Cristhian Tindel, Nación Media - Fotos: gentileza

Cuarenta y siete ediciones hacen parte de la historia de una prueba que a lo largo de los años se ha ubicado como todo un clásico no solo dentro del Paraguay. Desde 1971 cientos de hombres han buscado repetir la hazaña de vencer al Chaco conquistando el título más preciado al que puede aspirar un piloto paraguayo a nivel nacional.

Gracias a su dureza, la dificultad entre sus caminos y, por sobre todo, su vigencia, el Transchaco Rally ha sobrepasado fronteras para instalarse hoy, en pleno 2023, como el último bastión de aquellas carreras clásicas del deporte motor sudamericano que hoy, en su mayoría, quedan solo en el recuerdo.

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No por nada el Transchaco Rally es considerada la prueba madre del deporte motor guaraní. Desde 1971, gracias a un entusiasta aventurero norteamericano, cientos de hombres han buscado repetir la hazaña de dar la vuelta, de vencer al Chaco, conquistando el estatus de héroes, que al día de hoy sigue siendo el título más preciado al que puede aspirar un piloto paraguayo a nivel nacional.

Aquella lejana primera edición vio cómo 36 hombres se adentraron al inhóspito Chaco paraguayo sin imaginar que desde ese momento conforman un anillo muy exclusivo de la historia de esta prueba. Nacían los pioneros, los primeros hombres en darle pelea al Chaco, kilómetro a kilómetro, rueda a rueda, bajo condiciones extremas. Estos gladiadores dejaron hechas las bases para que de a poco se forme la leyenda.

Una de las primeras ediciones del TCR, entre el 73 y el 76

SISTEMA DE ADMISIÓN

La primera edición se realizó en setiembre de 1971. Para la clasificación de ganadores se estableció un sistema de admisión de coches en dos categorías, asociados según el desplazamiento de sus motores: los de clase A con grupos propulsores hasta 1300cc y los del B con más de 1300cc. En aquellas primeras ediciones, la variedad de marcas y modelos era la constante. A mediados de la década los primeros autos de competición hacían su arribo, dándole a la prueba un tono más competitivo, adaptándose a aquellos tiempos.

Hombres como Pedro Federer no solo han tenido el honor de correr la primera edición, sino que también marcó un hito, siendo el primero en vencer al Chaco. Junto con Marco Peña como piloto y al mando de un Toyota 1000 ambos quedarían en la historia como los primeros en ver la bandera a cuadros y subir a lo alto del podio, que hoy es el anhelo de cualquier piloto que se lance al desafío de esta prueba.

Héctor Risso, Gerardo Planás, Juan Carlos Calvo, Roberto Bittar, Luis Molinas, Cato di Tore, Humberto Domínguez, Fernando Dumot, Germán Russo, entre otros, son solo algunos de los intrépidos pilotos y navegantes en pisar primero el Chaco y que hoy son una parte importante del rally paraguayo. Los pioneros, los que han escrito las primeras páginas de la máxima prueba automovilística paraguaya.

El equipo Ford en 1977. Primeros autos “pura sangre” que llegaron al país

EVOLUCIÓN

Tras las primeras ediciones del Transchaco Rally, la prueba madre daría otro salto en su evolución. Además de los pioneros, se empezaba a formar otro selecto grupo, que apadrinados por los autos del grupo A, que de a poco llegaban a Paraguay, se forjarán el estatus de históricos, título destinado solo para aquellos hombres que nos regalaran carreras inolvidables, parte incluso de la época dorada del rally paraguayo.

Las décadas de los 80 y 90 serían claves. El Touring y Automóvil Club Paraguayo (TACPy) empezaba a ver cómo setiembre se convertía en una fecha fija para todos. El ambiente en los talleres era otro, pero la esencia era la misma. Repetir lo hecho por los pioneros, vencer al Chaco.

A finales de los 70 y principios de los 80, fueron dos las marcas que dominaron el Transchaco Rally. Toyota y Ford se repartían victorias, salvo excepciones como en 1982, cuando Alfredo Jaeggli se imponía con un Datsun 160J, o en el año 1987, con la victoria del Peugeot 505 de Nicolás Luthold. Pero desde 1988, los autos del grupo A abrían paso para escribir otra página más.

Nelson Sanabria sería el primero en ganar una edición con uno de estos autos. Con un VW Golf 1800, Sanabria añadía otro capítulo más de los muchos que se escribirían en los años venideros.

La llegada de los grupos A también significó la aparición de pilotos que hoy son considerados históricos. Orlando Penner, Pedro Fadul, Marco Galanti, Denes Tomboly, Martín Masi, por nombrar solo a algunos, animarán cada año épicas batallas por quedar en lo alto del podio.

De principio a fin, la década del 90 nos regalaría peleas por el primer lugar entre estos grandes pilotos, quienes supieron llevar al límite a sus autos en un territorio que a lo largo de los años se ha abierto, permitiendo a los aventureros adentrarse cada vez más en el corazón de la región Occidental.

Los históricos forman parte esencial del Transchaco Rally. Ellos fueron los que por años han dado todo por animar cada edición para que hoy, sin dudas, Paraguay tenga una de las pruebas más tradicionales en su haber.

A lo largo de estos años, han sido veintiséis los pilotos que han logrado vencer al Chaco, algunos en más de una ocasión, como Juan Carlos Calvo, Héctor Risso o Gerardo Planás o, más cerca en el tiempo, Didier Arias, Diego Domínguez, todos con cuatro triunfos en su palmarés, así como el más ganador, Alejandro Galanti, quien en 2022 cerró su quinta victoria. También quedan figuras muy queridas y que han dejado su huella imborrable en la carrera más importante, como el caso de Pancho Gorostiaga, tres veces ganador, todas con el Corolla WRC, uno de los modelos más exitosos, y amplio dominador en la década de los 2000.

Sin duda el Chaco es una parte fundamental no solo de la historia deportiva automovilística del Paraguay, sino también de la historia grande de un país golpeado por tantos momentos negros. Tierra de valientes hombres que han defendido a su patria, de héroes anónimos homenajeados por deportistas que, con el mismo amor, dan su importancia a esta inmensa llanura de agua salobre.

Héctor “Negro” Risso y Cato di Tore, ganadores de la edición de 1977
El VW de Orlando Penner y Eugenio Planás clasificando en el ex-Aratirí en 1994
Didier Arias y Héctor Peki Nunes, ganadores del TCR 2004



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