Radio La Capital, Radio Stentor y la ZP 1 Radio del Estado, que en los años siguientes se convertiría en Radio Nacional del Paraguay.

Al hacer referencia a los locutores pioneros de la radiofonía nacional, en el reportaje comentado Arístides Rojas menciona a Mateo Pascuali, Celestino Álvarez, Pedro García, Miliares Aguayo y Emilio Jordán Livieres, entre los referentes más antiguos. “Quiero hacer notar que, además de hacer locución, estos hombres hacían de radiooperadores. Ellos mismos confeccionaban los estribillos comerciales y al mismo tiempo eran corredores publicitarios y en algunos casos tenían vocación al canto, actuaban en programas, se anunciaban ellos mismos y luego pasaban la tanda de los avisos”, según señaló.

El protagonista de nuestra historia de hoy, Arístides Rojas, fue un locutor muy apreciado por sus colegas, según comentaba años atrás el presidente de la Asociación de Locutores, Enrique Benítez, ya fallecido. Su unión matrimonial con Herma Sosa Montanía, con quien trabajó en Radio Guaraní y Radio Comuneros y tuvieron un hijo, fue un acontecimiento social muy importante dentro del ambiente radial asunceno. Lamentablemente unos pocos años más tarde se separaron, Arístides se enfermó y comenzó un largo calvario que lo llevaría a la muerte en los últimos años de la década del 70.

El reportaje que comentamos aquí recoge también otros aspectos de lo que acontecía en los medios radiales en las décadas pasadas. Esta es la historia de un hombre dedicado con pasión a la radiofonía. Según los colegas locutores más antiguos, era poseedor de una gran voz y una vasta cultura, sobresaliendo también como animador y presentador de grandes fiestas sociales, como era costumbre en la Asuncion de antaño, que eran transmitidas por las emisoras de radio.


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