En este diálogo con Augusto dos Santos para el programa “Expresso”, emitido por GEN/Nación Media, el próximo conductor de la República del Paraguay, Santiago Peña, habla durante un recorrido en automóvil de la visión política y técnica que aplicará durante su periodo de gobierno, que se inicia el próximo 15 de agosto con altas expectativas de mejoramiento de la gestión pública para lograr el despegue rumbo al desarrollo otorgando lugar prioritario a la formación de capital humano.
Fotos: Nadia Monges
–ADS: ¿Te gusta manejar, Santi?
–SP: Me encanta, disfruto mucho.
–Eso tiene mucha relación con un asunto bastante importante de la gestión, como es el liderazgo.
–Yo me encuentro hoy en una posición de ser el presidente electo más joven de la transición con 44 años, pero por otro lado probablemente soy la persona con mayor experiencia en materia de política pública y te diría no solamente de la transición, sino probablemente de la historia del Paraguay. Y esa es una doble responsabilidad para mí, porque yo tengo que imprimirle el conocimiento, la ciencia que hay a través de la política pública, pero también con una visión política para viabilizar eso. Yo me siento orgulloso de eso, del saber escuchar, pero el saber decidir también, de tener la paciencia, la tolerancia de saber que todos tenemos derecho a tener posiciones y opiniones diferentes, porque todos somos parte de una historia diferente. Pero finalmente como presidente de la República hoy tengo el mandato popular de ejercer esa democracia representativa que tenemos hoy en el Paraguay.
SABER ESCUCHAR
–Hablando de saber escuchar. ¿Cuánta importancia le adjudicás al pensamiento de tu equipo en las decisiones que vas a tomar?
–Fundamental. Yo estoy rodeándome de gente con un pensamiento crítico, con una altísima preparación académica, pero también con conocimiento de calle. Para mí es un tema súper importante. Muchas veces no son solamente los títulos académicos, sino esa combinación del saber y el conocer. Y eso uno lo aprende en la calle, la escuela de la vida muchas veces es la escuela más importante. Así que busco una diversidad de pensamiento y un pensamiento crítico, pero obviamente compartir una visión de país, de un país que ya fue grande, que quiere volver a ser grande, de una república con sus diferentes pesos y contrapesos que tiene un modelo republicano. En ese sentido no hay ninguna duda. Todos creemos que la democracia, por más imperfecta que sea, es por lejos el mejor sistema político. Tenemos que apuntar las libertades, tenemos que apuntar un Estado presente en aquellos roles que son fundamentales del Estado. Y luego obviamente tenemos a aquellos que tienen más experiencia en el campo político, otros más experiencia en el campo técnico, pero sí una visión muy amplia y con una visión con gran rostro social.
–¿Qué sentís que le debés a tus padres con relación a la construcción de todo este camino?
–Yo le debo todo a ellos. A mi familia, a mis padres, hermanos, a Leti, que ha sido mi gran compañera a lo largo de la vida porque llevamos más de 26 años juntos. Yo no puedo disociar mi presente de lo que ha sido mi pasado y mi historia. Entonces, claro que pienso muchísimo en mi padre, una persona honrada, honesta, decente. Es una persona apasionada como yo, que ama la historia, que es parte de una historia rica. Su padre fue un gran historiador, Manuel Peña Villamil. Escribió sobre la historia del Paraguay, sobre la historia de la diplomacia, sobre el Paraguay de Carlos Antonio López, el Paraguay de José Gaspar Rodríguez de Francia. Entonces, una familia de una rica historia, pero cada uno tenemos la responsabilidad de escribir nuestro propio capítulo de esa historia. Así que realmente significa muchísimo mi madre, que también es probablemente de quien más ha heredado el carácter, una luchadora, ama de casa, que crió a tres varones. Dificilísimo criar a tres varones, pero ha sido realmente un pilar fundamental de la familia. Hasta hoy disfruto de ella y su pedido siempre es que mantenga los pies en la tierra.
–¿Tu esposa y tus hijos son conscientes de que tener un esposo y un papá presidente no es un camino fácil?
