Luis Ríos - Fotos: gentileza

Enrique Abadíe es un músico, guitarrista, compositor e intérprete, con un sonido caracterizado por su expresividad y musicalidad fuertemente influenciado por el blues. Hace unas semanas lanzó su primer single titulado “Híbrido”. Un tema 100 % instrumental que propone una sonoridad agresiva, impredecible y espontánea. Esta es su historia.

La Villa Real de la Concepción, mejor conocida como Concepción, tiene un importante historial de músicos que hicieron a la cultura y a la canción paraguaya. Hilarión Correa, quien está considerado, con justicia, como uno de los mejores melodistas de la música popular del país, es concepcionero. Autor de obras como “La pasionaria”, “Che Paraguay” o “Che kamba resã jajai” lo colocan como un nombre importante.

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Luis Cañete, por su parte, fue otro concepcionero hábil ejecutante del bandoneón y arreglador de música popular para orquestas y banda, en la década de los años 70. Su producción abarca obras sinfónicas y populares como las canciones: “Jahe’o soro”, “Nde po’a jeguakara”, “Farra syryry”, “Canción del deportista”, “Clamor de ansiedad” y “Tu mirar”; los poemas sinfónicos “Sueño de artista”, “Patria mía”, “Asunción de antaño”, “Asunción, rohayhu” y “Matorral”, y la obra de cámara “Divertimento para cuerdas”.

Pero adelantémonos más en el tiempo, específicamente a unos años antes del 2000. Enrique nació un 7 de agosto de 1997 en esta ciudad: Concepción, Paraguay. Pasó toda su infancia y preadolescencia en la zona rural de la misma. “La infancia que yo tuve fue la mejor que pudieron darme mis padres. Yo crecí en una granja autosustentable a 18 kilómetros del centro de la ciudad de Concepción”, recuerda en contacto con La Nación.

Su día a día era compartir con sus padres y hermanas. “Verle a mi viejo llegar del trabajo para volver a trabajar en el campo al igual que mi mamá. Mis padres siempre fueron y son personas que trabajan mucho y los fines de semana, como cualquier familia, era compartir todos juntos los días de descanso hasta volver a arrancar la semana”, atesora el joven músico.

Durante su adolescencia, se mudó con su familia a la ciudad y tiene sus primeros acercamientos a la música escribiendo letras al estilo del rap gangsta que dominó la década de los 90. “Al mudarme a la ciudad lo que cambió fue que tuve un contacto más cercano con compañeros de colegio y amigos. Compartía con más gente, y empecé a tener una vida social más activa”, reconoce.

YOUTUBE LO CAMBIÓ TODO

Lo que parecía ser el inicio de una carrera al estilo de Wos o Trueno, cambió radicalmente gracias a un vídeo. “Recuerdo haber visto en YouTube un video de Steve Vai tocando en vivo ‘For the love of god’ y me pareció impresionante todo lo que hacía con la guitarra. Me deslumbró totalmente, cosa que no me había pasado con ningún otro instrumento, entonces desde ese momento decidí que eso es lo que quería hacer, tocar la guitarra para siempre”, asegura.

A partir de ahí, se sumergió en el instrumento. Influenciado por figuras como Slash y Steve Vai, inició sus estudios de guitarra en el Conservatorio Municipal de Concepción y empezó a tocar covers con sus amigos. “En aquel momento, solo estuve en pequeños proyectos de covers, todos muy momentáneos y poco profesionales. Nada muy relevante”, dice con humildad.

Su primer escenario fue la plaza Agustín Fernando de Pinedo, en el centro de la ciudad de Concepción. “Con unos amigos decidimos ir a tocar ahí para la gente que estaba en el lugar. Recuerdo que éramos dos guitarristas y un cantante, nada más. Enchufamos los equipos que conseguimos en la primera toma corriente que encontramos y empezamos a tocar, esa fue mi primera vez”, recuerda con mucho cariño sobre los inicios de esta aventura.

