Una investigación sobre los guaranismos hallados en el castellano hablado, especialmente en el territorio nacional, pone de relieve la valiosa impronta dejada por la lengua nativa en un idioma hablado por casi 500 millones de personas alrededor de todo el orbe y cuyo contacto ha propiciado en el Paraguay la creación de una nueva variante lingüística.

  • Por Arnaldo Casco Villalba
  • Fotos: Gentileza

La coexistencia entre el guaraní y el caste­llano durante ya casi 500 años ha provocado una peculiar realidad lingüís­tica dando espacio incluso a la variante conocida como jopara (mezcla del guaraní con el castellano) que, lejos de perjudicar a la lengua nativa, la ha enriquecido al punto de ser la variante más difun­dida y utilizada por los ver­daderos dueños de la lengua, los hablantes. Pero no solo el guaraní ha incorporado en su léxico cientos de vocablos provenientes del castellano, sino que los préstamos lin­güísticos han sido recíprocos.

En este sentido, desde la Dirección General de Inves­tigación Lingüística de la Secretaría de Políticas Lin­güísticas se ha realizado recientemente un estudio titulado “Guaranismos en el ‘Diccionario del castellano paraguayo’ y el ‘Dicciona­rio de la lengua española’”, tarea que arrojó interesantes datos sobre la presencia viva del guaraní en el castellano, especialmente en el territo­rio nacional, donde coexisten ambas lenguas desde la llegada misma de los coloni­zadores españoles en tierras guaraníes, hace casi cinco siglos.

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El “Diccionario del castellano paraguayo” (DCP), un trabajo publicado en 2017 por la Aca­demia Paraguaya de la Len­gua Española, representa un corpus lexicográfico de apro­ximadamente 4.074 términos y 687 locuciones, de los cuales se han constatado un total de 243 palabras provenientes de la lengua guaraní, sumados los vocablos que fueron decla­rados como originarios del guaraní, así como las palabras que no llevan la marca etimo­lógica de la lengua nativa.

Equipo técnico de la Dirección General de Investigación Lingüística de la SPL integrado por Celeste Fleitas Guirland, Abelardo Ayala Rodríguez, Zulma Trinidad Zarza y Esmilse Ramírez de Giménez

De los 243 guaranismos hallados en el DCP, son 111 los que aparecen con la marca etimológica guaraní, con tres asignaciones distintas: “Del guar.”, “Voz guar.” y “De or. guar.”. Algunos ejemplos de este grupo son: aguará, ananá, aopoí, caigüé, can­güeró, caracú, catinga, curu­vica, pororó, yacaré, etc. Como se podrá observar, la escritura es adaptada al sis­tema lingüístico de la lengua receptora.

Los 132 términos provenien­tes del guaraní restantes no contienen la marca etimo­lógica del idioma original; por eso, estos fueron coteja­dos en un corpus lexicográ­fico del idioma guaraní para comprobar el origen de las palabras en fuentes fidedig­nas como el “Diccionario de la lengua guaraní”, de la Aca­demia de la Lengua Guaraní del Paraguay.

Algunos ejemplos de esta larga lista de guaranismos encontrados en el DCP y que no poseen la marca que proviene del guaraní son: tarumá, taguató, tacuruzal, pirí, pirayuense, pacurí, pacú, machú; incluso las onomato­peyas de origen guaraní como guarará, tereré, etc.

De este grupo, muchos voca­blos presentan variantes ortográficas mínimas como “chiricoé=chiricote” (ave), “guasuvirá=guazubirá” (venado), “guavirá=guabirá” (árbol), “guaviyú=guabiyú” (árbol), “guayayví=guayaybí” (árbol), “petereby=peterevy” (árbol), “quivevé=kivevé” (comida), “suindá=zuindá” (lechuza), “tacurusal=ta­curuzal” (nido de termitas), “yaguarundi=jaguarundí” (planta y animal), etc.

SEGUNDA FASE DE LA INVESTIGACIÓN

La investigación tuvo una siguiente fase y consistió en el análisis comparativo entre ambas listas de guaranismos encontrados en el DCP con los guaranismos hallados en el “Diccionario de la len­gua española” (DLE), versión digital de 2021. Aquí, de los 111 guaranismos del DCP con marca etimológica propia de la lengua originaria, contras­tados con los guaranismos encontrados en el DLE, die­ron como resultado un total de 56 guaranismos registra­dos en el diccionario de la Real Academia Española.

La mayoría de los guaranis­mos encontrados en el DLE llevan la marca diatópica de un país determinado, en muchas de ellas Arg. (Argen­tina); este país comparte, en muchos casos, con otro país como Ur. (Uruguay), por ejemplo, u otros países en los que figura la marca geográ­fica Par. (Paraguay). Figuran también entradas de vocablos en los que aparecen solo las marcas geográficas Arg. y Par.

Se observa, así como en el DCP, en la lista del DLE una misma entrada de palabras con dos variantes ortográfi­cas, con el mismo significado: “acutí/agutí” (mamífero roedor), “camuatí/camoatí” (avispa), “capibara/capi­guara” (carpincho), “yagua­reté/jaguareté” (jaguar). Una palabra incluso presenta tres variantes de escritura, es el caso de “suruví/surubí/zurubí” (un tipo de pez de río), etc.