–Son conscientes. De alguna manera también la vida nos ha ayudado a prepararnos. Creo que el primer intento de 2017 fue muy aleccionador. Ninguno estaba preparado, por más que yo me sentía capaz de enfrentar el desafío desde el punto de vista profesional, pero claramente no tenía la experiencia política. Lo mismo le pasó a Leti, a Constanza, que tenía apenas 12 años en ese entonces, era una niña. Gonzalo, que estaba recién saliendo de la adolescencia, con 20 años, claramente fue muy difícil para él. Y ahora nos encontró a todos mucho más fuertes. Gonzalo ya hoy casado, formando una familia. Constanza terminando el colegio. Y Leti también en una posición diferente. Pero todos sabemos de la dificultad y tenemos la responsabilidad de apoyarnos entre todos.
EFICIENCIA Y COORDINACIÓN
–¿Qué va a cambiar en el enfoque de la lucha contra la pobreza respecto de lo que tenemos hasta hoy?
–La dinámica que queremos imprimirle es que nosotros tenemos que hacer que el Estado sea mucho más eficiente. La Constitución del 92 fue importante, se crearon muchísimos órganos extrapoderes, pero en realidad en lo que respecta al Poder Ejecutivo empezó recién en la década del 2000. En 2003 empezamos a ver una red de protección social, una expansión del sistema de salud y educación. Y eso creció a lo largo de estos 20 años un poco de manera desordenada. Entonces, hoy lo que nosotros necesitamos es reordenar, reorganizar, reenfocar. Entonces hay que tener el sentimiento de que el Estado es uno, no es que yo voy a una institución y se maneja como un Estado independiente. No, todos somos parte de un engranaje. Y ahí es donde radica una fortaleza a la cual yo me siento confiado, que es conocer el funcionamiento del Estado. El haber sido ministro de Hacienda me llevó a mí tener que sumergirme en las entrañas de la burocracia pública. Y para decirle a un ministro o a un director de un ente que no le iba a dar más presupuesto porque todos piden presupuesto, yo tenía la obligación de saber qué hacía cada una de esas instituciones. Entonces, hoy nadie va a poder venir a engañarme a mí y decirme “yo necesito más presupuesto” cuando yo ya sé que hay una multiplicidad y hay varias instituciones que están haciendo lo mismo y ninguna realmente cumple con ese objetivo.
–¿En qué medida en estas políticas de lucha contra la pobreza va a servir sintetizar en un sitio lo que estaba disperso en varios lugares?
–Pongamos el ejemplo del Ministerio de Desarrollo Social, que primero era una secretaría. En este gobierno se jerarquizó a un ministerio, pero a pesar de tener la responsabilidad, hay programas sociales que no lo administran. Por ejemplo, el programa de adultos mayores en situación de pobreza extrema, ese programa tiene que ser parte del Ministerio de Desarrollo Social. O el trabajo que hacen ministerios como el Ministerio de Agricultura y Ganadería, que es básicamente apoyo alimenticio para familias en situación de pobreza. O sea, hoy tenemos ministerios que están haciendo asistencialismo cuando el Ministerio de Desarrollo Social debería ser la única herramienta que hace el Estado para poder llegar transversalmente a todos los sectores vulnerables. Entonces, creo que ese es un ejemplo de cómo se puede ganar en eficiencia, para lo cual también las personas, no solamente darle el rol legal, sino también las personas que tengan la sensibilidad y también la jerarquía política para poder movilizar a otras instituciones del Estado.
EDUCACIÓN
–En educación elegiste el camino más difícil, pero el que tiene mayor consenso, volver a tener un ministro técnico.
–Quiero realmente que se entienda que la educación no es un tema menor, es probablemente la política pública más importante. Entonces claramente todos los designados van a tener que demostrar que no solamente tienen el conocimiento técnico, sino que tienen también la carrocería y la espalda política para gestionar un cargo político. Yo llegué al Ministerio de Hacienda como un técnico que venía del Banco Central, pero tuve que desplegar, aprender, desarrollar aptitudes políticas para estar en un cargo político.
–El único cambio posible mirando al futuro es la educación. No hay duda de eso.
–Y ahí también el concepto fue armar un equipo, porque no solamente traer a Luis Ramírez como ministro, sino también poner a una persona como Federico Mora en lo que es la educación superior. Federico fue un compañero mío en el Ministerio de Hacienda con el programa de becas Carlos Antonio López y trabajamos muchísimo en cómo mejorar el abordaje público de la educación terciaria. Así que él va a ser también un gran compañero y ha demostrado ampliamente que tiene las aptitudes, no solamente técnicas, sino también las aptitudes políticas para administrar intereses, porque de eso se trata. Todos tienen de alguna manera un interés y el actor político tiene que tener la capacidad de viabilizar políticamente lo que ordena técnicamente la teoría.