Años más tarde y motivado por figuras de la música paraguaya como Willy Chávez, Rolando Chaparro, José Villamayor y Gustavo Viera, tomó la decisión de expandir sus horizontes y seguir su camino como músico profesional. “Decidí dedicarme a la música como tal y de manera seria ya hace 6 años. Lo que me atrajo fue la curiosidad que sentía por saber cómo se hacía música, el por qué tal cosa sonaba como sonaba, como se elegían los ‘ingredientes’ para crear una canción”, recalca el instrumentista.

Se mudó a Asunción en el 2017 e ingresó al Conservatorio Nacional de Música. “A Asunción vengo en el 2017 decidido a estudiar música porque en mi ciudad si bien existe el conservatorio municipal, no era lo que me llenaba. Por suerte pude contar con el apoyo de mis padres para venir a entrar al Conservatorio Nacional de Música”, destaca.

Tuvo un trabajo previo en un Call Center, pero “por suerte tengo el apoyo de mis padres para dedicarme a la música 100 % como artista y estudiante. Luego pude ingresar a la UNA en la Licenciatura en Música. Todo en búsqueda de información que me ayude para poder componer y crear yo mis canciones”, detalla.

HÍBRIDO

Luego de muchos proyectos que no llenaron sus expectativas, la incomodidad de querer crear algo propio con lo que sentirse identificado y tener una voz, surge su primer single “Híbrido”, tema 100 % instrumental con una sonoridad agresiva, impredecible y espontánea. Se trata de una composición que fusiona géneros como el blues, funk, rock e invita a la improvisación.

El tema refleja la ansiedad por la creación musical, lo impredecible y espontáneo. “‘Híbrido’ es un paso a lo que siempre quise hacer, que es crear música. Es el resultado de insistir incansablemente en eso. Es el resultado de varias ideas que descarté a lo largo del tiempo hasta que por fin llegó una que sí me llenó como para decir, ‘Acá comienza mi proyecto’”, reflexiona. Abadíe logra transmitir estas emociones a través de su guitarra, con una entrega y una energía que cautivarán a los oyentes desde el primer momento. “Lo que me inspiro fue el hecho de justamente llegar al punto del hartazgo de estar en proyectos que no funcionan y buscar por fin yo mismo mi camino como artista”, subraya.

Con Rodrigo Portillo en el bajo y Vetner López en la batería, dicho proyecto busca la espontaneidad de la improvisación y la búsqueda continua de nuevas sonoridades. “La música instrumental, sea del género que fuera, es mucho más subjetiva que una canción con letras, ya que el mensaje no está explícito. En ese sentido siento que la música instrumental es mucho más libre a la interpretación del oyente, puede tener muchas más interpretaciones”, asegura.

Al mismo tiempo, con una fuerte inclinación hacia el blues y el jazz fusión, descubrió nuevas influencias y nuevos canales de expresión artística. “Hay que ser más meticuloso para componer un tema que llame la atención al oyente y que haga con que quiera volver a escucharla. A modo de opinión personal, creo que la música instrumental es mucho más libre que una con letra”, sostiene Enrique sobre su búsqueda artística.

Con este lanzamiento, este artista busca dar un importante primer paso en su carrera musical como compositor. Sobre el plan a futuro, dice que “La idea es lanzar dos singles más en lo que queda del año (o por lo menos uno más). En 2024 queremos comenzar a trabajar en un disco pequeño de 8 o 9 canciones también en formato trío y poder llegar a festivales como el AsuJazz o Jazz Sudaca con composiciones originales mías. Eso sería un sueño cumplido para mí a nivel local”, desea el joven instrumentista.

“Híbrido” fue grabado, mezclado y masterizado en Habana Studios por Anthony Carrillo con la colaboración de Rodrigo Portillo en el bajo y Vetner López en la batería. El arte de tapa estuvo a cargo de Álvaro Bernal.

PERSONAS ADECUADAS EN MOMENTOS CORRECTOS

Para un artista, hacer que su música sea escuchada es ya de por sí una tarea difícil, pero antes de que la música se extienda a sus potenciales fans, este necesita un buen equipo que trabajen juntos para lograr el mismo objetivo. En ese sentido, es importante hacer todo lo posible para conseguir rodearse de personas indicadas, que compartan la visión del proyecto para que puedan avanzar juntos en sus carreras musicales.