De los 132 guaranismos hallados en el DCP pero sin la marca etimológica gua­raní, 40 forman parte del DLE, entre ellos están: pacú, tacuara, pindó, arasá, aguaí, tarumá, etc. De la lista de 40 términos hallados en el DLE, 17 figuran con su res­pectiva asignación de marca etimológica correspondiente a la lengua guaraní; es decir, declarados que tienen origen guaraní.

Hay palabras con una sola grafía en el DCP como “arasá”, “caaminí”, pero que figuran en el DLE con dos varian­tes ortográficas, en entra­das independientes y con el mismo significado: “arasá/arazá” (guayaba), “caaminí/caminí” (variedad de yerba mate), etc.

Se constata, asimismo, el caso de una palabra con una sola grafía en el DCP como el voca­blo “aguaí”, con varios signi­ficados, pero que figura en el DLE con dos variantes orto­gráficas “aguaí/aguay” y un solo significado.

Acto de entrega de los resultados de la investigación de la Secretaría de Políticas Lingüísticas a la Academia Paraguaya de la Lengua Española (APLE)

ALGUNOS GUARANISMOS COMO ARGENTINISMOS

Algunos términos prove­nientes de la lengua guaraní incorporados en el DLE figu­ran como originarios de Arg. (Argentina). Un caso es el guaranismo “bacaray/vaca­ray/vacaraí”, con su peculia­ridad de registrar tres formas de escritura. Este término es propio del vocabulario gua­raní paraguayo con el signi­ficado de la etimología regis­trada “cría de la vaca” y no, precisamente, con la acep­ción “ternero nonato”, como se define en el diccionario mencionado.

Otro caso es el vocablo “cay/caí” (mono), citado en el DLE como origen guaraní, pero que figura como referencia de país la Argentina (Arg.); sin embargo, es un léxico propio del guaraní paraguayo “ka’i”. Lo propio sucede con el voca­blo “mandí”, que está como “Voz guar.” de la Argentina; en Paraguay se usa en el léxico del guaraní paraguayo como “mandi’i”.

Cabe resaltar que de 23 gua­ranismos que aparecen en el DLE sin la marca etimoló­gica guaraní, solo seis están registrados con la marca geo­gráfica de Paraguay (Par.); el resto figura principalmente con la marca Arg. (Argentina).

CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE LA LENGUA GUARANÍ

Algunos aspectos muy pro­pios del guaraní, especial­mente en el plano fonético y, por ende, en la escritura son reflejados también a la hora de graficar los guaranismos incorporados en los dos dic­cionarios de la lengua espa­ñola analizados; por ejem­plo, el sonido de la “y” o “h” del guaraní, las letras nasa­les, o el apóstrofo (’), cuyos sonidos son extraños para el español, desembocando en un conflicto o dificultad a la hora de representar gráfi­camente, y con la particula­ridad de que reemplazando una vocal nasal por una oral, o una “i” por una “y”, en guaraní cada palabra puede adquirir un significado muy distinto.

Un ejemplo es el vocablo “tupá”, que no está en corres­pondencia con el significado consignado en el “Dicciona­rio del castellano paraguayo”, que define como “Dios entre los guaraníes”, teniendo en cuenta que la palabra correcta en guaraní es “Tupã”, y que “tupa” –con la “a” oral tónica–, tal como se registró en el DCP, en guaraní signi­fica “cama”.

Sin embargo, en el mismo DCP figuran también en letra cur­siva y grafía propia del gua­raní siete guaranismos: gua’u (Voz guar.), ñandypa (Voz guaraní), ñangapiry (Voz guaraní), ñembotavy (Voz guaraní), yvahái (Voz guar.), yvapuru (Voz guar.), yvyraro (Voz guar.). Como se observan, estos términos están registra­dos respetando la grafía pro­pia de la lengua de origen.

A modo de cierre cabe des­tacar las abundantes y ricas informaciones adicionales que se pueden explorar y ana­lizar a partir de este trabajo de investigación que, en defini­tiva, es un significativo aporte para la reflexión ante posibles futuros trabajos lexicográfi­cos, teniendo en cuenta la importancia de considerar a la lengua guaraní como un elemento vital de la identidad y de la soberanía lingüística paraguaya.

“La coexistencia entre el guaraní y el castellano durante ya casi 500 años ha provocado una peculiar realidad lingüística dando espacio incluso a la variante conocida como jopara (mezcla del guaraní con el castellano) que, lejos de perjudicar a la lengua nativa, la ha enriquecido al punto de ser la variante más difundida y utilizada por los verdaderos dueños de la lengua, los hablantes. Pero no solo el guaraní ha incorporado en su léxico cientos de vocablos provenientes del castellano, sino que los préstamos lingüísticos han sido recíprocos”.

FICHA TÉCNICA

Coordinación general: Celeste Fleitas Guirland

Colaboradores técnicos: Zulma Beatriz Trinidad, Abelardo Ayala Rodríguez, Esmilse Ramírez de Giménez

Edición: Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL), Abril de 2023

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