–Cuando hablabas en la campaña de plata en el bolsillo, ¿cómo se pasa de una idea, un paradigma que termina siendo un mal derrame a una política de buena irrigación?
–Plata en tu bolsillo es una expresión popular de algo que tiene una base científica que es incuestionable. El Paraguay ha avanzado a lo largo de los últimos 30 años, el Paraguay de hoy es un Paraguay mucho mejor que el que teníamos en la década de los 90, pero a pesar de esos avances no se siente eso en los sectores de menores ingresos. Entonces, esta es la crítica que hacemos todos, pero anteriormente yo la escuchaba mucho hacia mi gestión, que es que estamos cansados de escuchar la buena macro, pero que no llega al bolsillo de la gente, a la buena micro. Y tenemos que hacer todos un esfuerzo de tomar medidas que tengan en consideración el bolsillo de la gente, porque la teoría del derrame, que es efectivamente la correcta, no es suficiente, es una condición necesaria, pero no es suficiente para hacer que realmente se sienta en el bolsillo de la gente, tenemos que hacer más. ¿Y qué es hacer ese algo más? Mejorar el transporte público, porque si mejoramos el transporte público, la gente puede pasar más tiempo en su casa o más tiempo trabajando, bajar el costo de la canasta básica, para lo cual tenemos que mejorar la gestión en Petropar, que se vuelve un actor importante en la política pública, no para distorsionar, no para subsidiar, sino para generar competencia en beneficio de los paraguayos. Lo mismo ocurre con el gas de uso doméstico. Todo esto contribuye a que el ciudadano pueda tener más plata en el bolsillo. Y, por supuesto, la generación de 500.000 empleos va a hacer que haya circulante en la calle y si hay circulante, la gente va a tener más plata en el bolsillo.
TRANSPORTE
–Lo del transporte me parece un tema relevante. ¿Y qué pasa con Taiwán al respecto?
–Taiwán ofrece toda su experiencia, todo su conocimiento. Ahora, nosotros no podemos pretender que vengan a solucionar nuestros problemas de afuera. Hay una parte que tenemos que hacer nosotros. ¿Y qué es lo que hoy tenemos que hacer? Hoy tenemos que construir sobre los cimientos que venimos ya desarrollando. El billetaje electrónico es un gran avance porque no podemos planificar si no tenemos información. Hoy tenemos información. Hoy sabemos dónde está el tráfico, sabemos dónde no hay oferta, dónde la gente está esperando horas. Hay una situación donde hay muchas empresas, muchas de las cuales son deficitarias, por que las rutas ya no son rentables, porque el flujo migratorio de la ciudad se fue yendo hacia algunos polos de desarrollo en detrimento de otros. Hoy, con base en esa información, tenemos que sentarnos y plantear las nuevas rutas, los nuevos trayectos. Y sobre eso nosotros podemos salir a plantear ahora renovar toda la flota con la posibilidad de financiar a 15 años una nueva flota de vehículos que podrían inclusive ser vehículos eléctricos. Ese es un avance tremendo, pero no lo podemos hacer sobre la base de empresas que tienen rutas que son totalmente ineficientes. Entonces esa es la parte que hoy queremos trabajar y le pongo mucha esperanza a la ministra de Obras Públicas y Comunicaciones, que es de formación ingeniera civil, pero que trabajó mucho en temas de transporte público en otros países y tiene también experiencia a nivel local.
–A propósito de rutas, ¿cuál va a ser el paradigma de un presidente que no tiene su propia planta de asfalto?
–Que vamos a poder tener una mirada más amplia al desarrollo y que el asfalto es importante, pero no puede ser la prioridad. Creo que tenemos que rebalancear nuestra mirada sobre la inversión pública, agua y saneamiento, aclarando que no tengo ninguna empresa de agua y saneamiento, pero agua y saneamiento debería ser una prioridad, creo que también el acceso a la vivienda es un tema central. Tenemos un programa, Che Róga Porã, que creemos que puede ser realmente emblemático porque esto es mano de obra para la construcción, seguridad para los niños, ahorro para los padres, inclusión financiera, capitalización. Realmente hay innumerables beneficios que se generan a través de una sola política y hoy tenemos a disposición de alguna manera todas las condiciones para poder llevar adelante ese programa.
SALUD
–¿Cuál es tu mirada respecto de cómo debe ser la política en salud?