“En mi caso, por suerte pude dar con las personas ideales desde un primer momento gracias al hecho de estar en un contexto musical más académico. Cuando yo decidí materializar ‘Híbrido’, yo ya sabía a quiénes quería dentro de mi proyecto, porque a Rodrigo Portillo y a Vetner López ya los había escuchado tanto en la facultad como en el conservatorio y también ya habíamos tocado juntos”, dice Enrique.

En la misma línea, Abadíe agradece haber encontrado miembros con una gran ética de trabajo, impresionante talento musical y objetivos similares a los suyos. “Por eso fue bastante rápido todo, sobre todo por la calidad musical de ellos, que fue justamente la razón por la que cuento con ellos para mi proyecto, son excelentes músicos y maravillosas personas”, elogia sobre sus compañeros.

Ahondando más en la búsqueda, Abadíe está convencido de que en Paraguay existe el público para el jazz, el blues y la oferta nacional de esos géneros. “Lo que siento que pasa es que hay un teléfono cortado entre los artistas y el público en cuanto a la autopromoción de los proyectos musicales, siento que a la gente no le está llegando la información de dónde y cuándo hay conciertos, lanzamientos e inclusive jams”, opina.

Difundir la música hecha en Paraguay y saber que lo que se hace aquí está listo para trascender fronteras, circuitos de festivales y/o salas de conciertos es un gran desafío para diferentes estamentos que hacen a la cultura. “Lo ideal sería contar con mayor apoyo de parte de medios de comunicación y de las entidades pertinentes. Pero como no pasa, creo que la autogestión y autopromoción es el camino. Hay que hacerlo de la mejor manera que uno pueda como artista independiente”, afirma Enrique.

En esa línea, tanto el jazz como el blues tienen una historia larga con varios pergaminos en su haber. Pero es recién la organización para su debida promoción. “Celebro que existan festivales como el AsuJazz, el Jazz Sudaca, y esos dos festivales que suelen estar llenos de gente. Son el reflejo de que hay un público que quiere escuchar, quiere saber, quiere conocer, pero que, por alguna razón, no les está llegando la información necesaria”, subraya.

LA FORMACIÓN

En lo que hace a la capacitación y perfeccionamiento, Enrique Abadíe también señala falencias y limitaciones a la hora de educar a los músicos y futuros músicos que van a representar al país. “El estudiante de música, así como cualquier estudiante del país, sufre de la poca o nula inversión en educación que tenemos. Entonces generalmente los estudiantes que sobresalen es gracias a la capacidad autodidacta de cada uno, las condiciones económicas y las ganas de aprender”, sostiene.

La Licenciatura en Música dentro de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la Universidad Nacional de Asunción (FADA/UNA) surge a partir de la necesidad de cubrir un aspecto totalmente desatendido por el sistema universitario paraguayo. “Si bien la UNA y el Conservatorio Nacional cuentan con verdaderas estrellas en el plantel docente, el mismo programa de educación presenta grandes falencias con materias que son totalmente innecesarias e irrelevantes para la vida artística del músico”, lamenta el músico.

Aun así, ve una leve mejoría en cuanto a la capacitación. “Como estudiante de la carrera de música puedo decir que va mejorando a pasos de tortuga, dada las limitaciones con las que cuentan los institutos públicos como la UNA o el Conservatorio Nacional, y las limitaciones del estudiante para perseguir la carrera”, alega. A eso se le suma que miembros del Consejo Superior Universitario resolvieron parar todas las actividades de la UNA para exigir el cumplimiento de la Ley N.º 7050, que establece el presupuesto 2023 de la universidad.

Además de todas las reivindicaciones de nivelación salarial de cargos administrativos y docentes, hay mucho por hacer en esta carrera dentro de la universidad pública. “Tanto como si el estudiante de música se dedicara a la docencia o a otros rubros. A esto se suma la falta de infraestructura y obviamente la corrupción como cualquier organismo del estado”, cierra.

Enrique Abadíe es un nombre que hay que tener en cuenta en la escena musical actual. Con su estilo distintivo y su pasión desbordante, está destinado a dejar una huella en la escena de la música nacional. Su resaltable dedicación y su amor a la música se reflejan en cada nota de “Híbrido”, convirtiéndolo en un tema que no pasará desapercibido.



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