El grupo de islas e islotes de poco más de 5,5 km² es otro foco de tensión más entre China continental y Japón.

  • Fotos AFP

Las islas Senkaku, situadas en el mar de China Oriental, se encuentran a aproxima­damente 410 km al oeste de la isla de Okinawa, territo­rio japonés.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Japón ase­gura que “no existe nin­guna duda de que las islas Senkaku son claramente una parte inherente del territorio de Japón, a la luz de los hechos históricos y de acuerdo con el derecho internacional. De hecho, las islas Senkaku están bajo el control válido de Japón. No existe ninguna cues­tión de soberanía territo­rial por resolver con res­pecto a las islas Senkaku. Japón actuará firme y sere­namente para mantener su integridad territorial”.

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En enero de 1895, después de haber comprobado de forma rigurosa que no había señales de que las islas Senkaku habían sido gobernadas anterior­mente por ningún Estado, el Gobierno de Japón incor­poró las islas al territorio japonés de manera legítima bajo el marco legal inter­nacional que prevalecía en esa época.

Tras la incorporación de las islas al territorio japo­nés, ciudadanos japoneses se instalaron en las islas y establecieron negocios como la elaboración de bonito seco y la recolección de plumas de aves y en el lugar llegaron a vivir hasta más de 200 japoneses.

Desde un pesquero chino, los tripulantes lanzan botellas a un patrullero japonés en cercanías de las islas de Senkaku, en 1996

Pero al concluir la Segunda Guerra Mundial, y con el Imperio del Japón derro­tado en el conflicto, renun­ció a los derechos que tenía sobre estos y otros territo­rios, incluida la isla de Tai­wán, en el llamado Tratado de San Francisco, firmado en 1951.

Posteriormente, el acuerdo de reversión de Okinawa en 1972 devolvió el control de los territorios a Japón, entre ellas las islas Senkaku.

Los chinos continúan rei­vindicando desde la década del 70 a estas islas como parte integral de su terri­torio, algo que Japón aduce que se produjo solamente luego del hallazgo de yaci­mientos petrolíferos en la zona y además interesado en la cuestión del posi­cionamiento estratégico de estas islas, cerca de las rutas de navegación marí­tima.

CHINA NUNCA PROTESTÓ

La Cancillería japonesa explica que “el Gobierno chino nunca protestó con­tra la soberanía japonesa sobre las islas Senkaku durante 75 años aproxima­damente tras la incorpora­ción de las islas al territorio japonés en 1895. Esto cam­bió en los años 70, cuando se dedicó especial aten­ción a las islas por la posi­ble existencia de reservas de petróleo en el mar de China Oriental”.

Mientras que para Japón no existe ninguna cuestión de soberanía territorial que resolver en relación con las islas Senkaku, los chinos apuestan por el statu quo, pero no cesan sus activida­des en cercanías del lugar.

Cada vez que los barcos de la Guardia Costera de China invaden las aguas territoria­les de Japón, los patrulleros japoneses en el lugar les exi­gen que se vayan y, al mismo tiempo, el Gobierno japonés rápidamente presenta una fuerte protesta contra el Gobierno chino a través de canales diplomáticos, exi­giendo enérgicamente que los barcos se vayan inmedia­tamente y que China impida que un incidente similar vuelva a ocurrir.

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