–La visión es no solo encontrar una persona al frente del ministerio, sino conformar un equipo que pueda trabajar en esto. La tarea es enorme. Podemos hablar horas de la gran problemática de salud y el desafío que tiene, pero estoy convencido de que se puede, nosotros podemos tener un mejor sistema de salud. Y ahí, similar como ocurre con el transporte público, la información es fundamental. Y el país que tiene probablemente uno de los mejores sistemas de información y que ya nos está ayudando es Taiwán. Sobre la base de expandir un sistema de información de salud pública, que hoy ya tienen 200 instituciones, nos van a permitir tener más y mejor información y sobre esa base vamos a poder tomar más y mejores políticas públicas en el ámbito de la salud.
–¿Cómo te llevás con los medios?
–Superbién. Tomo la crítica siempre como la gran oportunidad para intercambiar opiniones diferentes. Me encanta, me apasiona eso, lo he disfrutado a lo largo de los últimos años en diferentes ámbitos y lo seguiré haciendo. El problema de la censura no es un desafío de nuestro tiempo, de nuestra generación, esto es de la humanidad. Y ese desafío ha ido mutando a lo largo de la historia. Y hoy nos estamos enfrentando a nuevas formas de censura. Yo hablé en la campaña que yo iba a enfrentar una agenda globalista. ¿Y qué es la agenda globalista? La agenda globalista habla de aquellos países, las economías centrales, el grupo de los siete, que prefieren, en vez de lidiar con 200 países, tener que lidiar ellos en una mesa de siete países. La Unión Europea aplica esto para todos los países de la Unión Europea. Naciones Unidas aplica el “nosotros decidimos” en el Consejo de Seguridad y eso tiene que ser ley para todos. Esa es una pérdida de soberanía para nuestros países. Entonces nosotros no podemos aislarnos de un mundo integrado, nosotros tenemos que integrarnos a un mundo, pero nosotros tenemos que defender nuestra identidad.
INTEGRACIÓN
–Hay una foto que tiene una profundísima semiótica, la que saliste con el presidente brasileño Lula da Silva, en la que se los ve absolutamente complementados.
–Fue probablemente uno de los grandes desafíos que yo me impuse. En esa visión que yo tengo de un Paraguay desarrollado, moderno, un Paraguay que avanza y que mejora la calidad de vida, tenemos que sacar al Paraguay del aislamiento, tenemos que integrarnos al Paraguay. ¿Y por dónde comienza ese proceso de integración? Comienza por la octava economía más grande del mundo, comienza por nuestro principal socio comercial, nuestro socio en un emprendimiento fenomenal como es la Itaipú. Cuando yo recibo el llamado del presidente Lula un día después de haber sido electo, el 1 de mayo, yo le digo “presidente, para mí va a ser fundamental construir una relación con usted de respeto, pero de afecto y de una visión compartida del Paraguay, del Brasil y del mundo”. Y le dije que quiero ir a visitarlo y quiero que el primer lugar que visite sea su oficina en Brasilia. Así lo hice y para mí es un desafío que una persona joven de 44 años, sin mucha experiencia, tener que enfrentar a un presidente que tiene casi 80 años, es presidente por tercera vez, o sea, realmente es una figura que te puede gustar, puede estar más inclinado a la derecha, pero yo particularmente me autoimpuse algo. Yo no voy a mirar ni a la izquierda ni a la derecha, yo voy a mirar hacia adelante, que es lo mejor para los paraguayos. Yo creo que ese discurso doctrinario, ese discurso ideológico, dogmático, le ha hecho mucho mal a la integración de las Américas. A él claramente le sorprendió mi posición muy pragmática en cuanto a Venezuela, en cuanto a otros países y apostar a un proceso de integración y también claramente mi ánimo de poder ser respetuoso con cada uno y no entrar simplemente a concentrarnos en nuestras diferencias.
–¿Cómo estás viendo lo que sucede en el Partido Liberal Radical Auténtico?
–Y miro con preocupación. Creo que para la democracia es un problema un partido centenario como el Partido Liberal que no pueda ser generador de nuevos talentos, que hay abundantes en el Paraguay. La pregunta es ¿a dónde está yendo ese talento? Y cuando vemos una ausencia de renovación, esta crisis política, que es una crisis a nivel mundial, los partidos políticos están enfrentando crisis tremendas. Si nosotros miramos lo que ocurre en Perú, lo que ocurre en otros países, claramente es una crisis de partidos políticos. El Partido Colorado, y yo soy prueba de eso, ha abierto las puertas, ha renovado. Si nosotros miramos los diputados, senadores, lo que han sido juntas municipales y juntas departamentales, gobernadores, muchos gobernadores jóvenes, muchos intendentes jóvenes. Entonces creo que claramente ha habido un proceso de oxigenación política, que me gustaría ver en el otro partido también tradicional, me gustaría ver en otros espacios políticos.
–¿Cuál es tu visión respecto a las políticas en materia de cultura?
–Un Paraguay más desarrollado, un Paraguay más moderno, no puede hacerse de espaldas a nuestras tradiciones, a nuestra cultura. Creo que uno de los grandes activos que tenemos como sociedad es nuestras raíces guaraníes. Más allá de que la población de pueblos originarios es una población pequeña, nosotros no podemos negar que en nuestra sangre y en nuestra cultura está la cultura guaraní. Creo que en eso hay una enorme fortaleza que nosotros la tenemos que preservar y tenemos que defenderla con muchísimo orgullo. Nosotros de repente somos muy críticos con aquellos paraguayos que les cuesta expresar en español, pero finalmente son paraguayos que con su idioma guaraní me dan una sana envidia. Entonces nosotros tenemos que revalorizar y jerarquizar. El problema de expresión no es una cuestión idiomática, es una cuestión de la educación. Nosotros no tenemos que confundir educación con cultura. Nosotros podemos tener un pueblo muy educado, pero que no tiene cultura. Yo sí creo firmemente que tenemos que cuidar ese aspecto y no creer que eso funciona nomás porque sí. Hay que hacer que ocurra.
–En los grupos mediáticos y en la oposición hay una especie de apuesta sobre cuándo vas a romper con Horacio Cartes.
–Primero que nada entender que es lógico que ellos quieran una división al interior del Partido Colorado, ya sea al interior del movimiento o con otros movimientos del Partido Colorado, porque obviamente lo que se observó el 30 de abril fue realmente un resultado único. Nunca antes el Partido Colorado había conquistado tantas gobernaciones, tantos cargos en el Senado y en diputación y eso fue un resultado devastador para ciertos sectores de la sociedad, principalmente partidos políticos minoritarios. Así que creo que ellos tienen toda la razón para apelar a esa estrategia, pero nosotros seríamos muy tontos si creemos que ese es el destino que nosotros tenemos que seguir. Nosotros tenemos que seguir fortaleciendo el beneficio de todos los paraguayos, seguir trabajando con mucha tolerancia y con mucha dedicación sobre los grandes problemas, pero también tenemos que entender que para viabilizar todo lo que tenemos en mente para hacer, lo tenemos que hacer políticamente. Y lo lógico es hacerlo dentro del espacio político del cual nosotros nos representamos y a partir de ahí salir a buscar. A ciertos espacios políticos y a ciertos sectores de la prensa les encantaría que nosotros estemos enfrascados en nuestras peleas internas y no dedicados a resolver los problemas de la gente.
IDENTIDAD
–Sobre agendas controversiales como el matrimonio igualitario decías que la Constitución no lo permite, por lo cual no está agendado, pero también decías que el derecho de las personas es una cuestión absolutamente innegociable.
–Así mismo, está en la misma Constitución la defensa de los derechos humanos y los derechos de las personas. Creo que también esto tenemos que entender, no tenemos que ser ingenuos, que hay agendas a nivel internacional y lo que de repente es globalmente aceptado es domésticamente rechazado. No porque en otros países las constituciones permitan el matrimonio igualitario nosotros tenemos que salir corriendo a aprobar eso. En nuestra Constitución eso está prohibido y lo mismo la defensa de la vida desde su misma concepción. Entonces creo que nosotros tenemos que no entrar en esa discusión que quiere llevarnos a que los paraguayos no respetamos los derechos. No, nosotros respetamos los derechos, pero tenemos un ordenamiento jurídico que establece que la familia y el matrimonio en particular es la unión entre un hombre y una mujer. Entonces puede haber gente, sectores que les gustaría algo diferente, pero eso no está en discusión, está en el ámbito constitucional. Yo creo que aquel que no tiene identidad está condenado al fracaso. Y la identidad política nosotros tenemos que defenderla, tenemos que sentirnos orgullosos de la identidad política. Entonces, ciertamente, el tema de la identidad política es un tema que no se puede olvidar. Entonces, ciertamente, es fundamental, creo que el no perder la capacidad de escuchar es fundamental en esto. Creo que los presidentes por momentos son víctimas de los corralitos y ese corralito le lleva a alejar de aquellos sectores que realmente fueron los que lo ayudaron a llegar. Yo siempre digo que yo quiero tener ese contacto.
–Es muy importante también que los presidentes no se sientan obligados por el hecho de que determinadas participaciones políticas lo convirtieron en presidente, porque cuando es presidente, es presidente de todos los paraguayos.
–Es un equilibrio, es más un arte que una ciencia. Nadie te puede decir matemáticamente esto es lo que vos tenés que hacer. Este es el arte de gobernar y claramente como aquel que trata de construir una palabra o un prestigio personal, uno tiene que ser condescendiente con lo que uno dice y luego lo tiene que hacer. Porque si yo traiciono a aquellos que me ayudaron, ¿qué indica que no le voy a traicionar a mis nuevos aliados? Si yo me mantengo fiel con aquellos con los que trabajé inicialmente, esa es una carta de presentación para el día de mañana cuando tenga que construir una nueva alianza o un nuevo proyecto. Así que creo que tenemos que acostumbrarnos a tener palabra y a cumplir esa palabra.
–¿Y respecto al fomento de las artes?
–Ciertamente es un tema que me apasiona. Con Leti tenemos un compromiso de apoyar a las artes, a la cultura. Leti mucho más, ya que es arquitecta de formación, así que conoce mucho más. Hay un interés genuino de poder apoyar. Hay cientos de miles de empleos que se pueden generar a través de la economía naranja, el entretenimiento, la cultura. El revitalizar el casco histórico de Asunción, que también es un largo anhelo de varios administradores de gobierno. Esto lo hablo constantemente con el intendente de Asunción. Entonces, me interesa muchísimo y la idea es en las acciones, en los gestos, poder revalorizar. De hecho, quiero también adelantar un poco, no sé si a nivel de primicia, creo que ya algo se sabe, que la noche del 15 de agosto, tomamos la decisión de hacer un evento popular, masivo, cultural, para poder realmente celebrar no solamente el inicio de un nuevo periodo, sino también celebrar nuestra cultura, celebrar Asunción, que está también de cumpleaños. Va a ser un espectáculo único, abierto a todo el público, para que pueda ir y disfrutar de grandes artistas paraguayos.
LEGADO
–¿Cuáles son tres legados que quisiera dejar al finalizar su mandato?
–El principal es un cambio cultural en el sentido de cómo nosotros los paraguayos nos proyectamos, que nosotros entendamos que el Paraguay tiene un destino de grandeza. Los paraguayos ya fuimos una nación grande y próspera, y la historia fue dura con nosotros. La guerra, los conflictos. Entonces, hoy tenemos que recuperar realmente esa garra guaraní que nos permita unirnos en una causa común, que es ver a un Paraguay desarrollado. Y eso va a permitir que, no importa quién sea el presidente, no importa quiénes sean las autoridades electas, va a tener un pueblo con hambre de gloria. Y eso va a ayudar a que el país pueda mejorar. El país no cambia por la llegada de un presidente. Los países mejoran cuando la sociedad en su conjunto estira el carro en una misma dirección. Me gustaría ver en los próximos cinco años una eliminación de la pobreza, que ningún paraguayo pase hambre. Que hayamos cambiado la matriz productiva y empecemos a transitar hacia un Paraguay más industrializado, de alto valor y tecnología insertado al mundo. Esas son algunas de las ideas que a mí me gustaría visualizar en los próximos años.
“El país no cambia por la llegada de un presidente. Los países mejoran cuando la sociedad en su conjunto estira el carro en una misma dirección. Me gustaría ver en los próximos cinco años una eliminación de la pobreza, que ningún paraguayo pase hambre. Que hayamos cambiado la matriz productiva y empecemos a transitar hacia un Paraguay más industrializado, de alto valor y tecnología insertado al mundo”.
“La dinámica que queremos imprimir es que nosotros tenemos que hacer que el Estado sea mucho más eficiente. Lo que nosotros necesitamos es reordenar, reorganizar, reenfocar. Entonces hay que tener el sentimiento de que el Estado es uno, no es que yo voy a una institución y se maneja como un Estado independiente. No, todos somos parte de un engranaje”.